“Hay que ganarse la vida” esta afirmación me dejó al descubierto la actitud que tenemos ante la vida. Alex Rovira en su libro “La Brújula Interior” plantea una situación cada vez más extendida en nuestra sociedad y que seguro que podéis identificar en vuestro entorno: personas que deambulan en busca de una felicidad que nunca llega y que pasan la vida desarrollando una profesión que no les gusta o bien se identifican con una forma de vivir que no les motiva. Este marco donde nos situamos ahora, nos plantea numerosas limitaciones para ser felices: nos quejamos por la falta de tiempo, por la escasez de oportunidades, de la exigencias de los clientes, de la urgencia de las tareas,….todo ello nos genera una inercia peligrosa que nos conduce según la OMS a una de las primeras enfermedades de los países desarrollados dentro de 20 años: El estrés. Pero cómo no vamos a estar estresados si cada vez que empieza un nuevo día, nos contamos que hagamos lo que hagamos tenemos que ganarnos la vida.
“Decir que nos tenemos que ganar la vida, implica partir de la premisa que la vida está perdida pero la vida la tenemos ganada desde que nacemos”
Esta actitud derrotista nos lleva a la limitación de no poder hacer nada, de convertirnos en zombis automatizados que necesitan demostrar al mundo constantemente que nos necesitan para seguir y que no pueden hacer nada sin nosotros. Pagamos un precio demasiado alto por todo esto, las personas que no han encontrado el sentido a sus vidas corren constantemente buscándolo, creyendo que el próximo coche, la lotería o poder tener una buena jubilación, nos darán las claves para encontrar aquello que por fin nos de una estabilidad emocional y así encontrar lo que tanto ansiamos que se llama felicidad o calidad de vida.
Los secretos del estrés
[Tweet “”La vida está para vivirla no para temerla””]
Existen numerosos manuales sobre el estrés y la gestión eficaz del tiempo que nos pueden dar numerosas pistas para cambiar nuestros hábitos y así lograr un equilibrio entre lo que puedo, quiero y debo hacer en los diferentes aspectos de nuestras vidas. Es cierto que ninguna de esas herramientas dan resultados si no detectamos el origen de nuestro estrés. El origen está enlazado con el miedo. Cuando los miedos son exagerados o de origen desconocido, nos paralizan y nos impiden disfrutar de la vida. No hay ningún secreto, es una actualización de nosotros mismos lo que nos permitirá hacerle frente a lo que nos ata para soltar las ataduras y dejarnos volar hacia lo que queremos conseguir en la vida. Hay veces que el no saber hacia dónde queremos ir, nos hace ir a la deriva y por eso nos dejamos llevar por aquellos patrones más conocidos en nuestros entornos.
Miedo a la soledad, a nos ser aceptados, a envejecer, a no ser perfectos, a no tener dinero, a lo desconocido, a vivir… Para iniciarte en la gestión del estrés, antes hay que indagar dentro de nosotros y plantearse las siguientes tareas:
1.- ¿ A qué temo cuando me siento estresado/a?
2.-Ponle nombre y concreta tu miedo.
3.- Analiza lo que ha desencadenado en ti y las limitaciones que te crea.
4.- Racionaliza y descubre las decisiones que debes de tomar para poder controlarlo.
Gestionar mi estrés
[Tweet “”Nunca es demasiado tarde para cambiar el modo en el que vives””]
La primera fantasía que debemos descartar para dominar el estrés, es aceptar que no lo vamos a eliminar para siempre. El estrés es positivo para nuestras vidas, ya que gracias a él podemos alcanzar nuestras metas, trabajamos más rápido, nos da satisfacción y nos hace activar nuestros instintos más básicos como la huida cuando está en juego nuestra supervivencia. El estrés negativo o distrés, es lo que nos hace padecer síntomas de cansancio, ansiedad, falta de sueño, depresión, etc. Es ahí cuando tenemos que actuar. Aquí comparto algunas de las claves para su gestión:
- Párate y toma conciencia de lo que te pasa: Hemos aprendido a no pararnos por el miedo a ver aquello que nos hace daño. Rompe con este pensamiento y toma conciencia de tus miedos ya que estos también forman parte de tu deseo por cambiar las cosas. “Nunca es tanto como pensamos”
- Empieza por una cosa: Cuando nos lanzamos al vacío, la ansiedad por terminar nos impide hacernos cargo de forma efectiva de las cosas. Empieza por aquello que sea más importante para ti dentro de cada contexto (laboral, familiar, social, etc.) y deja lo urgente a un lado. Hoy en día urgente es todo, así que aprendamos a decir que NO con criterio.
- Rompe con lo que crees ser: El caracter que definimos es simplemente un molde para encajar y ser aceptados por los demás. Somos un sin fín de posibilidades sólo tienes que dejarte ser todas y cada una de ellas. Aceptar nuestras polaridades nos facilitará la creación de nuevas soluciones antes circunstancias que nos tienen atrapados por no romper el concepto que tienen de nosotros mismos.
- No idelalices: La felicidad no es sentirse siempre bien, es ser conscientes de las herramientas que tenemos o nos hacen falta para poder hacer frente a las situaciones de la vida.
- Relativiza las consecuencias: El catastrofismo se produce por una sobreestimación de la posibilidad de que los resultados sean negativos y una infravaloración de nuestra capacidad para hacer frente a la situación. Creer en nosotros mismos y cuestionar nuestros pensamientos nos darán la base para poder construir pensamientos más realistas y hacer frente a las consecuencias de una mala gestión del estrés.
- Aprende a conocerte: Este es el mayor regalo que me he hecho. Busca un coach, terapeuta o psicólogo que te acompañe en esta interesante aventura de vivir. Uno de mis mayores descubrimientos: “Yo soy la que dirijo mi vida”
- Tómate tu tiempo: Aunque los síntomas del distrés nos hagan perder la paciencia, es importante ser consciente que el reprogramar nuestra mente y hábitos necesita de ciertos ingredientes que sólo dependen de nosotros como el esfuerzo, la constancia, el aprendizaje, la pausa y la réplica de hábitos. Para ello, date tiempo es el mejor antídoto para estar preparados y conseguir los resultados que esperamos.
- ¿Para qué vives?: Responde con calma y tiempo a esta pregunta, nadie lo puede hacer por ti. Cuando la respondas, te darás cuenta hacia dónde te diriges y si el camino que has tomado te facilita llegar hasta tu objetivo.
Estas y otras claves fueron compartidas en la experiencia de aprendizaje que gracias al Proyecto Mentor tuve la suerte de vivenciar como facilitadora junto con la empresa Centro MundoLengua. Las primeras claves ya la tenían ellos sin saberlo y es la actitud de querer sentirse bien y hacer de su trabajo un medio para la realización personal y profesional. Desde ahí como coach y psicoterapeuta es muy fácil trabajar. ¡Enhorabuena!
Recursos para la Gestión del Estrés:
Libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”
Libro “Vivir es un Asunto Urgente”
Si quieres saber más sobre este tema, pulsa aquí