“No vemos el mundo como es, sino como somos”
Las personas no captamos la realidad tal cual es, sino que la percibimos a través de filtros personales que hemos ido adquiriendo a través de la experiencia, la educación, etc. y estos nos ayudan a configurar nuestros propios modelos mentales. Estos modelos no sólo determinan el modo de interpretar el mundo sino también nuestra forma de actuar ante la vida.
Cuando nos comunicamos con nosotros mismos (comunicación intrapersonal) o con otras personas (comunicación interpersonal) utilizamos estos modelos mentales como argumentos, ya que han sido ellos los que nos han ayudado a darle sentido a toda nuestra realidad. Dos personas pueden observar lo mismo y describirlo de diferente manera porque están observando, según la importancia que le dan, detalles totalmente diferentes.
Por lo tanto estos modelos mentales nos sirven de guía para orientarnos pero no constituyen la “realidad real”, en otras palabras “el mapa no es el territorio”. Esta frase seguro que la habéis escuchado un montón de veces ¿qué significa? pues precisamente todo esto que estamos hablando, que lo que percibimos del mundo es sólo una representación del mismo y cómo tal presenta distorsiones, limitaciones y características peculiares de la experiencia de cada uno de nosotros.
Los modelos mentales y el lenguaje
“Dime como hablas y te diré como eres”
Si prestamos atención a la forma en la que habla una persona, podemos acceder a sus modelos mentales, podemos identificar omisiones de información, generalizaciones o distorsiones de sus pensamientos y creencias provocadas por su manera de ver el mundo. Si te digo que ayer estuve de relax en casa ¿en qué piensas?. Puedes pensar que pasé el día en el sofá viendo la tele y para mi un día de relax es hacer deporte y caminar en el campo. Nuestras modelos mentales como ves también limitan la comunicación pues aunque parece que hablamos a veces de los mismo, realmente a nuestras palabras se asocian el aprendizaje y nuestra forma de ver el mundo.
Si esto es así, ¿Cómo podemos saber en una conversación que estamos entendiendo lo mismo? Esta misma pregunta se hicieron John Grinder y Richard Bandler cuando crearon el Metamodelo del Lenguaje: una serie de preguntas que nos permitirán aclarar significados para llegar a un mismo entendimiento. Normalmente cuando hablamos nos quedamos en el nivel superficial del lenguaje, sólo en el significado de la palabra. Esto hemos visto que puede traer confusiones. Este modelo permite ahondar en los niveles más profundos de la experiencia de los interlocutores para poder llegar a un entendimiento conjunto de nuestras palabras.
“Ser capaces de utilizar las mismas palabras que tendrán el mismo significado para otras personas, es una habilidad muy valiosa en la comunicación.”
¿Cómo podemos mejorar nuestra comunicación?
Para facilitarnos el entendimiento, el Metamodelo del Lenguaje nos ayuda con una serie de preguntas que podremos utilizar para poder profundizar en la conversación y poder rescatar la información más profunda. Esta información nos hará entender el modelo mental de la otra persona y así poder conectarnos a ella para lograr una mayor compenetración de nuestro lenguaje con la persona que estamos conversando.
¡Toma nota! Encuentra las palabras claves de tu interlocutor que puedes utilizar para profundizar en la conversación y concretar para que así juntos, podáis construir una misma realidad que os conduzca a una buena comprensión en vuestra comunicación.
Generalizaciones: La persona trata de manera general alguna cuestión de la experiencia, ignorando posibles excepciones.
- Cuantificadores universales: Todo, nada, nunca, nadie, siempre. Objetivo: Concretar y desmontar la generalización. Ejemplo: “Todo me sale mal”. Preguntas: ¿Realmente todo te sale mal?
- Operadores de Necesidad: Tengo que, debo, hay que, hace falta que, etc. Objetivo: Identificar las consecuencias de la norma. Ejemplo: “Tengo que atender a todos”. Preguntas: ¿Qué o quién te obliga? ¿Y si no lo haces? ¿Para qué lo haces?
- Operadores de posibilidad: No puedo, es imposible, etc. Objetivo: Identificar el origen del impedimento. Ejemplo: “No puedo hacer esto”. Preguntas: ¿Quién te lo impide? ¿Qué es lo que sí puedes hacer? ¿Si lo hicieras por dónde empezarías?
