Hoy estas líneas tienen un carácter diferente al resto de los post que suelo escribir, esta vez no quiero informar o compartir, sino más bien expresar una opinión que durante este primero de curso me lleva taladrando la cabecita. Como sabéis en Innovación Social se trabaja codo a codo con personas y entidades sociales, y esto te ofrece la oportunidad de ver y escuchar en primera línea sus necesidades más directas. Durante estos meses también he vivido y he sido más consciente de sus presiones, que son las mismas que sufro yo, tú y cualquiera que viva en este mundo. Las exigencias sociales nos invaden, la competencia nos ahoga y la perfección nos hace vivir una vida de insatisfacciones.
“¿Es está realmente la vida que queremos vivir? ¿No será acaso que esta vida moderna está teniendo más de moderna que de vida?” Mafalda.”
Lo que debe ser (exigencias sociales)
Un sín fin de exigencias nos ametrallan todos los días nada más abrir el ipad, salir a la calle o en nuestro puesto de trabajo. Tenemos que ofrecer confianza, ser flexibles, autocontrolar nuestras emociones, trabajar en equipo, escuchar de forma activa, tener empatía, ser creativos, controlar la ira y la angustia, manejar las nuevas tecnologías, ser líderes, puuuff!! Todo ello se convierte en deberes que se agolpan en nuestra mente para dar paso a los Tengo y a los Debo que nos planteamos en la vida. Te propongo un ejercicio, escribe en un papel cinco frases que empiecen por Tengo y/o Debo. Ej: Tengo que fundar una familia, debo tener un cuerpo 10. Cambia los tengo y los debo por la palabra Quiero y hazte la pregunta: ¿Tiene esto sentido para mi o es por mi entorno?
Solemos evaluar lo que es bueno y malo en función de nuestros intereses y necesidades para filtrar nuestros pensamientos y acciones, por lo que el bien y el mal podemos decir que son sentimientos de bienestar y malestar que clasifican a las personas u objetos en bueno o malo para nosotros. Este mecanismo es natural y parece simple pero lo bueno o malo pierde su sentido, ya que el bienestar y malestar es extendido hoy por hoy en función de los intereses de la sociedad, sin tener en cuenta que eso puede ser sano o no para nosotros mismos. Aunque aparentemente todos somos iguales, no todos podemos estar sometidos a las mismas normas sociales y exigencias, no podemos ser clones con las mismas conductas. Ante esto aparece el castigo social para los desobedientes: “estos son unos raritos”, o bien el autocontrol emocional y social ocultando nuestra personalidad provocando la frustración constante, malestar, opresión,etc.
Me siento cansada de ver a personas que no expresan sus sentimientos para no recibir etiquetas de lloronas, sensibles y débiles. Niños y niñas que reprimen talentos por miedo a destacar y ser diferentes. Listillos que se aprovechan del miedo de los demás a decir aquello que no les gusta. Me siento cansada de ésta tensión y de la corriente de debeísmo que se nos impone, suprimiendo algo tan valioso como el querer y el respeto. Supuestamente estamos en un mundo más libre, y en muchos aspectos veo máquinas en busca de buenas notas que quieren ser integradas en una sociedad enferma más por el tener que por el ser.
¿Realmente quiero ganar más dinero?…
¿Quiéro trabajar en equipo?…
¿Quiéro y necesito cambiar?…
Quiero ser yo (libertad para elegir)
¿Quién soy yo o quién debo ser? Hace precisamente dos días, leí un artículo de Richard Dawkins hablando sobre la importancia de no educar a los niños siendo dioses o princesas, algo que me crispó. ¿Qué tiene de malo ser princesa si realmente quiero serlo? Otra cosa es que mi entorno quiere que lo sea pero si de forma natural me sale ¿por qué renunciar a ello?. Siento que estamos en un momento complicado donde muchos de nuestros pilares sociales se están viniendo abajo y eso puede generar mucha confusión. Para sentirnos a salvo reproducimos mecanismos de evitación como:
- Escotoma: Pretender no ver y no oír para que las fuentes de la molestias desaparezcan.
- Selectividad: Seleccionar sólo aquello que nos interesa.
- Inhibición: Retenemos la expresión, por ejemplo llorar.
- Huida: Es una de las evitaciones más conocidas. Evitas el contacto con lo real, sales corriendo para no experimentar el dolor.
- Sobrecompensación: Para evitar el sentimiento de inferioridad construimos multitud de medidas protectoras para reponernos mediante el desarrollo de habilidades o destrezas que compensen esa debilidad que nos hace pequeños. Ej: personas inseguras que representan ser excesivamente extrovertidos.
Evitar no es malo en ciertas ocasiones, lo insaluble es estar constantemente evitando la realidad para no sentirnos mal con nosotros mismos. Tenemos la posibilidad de recuperar el poder personal, mediante la responsabilidad de ser quien quieres ser. Como bien dice el video que comparto aquí con vosotros, ser humano es perfección y también imperfección y el mundo cada vez siento que está menos preparado para ello. Reivindiquemos nuestro lugar para dar paso al descubrimiento de lo que realmente te hace sentir bien, di tus propias palabras y no las que se esperan de ti, ten tus propios pensamientos y olvida el rechazo que eso puede provocar, toma tus decisiones y siéntete libre para expresar las emociones más escondidas como la rabia, la tristeza o el miedo, siempre desde el respeto a la integridad física y psíquica de otras personas.
