Ingredientes para el éxito de un proyecto empresarial en el ámbito rural

La base de un proyecto empresarial es el emprendedor. Y el principio de emprender en lo rural son las ganas de quedarse.

El objetivo principal de Almanatura, como empresa social, es Fijar Población al entorno Rural. Nuestra razón de existir es impulsar oportunidades. Sin embargo somos conscientes de las barreras que un emprendedor puede encontrar en un entorno tan específico y peculiar como es el rural. Enumeramos hoy algunas de ellas y una pequeña reflexión sobre cómo es posible salvarlas:

1.- Enfoque global desde tu pueblo

Poseer una mentalidad tradicional, entendida como la estima o admiración por la cultura y las tradiciones de la propia localidad o región no debe ser contrario a un enfoque global. Y nos preguntamos, ¿Las ideas emprendedoras deben basarse exclusivamente en los recursos propios del medio rural o, por el contrario, han de buscarse en entornos de fuera del medio rural? ¿Las ideas innovadoras de emprendimiento no deben modificar radicalmente la “fisonomía” del medio rural?
O dicho de otro modo, ¿nos debemos quedar en lo que siempre se ha hecho, en los modelos de negocio de siempre? ¿Debemos “montar todos” un bar o una tienda?

Creemos que se pueden emprender acciones en el medio rural que no necesariamente se desarrollen allí donde vivimos. Podemos utilizar los recursos de nuestro entorno sí, pero también podemos dar un enfoque más global a nuestra iniciativa, proyectarla desde el medio rural hacia otros entornos, rurales o no.

2.- Tecnología social

En el medio rural puede producirse un bucle, un entorno aislado está condenado a estar aún más aislado, principalmente por la falta de infraestructuras.
En la época tecnológica en que vivimos esto cada vez es más difícil, es decir, es cierto que el mundo rural ha estado hasta ahora encerrado en sí mismo, aislado del resto; pero, y a pesar de la falta de infraestructuras, cada vez es más fácil estar comunicado con todo el mundo, ya sea de manera física o virtual. Las nuevas tecnologías llegan ya a todas partes, aunque es cierto que no con la misma calidad.

3.- Cooperación sin “postureo”

Un estereotipo muy extendido sobre el habitante rural es su individualismo, que puede perjudicar al emprendedor, por lo que la cooperación y la conectividad, aún en forma de redes apoyadas en las tecnologías de la información, adquiere gran relevancia para hacer frente a esta barrera.
O lo que es lo mismo, la mente de un emprendedor ha de ser abierta, no dejarse llevar por estereotipos de ninguna clase y menos por aquellos que le coartarán en su realización y la de su proyecto. De una vez por todas los habitantes del mundo rural debemos pensarnos como ciudadanos de primera iguales a los urbanos, no somos menos, no somos peores, sólo tenemos la suerte de vivir en un entorno privilegiado que debemos conservar y para ello debemos encontrar formas de quedarnos y poder vivir de él.

4.- Valora con información

Falta de información o desconocimiento tanto del mundo rural en sí visto desde fuera, como del producto o servicio que pueda tener mejor salida en el medio urbano procedente del mundo rural.

Querer y no saber puede suponer un bloqueo.
Puedes querer quedarte en tu pueblo, emprender desde ahí y así poder vivir donde siempre has querido estar; pero necesitas saber qué puede funcionar, si tu producto tendrá mercado dentro y fuera de tu entorno, porque posiblemente no sea suficiente el mercado que se abre a tu alrededor, o sí, deberás estudiarlo.

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Foto: Tomates Felices

5.- Huye de la rutina mental

Los entornos rurales pueden mostrar también cierta pereza o cerrazón mental hacia ideas innovadoras y repetir emprendimientos que ya han tenido éxito en otras zonas.
Es decir, debemos dejar de pensar sólo en “lo de siempre”, tenemos que abrir nuestra mente a otros modelos, a otras posibilidades, o otros mercados, productos y tipos de negocio. Es necesario informarse, buscar asesoramiento, mirar hacia fuera para poder crecer y llegar a ser.

6.- Escala del proyecto

Existe la idea de que una actividad emprendedora en el medio rural ha de ser, por necesidad, de escala reducida; ya sea por la potencial demanda, que se supone reducida, ya sea por los costes de distribución. Hay ciertos proyectos emprendedores  que no pueden planearse en el medio rural desde una estricta lógica de mercado y de rentabilidad de una actividad.
Puede que sea momento de enfrentarse a la realidad desde otro enfoque; pensar que el mercado de demanda no ha de ser el entorno más próximo únicamente, por ejemplo, o reducir costes compartiendo infraestructuras también podría ser otra opción a considerar.

7.- Entender los recursos financieros

Que pueden ser comunes al emprendedor rural y urbano. El primero, al que nos referimos aquí, para subsanar esta dificultad, además de acudir a las fuente tradicionales y oficiales, puede siempre hacer un planteamiento basado en sus propios recursos o los de su entorno más próximo, minimizando los costes todo lo posible y basando su idea de negocio en la riqueza del entorno por ejemplo. En estos momentos, Tomates Felices, uno de los proyectos que mentorizamos está buscando financiación gracias a esta campaña de crowdfunding.

8.- Cultura de riesgo

Factores como el miedo al fracaso o a dañar la propia imagen se agudizan en las pequeñas comunidades rurales donde el “qué dirán” tiene un peso mayor.
Sin embargo una característica fundamental del emprendedor ha de ser la valentía; el miedo al fracaso no puede coartar nuestras ganas de hacer. Es cierto que, en un pueblo, donde todos te conocen, donde es fácil vincularte a una familia, a un grupo determinado, a una actividad, etc; es fácil también tener estos miedos que señalamos más arriba; tu imagen, la que tus vecinos tienen de ti, va a ir por delante siempre, y además está aquello de que “nadie es profeta en su tierra”; pero puede que llegado el momento de emprender tu negocio, el modo de vida que te mantendrá viviendo allí donde vives, debas correr el riesgo de que “la gente te mire de otro modo”. Puede que incluso tu imagen salga reforzada y con ella tu actividad empresarial.

Resumiendo

En definitiva, la base del éxito de un proyecto empresarial en el ámbito rural no es la idea, ni siquiera el capital, la base es siempre el emprendedor. El secreto está en desarrollar una idea y convertirla en una empresa que funcione, de ser capaz de darle al proyecto originalidad, y eso depende de la persona que lo lleve a cabo, del emprendedor.
Y la base, el principio de esta aventura, siempre estará en querer quedarte en tu entorno, en tu pueblo, en querer vivir en un entorno rural; si estas ganas están será mucho más fácil salvar cualquier barrera posible. Si además le unimos nuestro enfoque hacia las necesidades que tiene la comunidad rural las posibilidades aumentan claramente.

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    1. Hola Valeria, es importante poner el foco en las necesidades del entorno rural más que en lo que sabemos hacer. Cuando tengamos una solución efectiva al problema el proyecto será sostenible y se venderá solo. Gracias por comentar.

    1. Hola Valeria, es importante poner el foco en las necesidades del entorno rural más que en lo que sabemos hacer. Cuando tengamos una solución efectiva al problema el proyecto será sostenible y se venderá solo. Gracias por comentar.

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