Emprender en femenino: Cooperativas rurales de servicios de proximidad

Mujeres del medio rural, que no quieren renunciar a tener un empleo, luchan a diario por encontrarlo en su propio pueblo.

El pasado mes de enero celebraron su sexto encuentro nacional, un espacio para compartir experiencias y conocimientos sobre las oportunidades del cooperativismo como salida profesional en el medio rural. Unos días en los que trabajar en la motivación para la consolidación y crecimiento de cooperativas.
Las participantes en esta cita son mujeres emprendedoras de los pueblos que han puesto en marcha, con mucho sacrificio pero también con mucha ilusión, “Cooperativas rurales de servicios sociales de proximidad”.

Se trata de un proyecto que lleva funcionando seis años, de la mano de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR), donde esta organización pone la base formativa y el apoyo moral y las mujeres añaden el resto: ilusión, ganas de trabajar, de buscarse la vida y de negarse a seguir viviendo en sus pueblos sin sentirse realizadas o a tener que marcharse de ellos para conseguirlo.
Con esta idea ya funcionan en España diez cooperativas en diferentes municipios, donde se ha puesto en marcha un verdadero modelo de desarrollo rural, de autoempleo, a través del cual se capacita a las mujeres, se fija población en el medio rural y se crean servicios de proximidad tan necesarios y escasos en muchos pueblos.

Una de las primeras cooperativas de este tipo que se puso en marcha fue “Serviol”, que comenzó su andadura en el año 2007 en la localidad pacense de Olivenza. Isi Álvarez, una de las precursoras del grupo formado por varias mujeres desempleadas del municipio, cuenta cómo “nuestra cooperativa es un verdadero proyecto de desarrollo rural, somos mujeres interesadas en trabajar y que muchas veces nos encontramos en una edad laboralmente complicada. Por eso nos hemos formado y hemos creado esta cooperativa, generando empleo y prestando servicios que hasta ahora no existían en los pueblos”.
El punto de partida de esta iniciativa fue la aprobación de la Ley de Autonomía Personal de las Personas Dependientes, de cuya aplicación se desprendería la posibilidad de creación de numerosos puestos de trabajo, derivados de la asistencia a personas dependientes, en este caso, de los pequeños núcleos de población rural.

Por ello, Serviol fue una de las primeras en ofertar este tipo de servicio en su pueblo, atendiendo a personas dependientes en sus propios domicilios. Sin embargo, la lentitud en la aplicación de la conocida como “ley de la dependencia”, hizo evolucionar el trabajo de la cooperativa y las mujeres decidieron ofrecer también otros servicios como los de limpieza, que después se han ampliado a otros como servicios de comedor, lavandería, farmacia a domicilio, ludotecas, transporte, etc.


Su ejemplo fue seguido por otro grupo de mujeres extremeñas, en este caso, de Alburquerque (Badajoz). Desde 2008 Loli, Conchi y Mª José, entre otras compañeras, forman parte de “Seralbu”, otra cooperativa de servicios rurales de proximidad que, desde sus inicios no ha parado de trabajar duro y de sortear obstáculos para llegar a ofrecer un servicio de calidad y que ha supuesto la creación de numerosos puestos de trabajo en su comarca, entre ellos los de las propias integrantes de la cooperativa, que estaban en paro. Ahora cuentan con su propio negocio en su misma localidad de residencia.
Los principales servicios que presta Seralbu son los derivados de la puesta en marcha de la citada ley de la dependencia, así como servicios de limpieza de oficinas y locales y servicio de cocina.
Este empeño les ha valido a las integrantes de Seralbu la consecución del premio “Orgullo Rural 2012”, otorgado cada año por la Fundación de Estudios Rurales a personas o colectivos que son ejemplos de vida de quienes viven y trabajan en el medio rural.


Pero la incipiente y prometedora carrera de estas cooperativas rurales no acaba aquí. Desde hace unos años, FADEMUR está apostando por un nuevo itinerario formativo que se suma al que venían desarrollando sobre capacitación de profesionales de ayuda a domicilio, vinculado con la atención socio-sanitaria de personas dependientes en su propio domicilio.
Ahora otro grupo numeroso de mujeres rurales españolas han recibido y continúan recibiendo cursos de operaciones básicas de catering, de operaciones básicas de cocina y de manipulación de alimentos, que están sirviendo para la puesta en marcha de cooperativas de cocina.

La última apuesta de este tipo que ha hecho su presentación pública ha sido la cooperativa “Som Cuina”, de la localidad de Sant Carles de la Rápita, en Tarragona. Está compuesta por cuatro mujeres que se encargan de recogen las demandas de servicios de comida a domicilio en su comarca. Cuentan con el asesoramiento de una nutricionista para la elaboración de menús destinados a personas mayores, dependientes, colegios y guarderías. También tienen como colaboradoras a un grupo de productoras y agricultoras de Terres del Ebre, ya que otro de los objetivos de las cooperativas de este tipo es poner en valor los productos locales de la zona relacionados con la agricultura y ganadería, así como revalorizar la gastronomía y los elementos relacionados con la misma, como son el fomento de consumo de productos locales agroalimentarios y de temporada.


Un último ejemplo de las mujeres que han apostado por su futuro creando este tipo de agrupaciones para encontrar una salida laboral en sus pueblos es el caso de la cooperativa ‘Lovepamur‘, formada por cuatro mujeres de la comarca de Saldaña, en Palencia. Os dejo además este enlace a más información de la cooperativa “Lovepamur”.

Estas Cooperativas Rurales de Servicios de Proximidad son verdaderas iniciativas de economía social que responden a la necesidad de crear empleo, de reforzar la cohesión social y la viabilidad de las zonas rurales, así como la calidad de vida de quienes las habitan.
Un empeño por dar cobertura a las necesidades locales y por favorecer la creación de puestos de trabajo para las mujeres en los pueblos, ya que éstas son las que tienen más dificultades para incorporarse al mercado de trabajo. Es una fórmula, además, que permite fijar población en los pueblos y favorecer la conciliación de la vida personal, laboral y familiar de los habitantes del medio rural.

Este trabajo ha sido reconocido por Cruz Roja Española, que concedió a FADEMUR un premio destacando su ‘Buena Práctica en Inclusión Social’.

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  1. Gracias Reme, que artículo tan bonito y con tanto cariño. Las mujeres rurales se merecen todo, ellas son las protagonistas de los proyectos más innovadores que se están poniendo en marcha en nuestros pueblos. Ellas, son el pilar fundamental del desarrollo y de la supervivencia de nuestro medio rural. Gracias a todas¡¡¡

    1. Muchas gracias, Nieves. Estoy totalmente de acuerdo contigo y espero que sigáis trabajando con las mujeres rurales porque estáis consiguiendo cosas muy importantes.

  2. Gracias Reme, que artículo tan bonito y con tanto cariño. Las mujeres rurales se merecen todo, ellas son las protagonistas de los proyectos más innovadores que se están poniendo en marcha en nuestros pueblos. Ellas, son el pilar fundamental del desarrollo y de la supervivencia de nuestro medio rural. Gracias a todas¡¡¡

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