Hace unas semanas me contactaba Carlos Gómez de GÓmez&GOrshkova, un estudio de arquitectura de Galaroza en la Sierra de Aracena (Huelva) con motivo del Coworking Rural que celebraremos en Septiembre de 2015. A primeras me llamó la atención que un estudio de arquitectura e interiorismo de estas características encontrara inspiración y mercado en nuestra querida comarca serrana. Después de un par de click, lo entendí todo.
Felicidades por la iniciativa de atraer a esta tierra lo mejor de cada uno de los que componéis GÓmez&GOrshkova y espero que coincidamos pronto. Para ir abriendo boca os dejo con algunas respuestas a cuestiones que alineadas con nuestro propósito como AlmaNatura se deja entrever otra forma de construir en la Sierra de Huelva, de una forma más sostenible, equilibrada y armónica.
1. ¿Cuál es la revolución de trae GÓmez&GOrshkova? ¿Por qué es importante?
Probablemente nuestra revolución sea la de la lechuga. Hace poco leímos que no había nada más revolucionario que un huerto. Lo que contiene esta frase, no puede limitarse al cultivo de la tierra, sino que supone una inversión casi completa del orden de valores impuesto por la cultura dominante. Elegir el esfuerzo frente a la especulación, la creatividad frente a la productividad, el sol al minutero, lo cósmico frente a lo inmediato. Ahora que han pasado los años más duros de la pesada digestión del ladrillo, es más importante que nunca prevenir contra aquellos excesos y evitar deslizarse por la misma pendiente de nuevo. Spengler escribió: <cuando la ciudad habla la aldea calla> y, sin embargo, su voz nunca antes fue tan necesaria.
2. ¿Cómo se podría favorecer la fijación de población rural?
A menudo centramos el potencial del lugar en aspectos de orden turístico, pensamos antes en atraer que en exportar. Con frecuencia olvidamos que el principal capital del lugar está en las personas. Por manido que suene, las nuevas tecnologías nos prestan las herramientas necesarias para revolucionar el ámbito rural. Las industrias manufactureras locales tienen ahora la posibilidad de reinventarse por completo. Nuestros pueblos ofrecen espacios de creación inmejorables, naves en desuso, antiguos talleres… La retención del talento es posible, se dan los medios y las condiciones para ello.
3. ¿Realmente lo rural está de moda? ¿No es eso un peligro?
Me cuesta pensar en ello como una moda. El ruralismo y el discurso anti-urbano nos acompañan desde los textos de la Arcadia. La revolución industrial hizo de ello un tema central, hasta hoy. Las sociedades industriales han ideado paliativos al estrés urbano, algunos de ellos desastrosos, como el suburbio. El fenómeno del éxodo urbano, o de la contraurbanización en expresión más académica, es aún muy incipiente en nuestra región, posiblemente porque nuestras ciudades, pese a todo, han logrado conservar mejor la escala humana. El exilio interior es más bien una opción que una obligación, la escala del fenómeno en Andalucía permite que éste pueda ser acogido sin riesgo de desbordamiento. De hecho la oferta supera ampliamente la demanda. No me refiero aquí al turismo de masas, que requiere un tratamiento diferenciado.
4. ¿Qué hace GÓmez&GOrshkova por las personas de la Sierra de Aracena?
Nuestra oficina tiene como objetivo que los locales aprecien tanto las técnicas constructivas como la calidad intrínseca de las arquitecturas populares y, por extraño que parezca, explicar su proximidad al diseño contemporáneo. La justa valoración del patrimonio mal llamado menor y su inserción dentro del relato moderno es para nosotros un campo de lo más estimulante. Tratamos que nuestra generación sea capaz de aportar un criterio propio de relevancia cultural, algo que es contrario a la museificación y las escenificaciones de rusticidad impostada. En otro ámbito hemos contribuido a mejorar la calidad de vida de las familias del entorno, facilitando la consecución de ayudas públicas para la mejora de la eficiencia energética de sus viviendas. Algo muy necesario dada la antigüedad del caserío local.