¿Quién soy yo? Seguramente una de las preguntas más desconcertantes que podemos hacernos, porque realmente tiene miles de respuestas y no es estática en el tiempo. Descubrir lo que te mueve, enfada, provoca… descubrir tus defectos, tus virtudes y rutinas. Poner conciencia en lo que eliges, expresas y tomar la responsabilidad de ser quien quieres ser. Desde mi experiencia os puedo decir que es un camino impresionante, con obstáculos y recompensas. Este camino merece la pena explorarlo para poder crear una sociedad más sana e íntegra, más alejada de la frustración permanente de estar viviendo una vida destinada hacia los demás y no para uno/a mismo/a. ¿Cómo te hace sentir todo esto? Compártelo.
[Tweet “”No quiero ser una máquina, quiero llegar a ser una persona capaz de equivocarse” “]
Foto destacada: gratisography.com
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Muy gestáltico. Maravilloser. Se puede decir más alto pero no más claro.
Muchas gracias por leer el post. Es difícil poner palabras a lo que se mueve por dentro pero cuando lo haces, es toda una satisfacción. Un abrazo y buena semana. 😉
Muy gestáltico. Maravilloser. Se puede decir más alto pero no más claro.
Muchas gracias por leer el post. Es difícil poner palabras a lo que se mueve por dentro pero cuando lo haces, es toda una satisfacción. Un abrazo y buena semana. 😉
Últimamente es como si se hiciera más cuesta arriba, y es cierto, muchas veces estamos condicionados socialmente para esconder lo que realmente queremos de nuestra vida por no decepcionar a los que tenemos alrededor o simplemente por no entrar en conflicto con otros, es más fácil dejarse integrar en lo socialmente aceptable; pero hay muchas cosas de este mundo con las que no estoy de acuerdo y no hacer nada me consume, pero a veces ves que hay tanto que cambiar que ni siquiera sabes por dónde empezar incluso cuando son cosas de uno mismo.
Hola Rocío, comparto esa sensación que me comentas en muchas ocasiones. Quizás es nuestro concepto de conflicto el que nos limita a la acción. ¿Qué significa para ti el conflicto? Con el paso del tiempo, he aprendido que no puedes gustar a todo el mundo, aunque eso signifique dejar a un lado a personas que crees que son necesarias en tu vida. Esa cuesta arriba, tiene mucho significado pues puede que te indique que necesitas hacer pequeños cambios. Uno de los pequeños cambios que he realizado es aprender a aceptarme realmente como soy y desde ahí poco a poco, ir caminando con responsabilidad hacia lo que quiero y no quiero. Cambiar el mundo es casi imposible pero sentirnos bien con nosotras, es algo que está a nuestro alcance. Un abrazo muy fuerte y mucha fuerza para dar el salto. Gracias también por dedicar un ratito de tu tiempo a leer este post. 😉
Pues justamente en eso tengo a veces problemas; muchas veces por intentar no molestar a alguien (normalmente cercano, veáse familia o amigos) hago algo que en realidad sé que no es lo que quiero pero en cierta manera me veo en la obligación de hacerlo por no decepcionarles, y a veces la contrapartida es que me siento mal conmigo misma… a ver poco a poco voy aprendiendo, antes no era capaz de decir que no y ahora ya hay ocasiones en las que sí que puedo, aunque también me siento un poco mal a veces por eso y le doy vueltas… en fin, ¡Qué difícil! Muchas gracias por tu respuesta 🙂 me quedo con tu última frase y es que normalmente se me olvida justo sentirme bien conmigo misma.
Últimamente es como si se hiciera más cuesta arriba, y es cierto, muchas veces estamos condicionados socialmente para esconder lo que realmente queremos de nuestra vida por no decepcionar a los que tenemos alrededor o simplemente por no entrar en conflicto con otros, es más fácil dejarse integrar en lo socialmente aceptable; pero hay muchas cosas de este mundo con las que no estoy de acuerdo y no hacer nada me consume, pero a veces ves que hay tanto que cambiar que ni siquiera sabes por dónde empezar incluso cuando son cosas de uno mismo.
Hola Rocío, comparto esa sensación que me comentas en muchas ocasiones. Quizás es nuestro concepto de conflicto el que nos limita a la acción. ¿Qué significa para ti el conflicto? Con el paso del tiempo, he aprendido que no puedes gustar a todo el mundo, aunque eso signifique dejar a un lado a personas que crees que son necesarias en tu vida. Esa cuesta arriba, tiene mucho significado pues puede que te indique que necesitas hacer pequeños cambios. Uno de los pequeños cambios que he realizado es aprender a aceptarme realmente como soy y desde ahí poco a poco, ir caminando con responsabilidad hacia lo que quiero y no quiero. Cambiar el mundo es casi imposible pero sentirnos bien con nosotras, es algo que está a nuestro alcance. Un abrazo muy fuerte y mucha fuerza para dar el salto. Gracias también por dedicar un ratito de tu tiempo a leer este post. 😉
Pues justamente en eso tengo a veces problemas; muchas veces por intentar no molestar a alguien (normalmente cercano, veáse familia o amigos) hago algo que en realidad sé que no es lo que quiero pero en cierta manera me veo en la obligación de hacerlo por no decepcionarles, y a veces la contrapartida es que me siento mal conmigo misma… a ver poco a poco voy aprendiendo, antes no era capaz de decir que no y ahora ya hay ocasiones en las que sí que puedo, aunque también me siento un poco mal a veces por eso y le doy vueltas… en fin, ¡Qué difícil! Muchas gracias por tu respuesta 🙂 me quedo con tu última frase y es que normalmente se me olvida justo sentirme bien conmigo misma.
me gusta bastante tu post y bueno estaba haciendo una investigación sobre este tema y realmente me encanta la información que muestras gracias
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