La Asamblea General de Naciones Unidas decide celebrar el 26 de junio de cada año el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, justo hoy hace un mes de la celebración de este año y, desde AlmaNatura queremos dejar una pequeña reflexión y aportar algunas ideas que puedan ayudar a construir pueblos más sanos.
Cuando pensamos en el uso de drogas, seguramente la idea que se nos venga a la cabeza sea la de personas con graves problemas, llenando los callejones oscuros de grandes ciudades, o gente joven en una fiesta de una gran discoteca consumiendo cualquier droga. Por desgracia, el consumo de drogas suele ser mucho más cercano de lo que nos esperamos, tanto en las grandes ciudades, como en los pequeños pueblos.
Si se mide el consumo comparando las ciudades y los pueblos, desgraciadamente los pueblos se llevan la peor parte, encontrándonos con que los y las jóvenes de las zonas rurales, consumen más alcohol, tabaco y cannabis que quienes viven en las ciudades. Si hay una manera de evitar el consumo de cualquier tipo de droga es, principalmente, a través de la prevención, asunto que es más probable que se deje de lado en los pueblos más pequeños al no considerarse algo prioritario y tener que repartir los presupuestos en aspectos más urgentes y visibles.
Por eso en los pueblos la reducción del consumo de drogas, debe partir de la implicación de toda la comunidad ayudando a construir pueblos más saludables. Evidentemente la administración local debe ser quien tome la iniciativa, pero ha de aprovecharse de los factores de protección más valiosos que tenemos: la mayor extensión de redes familiares, la mayor cohesión social y la mejor relación entre administración y sus habitantes, como ya comentamos hace un tiempo en nuestro blog.
¿Qué puede hacer mi pueblo para reducir el consumo de drogas?
Por desgracia no hay fórmulas mágicas que aseguren que el problema deje de existir, ni en los pueblos ni en las ciudades, obviamente, principalmente debido a que los motivos por los que las personas jóvenes consumen son muy variados y es difícil atajarlos todos. Pero eso no quiere decir que la combinación de diferentes líneas de actuación, no vaya a ayudar a reducirlo considerablemente.
- Cubrir necesidades de información: Los centros de salud y centros de juventud suelen ser considerados como puntos de información de drogodependencias, pero estos servicios no suelen existir en pueblos de menor tamaño, quedándose el tema en el aire. Una buena medida sería designar a una persona con un perfil adecuado dentro del Ayunamiento, como “punto de información” sobre drogodependencias, que pueda ser referente de las personas jóvenes del municipio cuando tengan dudas o problemas relacionados con ello.
- Implicar a las asociaciones del municipio: Las asociaciones de mujeres, las AMPAS de los centros educativos e incluso las asociaciones juveniles, pueden ser grande aliadas en la lucha contra la droga en los pueblos. Si no se dispone de recursos para la medida anterior, se puede buscar colaboración para ello entre las asociaciones, aprovechando su carácter activo en la comunidad, convirtiendo algunas de ellas en agentes de mediación ante las drogodependencias.
- Formar e implicar a los y las jóvenes del municipio: Si algo hemos descubierto gracias a la “Red Juvenil de Agentes de Cambio Ambiental”, es que las personas jóvenes tienen mucho que decir y que hacer por sus iguales. No sólo implicar, sino también formar en mediación ante las drogodependencias a jóvenes, es vital para reducir el consumo de drogas en los pueblos. El poder de cambio de estas personas, así como el gran efecto altavoz que provocan entre los y las demás jóvenes, es la clave para llegar a concienciarles.
- Aprovechar los recursos comunitarios o estatales: Cuando no se puede contar con recursos propios para este tipo de acciones, es importante estar pendientes de las posibilidades que ofrecen las administraciones superiores. Por ejemplo, el Instituto Andaluz de la Juventud convoca cada año decenas de cursos y talleres para cada provincia, que pone a disposición de los Ayuntamientos de todos los municipios de forma gratuita, formaciones realmente útiles no sólo para que los y las jóvenes adquieran más competencias y habilidades, sino también para que ocupen su ocio de una forma más sana.
