Empresas democráticas, más allá de la RSE

Transparencia, horizontalidad, trabajo en equipo y colectividad como valores de la nueva empresa responsable.

Largo y tendido hemos hablado en este blog de la RSE, el compromiso por el cual las empresas asumen las consecuencias sociales, económicas y ambientales de su actividad y se responsabilizan de las mismas, poniéndoles solución. Pero hoy me atrevo a darle una vuelta de tuerca más, poniendo el foco no en el contexto que rodea a la empresa, sino en las entrañas de la propia empresa.

La semana pasada, con motivo de la movilización social por la emergencia climática que se dio en todo el planeta, en AlmaNatura nos sentamos en la Plaza del pueblo, bajo un sauce, y comenzamos a diseñar de forma conjunta las medidas que queremos implantar en la empresa para reducir aún más nuestro impacto ambiental. Desde los Cofundadores de la empresa, hasta los equipos de dirección, coordinación y las gestoras de los proyectos, estuvimos un buen rato planificando qué podíamos hacer por que nuestra forma de estar en el mundo sea más sostenible.

Este gesto que parece tan simple, es realmente una rara avis dentro del mundo empresarial. Como es obvio, en toda empresa es necesaria una jerarquía, donde cada persona sepa cuáles son sus competencias y responsabilidades, pero esto no quiere decir que la comunicación entre unas y otras no pueda ser horizontal, y que haya decisiones más o menos importantes que no se puedan consultar con el equipo.

Vivimos en una democracia en la que podemos participar para elegir los asuntos que atañen a nuestra vida diaria, desde a nivel europeo hasta el nivel local; podemos participar en asociaciones y hermandades del pueblo que tienen herramientas de trabajo y de toma de decisiones de carácter asambleario; e incluso en la vida familiar y de pareja la sociedad está girando hacia el acuerdo y el consenso. Pero aún queda un gran trecho para democratizar las entidades más numerosas y con mayor peso para el desarrollo del pais: las empresas.

Las empresas democráticas son un modelo que trabaja por su objetivo o su propósito de una forma conjunta, con unos valores compartidos y con mayor coherencia entre su forma de hacer y de gestionarse. La revolución por la que el mundo empresarial está pasando, está forzando un giro del sector hacia la sostenibilidad ambiental y hacia la intervención social. A través de la RSE las empresas intentan mejorar la vida del planeta y la de las personas, pero precisamente por ello me pregunto: ¿y si se empieza por las personas que hacen posible que la empresa funcione? Para que una empresa funcione, todas las personas que forman parte de ella tienen que sentirse como tal, desde los trabajadores y trabajadoras hasta la clientela de la empresa, pasando incluso por proveedores.

Para ahondar un poco más, me atrevo a proponer unas cuantas medidas que aseguran que la empresa estará dando pasos para convertirse en un entorno más democrático.

  • Transparencia: Desde la presentación de resultados hasta la política de retribuciones, que los empleados tengan acceso a la información relevante sobre su propia empresa, dentro o no de sus competencias o su propio trabajo, fortalecerá la confianza en la entidad y en el resto de personas que la forman. Aunque en el caso de clientes y proveedores, pueda haber información más delicada, ser lo más transparente y sincero con ellos, mejorará la relación con los mismos y nos aseguraremos así de una larga relación laboral. Por ejemplo, en AlmaNatura ponemos siempre en común los resultados de todos los proyectos tanto entre las personas que trabajamos aquí, como entre clientes, proveedores e, incluso, seguidores y seguidoras de redes sociales.
  • Horizontalidad: La visión tradicional que tenemos de una empresa suele ser, como comenté al principio, totalmente jerárquica y vertical, basada en la idea de grandes corporaciones con la toma de decisiones concentrada en su cúpula directiva. Reproducir esta metodología en las pequeñas y medianas empresas, carece de sentido pues, la cercanía y el contacto entre todos los miembros de la entidad, es mucho mayor. Aprovechar esta tesitura para mejorar la comunicación y las relaciones de responsables y las personas que trabajan en ella, generará de nuevo una mayor confianza y asegurará el compromiso de todas las personas implicadas con el propósito de la empresa. Además, en un entorno cambiante como el actual, las empresas horizontales son las que mejor han permitido responder a las nuevas necesidades del mercado, tecnologías y métodos de trabajo.
  • Trabajo en equipo: Algunas empresas tecnológicas, por ejemplo, llevan años adaptando el trabajo en “pareja”. Se trata de una técnica de asignación de proyectos a dos personas que asumen su total responsabilidad y que trabajan de forma sincronizada (incluso llegan hasta compartir ordenador). Quizá no haga falta llegar hasta este caso, pero el trabajo en equipo en la empresa otorga flexibilidad a la misma además de que ayuda a comprender las diferentes tareas que se realizan en otras áreas así como da la oportunidad de crear vínculos profesionales y personales no dados durante el día a día. 
  • Toma de decisiones colectiva: La primera vez que mis padres me preguntaron dónde quería ir de vacaciones fue una de las primeras veces que sentí que mi voz era escuchada y que, lo que yo pensaba tenía importancia en la familia. Aunque el contexto es diferente, tomar parte de las decisiones de la empresa hace sentir a las personas parte de ella, mejorando su rendimiento en el trabajo y, cómo no, su compromiso con la empresa.

Cuando la empresa se vuelve más democrática, automáticamente el entorno que le rodea también lo hace, convirtiéndose en referente para otras empresas vecinas e incluso otras instituciones o entidades. Especialmente en los municipios rurales, donde todo el mundo se conoce, el efecto multiplicador es aún mayor, permitiendo así que mejore la vida de los y las trabajadoras de la empresa, sus familias y, por ende, del resto de habitantes del municipio, promoviendo una nueva forma de relacionarse más activa y participativa.


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  1. Hola Luis.
    Soy Ángel Vicente García.

    Desde Barakaldo – Bizkaia, País Vasco – Euskaldi.

    Llevo un tiempo como promotor del proyecto/propuesta. CREACION DE EMPRESAS DEMOCRATICAS PARTICIPATIVAS CON LA ECONOMIA COMPARTIDA POR Y PARA EL BIEN COMUN.

    Desde el país vasco estamos materializando dicha propuesta entre varias personas/pymes/autonomos.

    Pero creo que el sistema actual no nos deja trabajar como tal.

    Es un sistema capitalista.
    Creo que se tiene que legislar una nueva gestión empresarial. Para poder trabajar en paralelo.

    Sistema capitalista.
    Sistema democrático Participativo.

    Si quieres podemos hablar del tema y cruzar opiniones.

    Un saludo y muchas gracias.

    Ángel Vicente García
    Tel: 659572058
    Email: angelcomercial72@gmail.com

    PROMOTOR/PROPULSOR.
    PROYECTO/PROPUESTA CREACION EMPRESAS DEMOCRATICAS PARTICIPATIVAS CON LA ECONOMIA COMPARTIDA POR Y PARA EL BIEN COMUN.

    ASI COMO OTROS PROYECTOS.

  2. Nosotros tenemos un proyecto de democratizar las empresas y estamos colaborando como si estuvieran inscritas como tal en el sistema.

    Si quieres saber más, nos gustaría contactar con vosotros para seguir evolucionando hacia este modelo.
    Un saludo
    Fernando

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