¿Es la colaboración público privada la clave ante el Reto Demográfico?

Recientemente he tenido la ocasión de participar como ponente en el evento ‘Innovación Social y Alianzas: ideas contra la despoblación rural’, de la Fundación SERES. Fue un encuentro online en el que se puso de manifiesto la importancia de las alianzas público-privadas y el papel que juega la innovación social ante la despoblación rural.

Cuando hablo de innovación social me refiero a la creación de ideas, estrategias y modelos que permitan solucionar las necesidades de una comunidad. Hecho que se está convirtiendo en un agente fundamental para la reactivación de comunidades rurales por diversos motivos:

1. Los retos de las personas son el centro de la acción. Por tanto, la escucha a los habitantes es prioritaria.
2. Empodera a los autóctonos ofreciendo soluciones sostenibles y no se imponen soluciones importadas sin encontrar el encaje local.
3. Es una oportunidad para transformar los retos rurales en soluciones de autoempleo mientras les damos respuesta.

El Reto Demográfico es suficientemente grande como para estar unidos (sector público y privado). Ante la actual situación se hace imprescindible que todos pongamos de nuestra parte, fundamentalmente por los siguientes motivos:

1. Las alianzas público-privadas hacen multiplicar los recursos económicos y humanos para conseguir los objetivos marcados.
2. Las empresas deben forman parte de la solución de muchos de los problemas de la sociedad, apartando otras visiones cortoplacistas.
3. El interés mostrado en el desarrollo rural por entidades públicas y privadas aumenta la revalorización de la vida en el pueblo.

Y es que en el ámbito rural no hemos estado acostumbrados a recibir ayudas desde lo privado. De hecho, durante los 23 años de existencia de AlmaNatura, no fue hasta hace ocho cuando conseguimos el apoyo de organizaciones privadas que se sumaran a nuestro propósito.

Acciones concretas a desarrollar por parte de empresas privadas para reactivar el entorno rural

Antes de nada, es clave que las empresas alineen sus valores de marca, buscando coherencia y alcanzando resultados medibles de su colaboración. No tiene sentido que se sumen al reto solo por moda o presión en los medios. El greenwashing deberíamos haberlo superado ya. Dicho esto, propongo:

1. Desarrollar iniciativas que mejoren la calidad de vida de las personas, al fin y al cabo, es esto lo que les hace fijarse o no al territorio.
2. Romper la brecha digital existente con el desarrollo de acciones formativas para las empresa locales.
3. Pensar en proyectos para los jóvenes, que son el relevo generacional imprescindible para la pervivencia de nuestros pueblos.
4. Proyectos de formación continua para concejales de empleo y técnicos de Desarrollo Local. Son ellos quienes cada día trabajan desde y para el pueblo.
5. Acciones que provoquen arraigo y pertenencia. Si los emprendedores se sienten parte de la identidad de su pueblo, algún día volverán con sus nuevas ideas.

No es ningún secreto que aunando estrategias y esfuerzos, es más fácil alcanzar los objetivos y multiplicar el impacto, pero no está de más recordarlo de vez en cuando. Desde AlmaNatura, seguimos con la mano tendida para las entidades y empresas que quieran tomarla.