- Asociarse con los centros educativos: El colegio o el instituto es donde los y las jóvenes pasan la mayor parte del tiempo, por lo que es la entidad idónea con la que asociarse para promover la sensibilización con este tema. Colaborar en charlas y talleres formativos, hacer ciclos de cine o de cortos sobre la temática, e incluso incluir transversalmente información sobre el consumo responsable en las asignaturas, pueden ser buenas medidas para reducir la problemática.
- Promover un ocio alternativo: Prácticamente todas las drogas se consumen sobre todo en contextos de ocio. En un botellón en fin de semana, en la discoteca, e incluso en las fiestas del pueblo, es donde más se va a consumir, pero si se piensa bien, ¿qué otra cosa se va a hacer sino? La falta de opciones de ocio es la mejor amiga del consumo, por eso debe hacerse mayor hincapié en ampliar la oferta de actividades, especialmente en fines de semana, fiestas y vacaciones, momentos en las que el tiempo libre aumenta.
Estas ideas, no sólo ayudarán a reducir el consumo, sino que además promoverán una juventud más sana tanto física como mental y socialmente. De hecho, pueden incluso convertirse en medidas que apoyen la fijación de población, pues se ofrece así a los y las jóvenes mayores opciones de realización personal, demostrando que importan y que tienen mucho que decir en los pueblos.
Hace poco tuve una conversación con un agente de la Guardia Civil sobre este tema, y su conclusión fue: si la juventud tuviese al alcance actividades de ocio saludable, disminuiría la demanda de de alcohol y sustancias. En algunos municipios de nuestro entorno por desgracia, no son conscientes del papel que juegan al proponer a la juventud, sistemáticamente, actividades que suelen llevar aparejadas una gran permisividad, cuando no directamente alientan, el consumo de alcohol y otras drogas.
Por tanto muy acertado tu análisis y en particular tus propuestas. Un saludo
Gracias de nuevo por leerme Bosco! Efectivamente, el tema del ocio es una de las claves principales para poder erradicar el abuso de drogas.
Cuando era adolescente, participaba siempre en todas las actividades que se realizaban desde la Casa de la Juventud de mi pueblo (Aracena), la mayoría de ellas subvencionadas con el Programa “Ciudades ante las drogas” de la Junta de Andalucía, ofreciendo ocio alternativo a los y las jóvenes de todos los municipios. He de decir que, al menos en mí y sé que en muchos más jóvenes, funcionaba, disponíamos de una gran oferta de actividades que no sólo nos apartaban del consumo, sino que además nos formaba y nos hacía abanderados de la lucha contra la drogadicción entre el resto de jóvenes del pueblo.
Por eso creo que es clave invertir en ello, porque sé que puede funcionar y conseguir pueblos mucho más sanos!
Hace poco tuve una conversación con un agente de la Guardia Civil sobre este tema, y su conclusión fue: si la juventud tuviese al alcance actividades de ocio saludable, disminuiría la demanda de de alcohol y sustancias. En algunos municipios de nuestro entorno por desgracia, no son conscientes del papel que juegan al proponer a la juventud, sistemáticamente, actividades que suelen llevar aparejadas una gran permisividad, cuando no directamente alientan, el consumo de alcohol y otras drogas.
Por tanto muy acertado tu análisis y en particular tus propuestas. Un saludo
Gracias de nuevo por leerme Bosco! Efectivamente, el tema del ocio es una de las claves principales para poder erradicar el abuso de drogas.
Cuando era adolescente, participaba siempre en todas las actividades que se realizaban desde la Casa de la Juventud de mi pueblo (Aracena), la mayoría de ellas subvencionadas con el Programa “Ciudades ante las drogas” de la Junta de Andalucía, ofreciendo ocio alternativo a los y las jóvenes de todos los municipios. He de decir que, al menos en mí y sé que en muchos más jóvenes, funcionaba, disponíamos de una gran oferta de actividades que no sólo nos apartaban del consumo, sino que además nos formaba y nos hacía abanderados de la lucha contra la drogadicción entre el resto de jóvenes del pueblo.
Por eso creo que es clave invertir en ello, porque sé que puede funcionar y conseguir pueblos mucho más sanos!