Además de buscar el desarrollo económico, el gobierno local tiene la responsabilidad de trabajar porque su población viva de una forma segura, sana, tolerante, y que pueda desarrollarse personal y profesionalmente. Para ello, el acceso a la cultura es de suma importancia, pues aporta al ser humano autorrealización, contacto con otras personas, fomenta valores como la tolerancia, ayuda a desarrollar incluso otras formas de inteligencia y la creatividad.
En este post, cuando hablo de cultura, no pretendo acoger el término en el sentido más puramente antropológico de “manifestaciones materiales, espirituales e ideológicas que representan a una o varias personas y que las identifican como parte de un conjunto mayor de individuos” de las que ya hablamos largo y tendido en este blog, o de identidad cultural, que también hace un par de meses Isra comentó. Me refiero a la cultura como servicio de ocio o incluso industria, la cultura como un elemento de consumo.
La cultura es una de las herramientas más importantes para el empoderamiento de la población rural y, por eso, el acceso a todas las manifestaciones culturales, debe estar incluido en las políticas locales y territoriales. Los servicios culturales podemos considerarlos como servicios básicos, y ha de garantizarse que toda la población pueda tener un acceso igualitario a los mismos.
Además, el sector cultural puede incluso contribuir al desarrollo económico del municipio. Al tratarse de un sector tan poco explorado en los pueblos, cuenta con un gran potencial como fuente de empleo y/o emprendimiento para personas del pueblo. Por ejemplo, podría incluirse en los planes turísticos del municipio, y así atraer la atención hacia el pueblo más allá de estar en un enclave bonito o tener un patrimonio arquitectónico alucinante (aunque también forma parte de la cultura del pueblo, claro), pudiendo crearse así algún que otro puesto de empleo desde el propio Ayuntamiento.
Tenemos que entender la cultura como atractivo turístico en un sentido amplio, no solo con la visita a museos y monumentos sino como excusa para realizar un viaje y disfrutar de ciertos eventos de ocio. Por poner otro ejemplo, cada día aparecen más y más festivales de música en entornos rurales, algunos con artistas locales y otros con foráneos, pero que se publicitan y se aprovechan de los circuitos de visitantes que consumen este turismo para dar a conocer unos lugares que ofrecen mucho más que un concierto (como el “Festival Leturalma”, impulsado por la cantante y compositora Rozalén en su propio pueblo de menos de 1000 habitantes en Albacete, o el pasado “Senderos de Música”, en Higuera de la Sierra, un pueblo de la Sierra de Huelva de poco más de 1300 habitantes), muchos de ellos organizados y financiados por los y las habitantes o empresas privadas del sector cultural.
Tirando hacia el emprendimiento, se me viene a la cabeza un ejemplo que tengo a pocos kilómetros de mi pueblo, en un municipio de poco más de 800 habitantes, Alájar. Hace unos años, se abrió en el pueblo una pizzería diferente y original, “La Plazita, Peña Flamenca”, un local donde puedes degustar riquísimas pizzas artesanas mientras disfrutas gratuitamente de la mejor música. A través de dos manifestaciones culturales como son la gastronomía y la música, se ha conseguido dinamizar la oferta cultural no sólo del municipio, sino de toda la comarca, recibiendo muchísimos visitantes en cada concierto, así como reafirmando un elemento del patrimonio cultural andaluz como es el flamenco.
Como vemos, la cultura puede ayudarnos a revitalizar los pueblos, dinamizando su economía y a la población, y aportando más valor al municipio del que ya tiene de por sí. Sin pretender ser pretencioso, hoy voy a aportar algunas ideas más de cómo, sobre todo desde la administración local, se puede dar un empujón a la cultura en el pueblo para que se convierta en una fuente de potenciación del mismo.
¿Qué puede hacer tu pueblo para fomentar la cultura?
- Asegurar unos servicios básicos mínimos culturales: como que haya algún servicio de biblioteca unas horas al día, o algún evento para todos los públicos al menos una vez cada dos semanas.
- Incluir la cultura de manera transversal en todos los planes y programas del Ayuntamiento: desde añadir los conocimientos, saberes y remedios populares en el Plan Municipal de Salud, hasta integrar incentivos para empresas culturales en los programas de emprendimiento.
- Utilizar lugares públicos diferentes como escenario para actividades culturales, dinamizando así todos los barrios del pueblo, como por ejemplo conciertos en el parque municipal o una exposición en algunas calles del municipio.
- Garantizar el acceso a las infraestructuras donde se desarrollen programas culturales, a todas las personas con movilidad reducida del municipio, así como intentar fomentar el acceso a personas con otras discapacidades.
- Promover actividades extraescolares relacionadas con la cultura para los y las menores del municipio como talleres de teatro, aula de música o de danza, etc., para comenzar a introducirles las inquietudes culturales.
- Apoyar las iniciativas culturales populares de las asociaciones del municipio, así como promocionar el asociacionismo cultural como medida para fomentar la creación de actividades culturales autogestionadas.
- Colaborar con otros municipios de la comarca para compartir gastos y ofrecer conjuntamente una oferta cultural rica en contenido y variada para todas las personas de la zona.
- Celebrar concursos relacionados con la cultura y las artes para fomentar la práctica de diferentes manifestaciones culturales por parte de la población: Concursos de pintura o escritura, batalla de bandas de música, competiciones de cocina, etc.
- Crear programas culturales que implique a los comercios y bares del municipio. Utilizar así unas infraestructuras previamente existentes para ahorrar en la puesta en marcha de actividades: ciclos de conciertos o talleres gastronómicos en los bares del pueblo, ferias literarias en las librerías o comercios de papelería, etc.
- Elaborar un boletín cultural del pueblo en colaboración con asociaciones y empresas de la localidad. Así, todas las personas podrán saber qué acontecerá en los próximos meses, y podrán incentivarse a participar en futuras acciones, así como los comercios locales conseguir mayor publicidad.
Aunque sólo sean unas ideas muy básicas, considero que son bastante asumibles incluso por Ayuntamientos de menor tamaño. Aplicando algunas de estas medidas, los pueblos podrán tener una vida cultural que hará las delicias no sólo de sus habitantes, sino de todas las personas del territorio, apoyando así a la revalorización del mismo. No hay que olvidar que, quienes crean y conservan la cultura son las personas, por lo que la iniciativa vecinal también debe ser un apoyo para conseguir un pueblo culturalmente más rico.