Para hacer realidad esta locura tuvimos que abrir nuestra mente y soñar. Estas fueron las primeras palabras que compartieron con nosotros Pablo y Alma, una familia chilena que dejó todo cuanto tenían en Chile para vivir en un pueblo de España.
En colaboración con Redeia e IKEA, AlmaNatura lleva tres años consecutivos desarrollando este programa enfocado en apoyar a emprendedores que quieran desarrollar su negocio en el medio rural español desde el momento de ideación de su emprendimiento hasta que se materializa el cambio de vida. En esta ocasión conoceremos la historia de estos “holapueblers”, que participaron en la 2ª Edición de Holapueblo.
Enamorarse de la idea de cambiar de vida
Desde el salón de su casa en Belorado, un pueblo de la provincia de Burgos, Pablo y Alma recordaban su paso por el programa con ilusión.
—Hubo un factor económico importante, pero no fue decisivo. Desde siempre hemos estado enamorados de la idea de vivir en un lugar pequeño en España— respondieron cuando preguntábamos a la familia cómo surgió la idea de irse a un pueblo. Sus palabras no pudieron resonar más con el equipo de Holapueblo, puesto que si hay algo que tenemos claro en los perfiles de emprendedores que atendemos es la convicción profunda de querer un cambio de vida a lo rural.
Esta familia ha puesto en marcha un negocio de cultivo hidropónico de plantas comestibles: Beloverde Hydroponics. Ya cuentan con su primer prototipo y es totalmente orgánico y libre de químicos. Recientemente han logrado contactar con socios, algo fundamental para dar voz a su negocio. Gracias a ellos han logrado contar con espacios de trabajo y consolidar la empresa.
¿Qué aportan los nuevos emprendedores al medio rural?
En Belorado, un pueblo de unos 1.800 habitantes, el negocio de Pablo y Alma no solo es innovador por la naturaleza de su actividad, sino también por la filosofía de vida de estos emprendedores: Una frase que me gusta mucho decir es “Las cosas están pasando”. Parece sencilla y obvia, pero es que cuando algo no pasa es mala señal, es angustiante — comentaba Pablo cuando les preguntamos con qué actitud afrontaban su negocio y el cambio de vida. Y es que cuando lanzamos la pregunta, ellos tuvieron muy claro qué han aportado a Belorado con su llegada: la locura.
El hecho de que las cosas no pasen, nos ha preocupado mucho. Estábamos ansiosos por que siempre sucedieran cosas en el pueblo.
Empezar desde cero en un pueblo no siempre es fácil. Integrarse en la comunidad tiene sus desafíos y para ellos fue fundamental que se les percibiera como promotores del pueblo.
Holapueblo: ese amigo que te presenta a otro amigo
Decidir irse a vivir en el medio rural no es una decisión que se tome de la noche a la mañana y participar en Holapueblo supuso ese pequeño empujón tan necesario para que Pablo y Alma se lanzasen en esta nueva aventura.
Estábamos tan estresados que redactar el programa para Holapueblo nos dio mucha claridad. Cuando vimos las reacciones de las mentoras y coordinadoras, cómo sonreían al escuchar nuestro proyecto, nos dio mucho impulso […]. Nos ayudaron a aclarar nuestras ideas y a tener un feedback de cara a la transición de lo urbano a lo rural. Supuso una primera conexión muy importante. Holapueblo no te amolda las ideas ni te corta las alas, cada uno desarrolla lo que quiera, pero resultó ser un puente muy útil. Para nosotros hubiese sido imposible llegar a Belorado sin Holapueblo, no hubiésemos tenido la valentía de ir para allá. Es como el amigo que te presenta a otro amigo.
El efecto multiplicador de Holapueblo
Estos valores que describen son el resultado de todo un proceso de cocreación a lo largo de todas las ediciones del programa. Pero la magia no se queda aquí. Estamos convencidos de que estos valores también llegan a los municipios a través de sus nuevos pobladores y que también ayudan a que otras personas se lancen en aventuras de la misma índole.
Les preguntamos por los consejos que le darían a todas aquellas personas que quieren emprender en el medio rural. Ambos coinciden en que hay que tener paciencia, observar y adaptarse. Ser humilde y ver el proceso con calma. Las cosas no llegarán inmediatamente, hay que ir con los pies en la tierra y estar dispuesto a cambiar de planes, a no aferrarse a las cosas. Hay que poder dividir el cerebro en dos: mantener tanto el lado soñador como el que lleva las cuentas. Con todo esto, uno puede hacer de la realidad que sea una experiencia maravillosa.
Una de las mayores satisfacciones para el equipo de Holapueblo consiste en poder ayudar a que esos proyectos que se originan en las mentes más inquietas puedan llegar a materializarse.