Omisiones: La persona presenta información parcial sobre la experiencia.
- Omisión simple: Falta alguna información clave. Objetivo: Encontrar la información que falta. Ejemplo: “Estoy enfadada” “Ella me encanta”. Preguntas: ¿Qué es específicamente lo que te encanta? ¿qué es lo que exactamente te enfada? ¿Con quién estas enfadada?
- Omisión comparativa: Falta el elemento comparativo. Objetivo: Encontrar el criterio de comparación. Ejemplo: “Lo hice muy mal” “Es carísimo”. Preguntas: ¿Comparado con qué? ¿Con respecto a qué o quién?
- Nominalización: Uso de palabras abstractas. Objetivo: Transformar la palabra en algo entendible. Ejemplo: “Quiero ser feliz”. Preguntas: ¿Cómo exactamente quieres serlo? ¿Qué es para ti ser feliz? ¿Cuándo eres feliz?
Distorsiones: La persona imagina sobre lo que es posible o había sucedido.
- Lectura mental: Presuposición sobre la experiencia interna de alguien. Objetivo: Encontrar el origen de la información. Ejemplo: “No me quiere” “Yo sí se lo que busca”. Preguntas: ¿Cómo sabes eso?
- Causa-Efecto: Relaciona un estímulo con una respuesta. Objetivo: Encontrar la relación entre el estímulo y la respuesta. Ejemplo: “Tu despiste me cansa” “La lluvia me pone triste” Preguntas: ¿Cómo exactamente te cansa? ¿Qué es lo que te cansa del despiste? ¿Cómo te pones específicamente cuando llueve?
- Presuposiciones: Se da por hecho algo. Objetivo: Desafiar la creencia. Ejemplo: “Él está triste” “Tiene frío”. Preguntas: ¿Qué te hace pensar que está triste? ¿Cómo sabes que tiene frío?
“Nuestro peor problema de comunicación es que no escuchamos para entender, sino que escuchamos para contestar”
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Foto Destacada: pexels.com
Buenas tardes. Conocí a un chico en un curso, hace 2 años aproximadamente, en plan de amigos. Hay una diferencia de edad importante, pero siempre me buscaba para estar a mi lado. Me pidio añadirlo a mis redes, y así lo hice. Se acabó el curso, yo me tuve que ir una semana antes y no hubo por asi decirlo despedida de ningún tipo. Al cabo de todo este tiempo sin comunicación de ningún tipo, va y me escribe y llega a proponer tomar algo. Yo le digo que estoy fuera y que tengo que mirar agenda para decirle cuando puedo. Tardo en contestar más de una semana, pues estaba fuera y tampoco lo tenía muy clar. Pr fin me decido y le propongo quedar para dentro de una semana, me tarda en contestar cunos 6 días. Me dice que no puede porque tiene los planes trastocados y perdón por la tardanza, y quda en un te aviso.
Qué interpretación hay en esto?
Hola!! gracias por pasarte por nuestro blog y compartir esta cuestión tan personal. Pues la verdad que es muy difícil hacer interpretaciones, no te recomendaría hacerlas pues nunca sabemos cuales son las intenciones y sentimientos que esconden. En alguna ocasión me ha pasado algo parecido y he optado por preguntarle directamente que piensa o siente sobre la cuestión que me preocupa, me asombré mucho de su respuesta y me dio la información necesaria para mi toma de decisiones. Guíate por tu instinto y atiende esa necesidad que está en ti de saber de esa persona y su respuesta. Espero que te sirva mi aprendizaje. Abrazos!
Sobre las menciones de “Todo me sale mal “¿Realmente todo?
es un reflejo de la frustración y del manejo de la presión y precisamente la manera en que podemos resolver problemas.
hablando sobre la resiliencia, es una cualidad que debemos de aprender a desarrollar y sublimar todo aquello que nos pueda llegar a causar un daño, convirtiéndolo en cosas positivas y dejar de decir: “Siempre arruino todo”, etc.
Muchas gracias por tu comentario, así aprendemos todos/as.