Hace no mucho, me atrevía a pedirle a las grandes empresas que pusieran su granito de arena para ayudarnos a combatir la despoblación. Y es cierto que tanto estas empresas como las administraciones públicas a nivel nacional o, incluso, europeo, tienen gran poder para cambiar la situación, así como los recursos suficientes. Pero también está en nosotros y nosotras, al final, somos los y las protagonistas de lo que sucede (o deja de suceder) en el pueblo y podemos hacer mucho más.
En los pueblos contamos con un montón de entidades que están a nuestro alcance, muchos de nosotros y nosotras pertenecemos a una asociación, trabajamos en el cole o en el Ayuntamiento, tenemos un pequeño negocio, etc. Al final todas las personas estamos unidas a algún ente en el pueblo que nos permite sumar todos los apoyos individuales para trabajar de forma conjunta en pro de nuestro pueblo.
A modo de ejemplo, me lanzo hoy a tantear cuáles son esas entidades clave del pueblo y qué podemos hacer desde ellas para evitar la despoblación de nuestro hogar.
- Ayuntamiento: No hace mucho, hablé de cómo podían los propios Ayuntamientos frenar la despoblación, pero no está de más refrescar qué acciones son importantes acometer para que el pueblo no desaparezca. Desde mejorar la oferta y las condiciones de vivienda del municipio, que permita recibir nuevos pobladores y mejores posibilidades de emancipación de los y las jóvenes; hasta implicarse en la mejora de servicios e infraestructuras públicas (centros de ocio, conexión a internet, espacios de trabajo online y coworking); pasando por el impulso del emprendimiento y la empleabilidad del municipio. En la mano del Ayuntamiento está el poder hacer todo lo posible para mantener activo y despierto el pueblo.
- Colegio: Aprovechar la oportunidad para poner en valor el entorno que les rodea, hacer ver a los más pequeños que son los guardianes de los valores, costumbres y tradiciones del pueblo, que pueden salir, aprender y vivir aventuras, pero que tengan el foco puesto en traer todo de vuelta al pueblo y poner su granito de arena para mejorarlo. Además, la educación de calidad puede ser un atractivo para atraer nuevas personas al municipio. Las facilidades que da el tener clases reducidas y una apertura mayor al medio natural, permite implementar diferentes metodologías de enseñanza, que atraerán a aquellas familias que quieran educar a sus hijos e hijas de forma consciente.
- Centro médico: Los centros médicos rurales son otro de los espacios más importantes para la población y, desgraciadamente, cada vez son menos los que se van conservando. Poco a poco van restando horas de atención y el personal sanitario se ve obligado a desplazarse a cada vez más pueblos para dar su servicio. Aunque demasiado tienen con atender de la mejor manera posible, es importante que también apoyen de forma más emocional a las personas del pueblo. Un o una médico implicado con la población, que escuche y que esté pendiente, evitará que el pueblo se quede sin personas dando confianza a sus hijos/as ya que muchos de ellos no residen ya en la localidad.
- Farmacia: Si hay un establecimiento que es diariamente visitado por las personas mayores del municipio, ese es la farmacia. El trabajo del farmacéutico o farmacéutica del pueblo, no se limita a la venta de medicamentos, sino que, de forma intencionada o no, termina llevando cierto control de la salud de los y las mayores del municipio. Estandarizar este control, teniendo un pequeño registro de las familias de los clientes habituales para avisar en caso de urgencia, puede ser una buena forma de mantener a las personas en sus casas y evitar así que tengan que abandonar el pueblo. Iniciativas de este tipo se han llevado a cabo en varias zonas rurales del país y los resultados han sido muy positivos.
- Asociaciones: Si algo me ha dado a entender los años que llevo formando parte de AlmaNatura, es que un pueblo no es un pueblo si no tiene al menos una asociación. Las asociaciones de mujeres, de mayores, juveniles, clubes deportivos o hermandades, son el alma de los pueblos, las entidades que vertebran la participación del municipio y, sin las cuales los vecinos y vecinas terminan dependiendo de la administración para la gestión de su ocio y tiempo libre. Impulsar el asociacionismo en los pueblos es asegurarles una vida larga.
- Empresas y comercios: Por último, pero no por ello menos importante, es clave la implicación de las empresas y comercios del municipio para frenar la despoblación. Desde la pequeña tienda de desavío de la esquina, hasta la casa rural del pueblo o la de gestión forestal, matadero o constructora que da trabajo a gran parte de la población; todas tienen mucho que aportar en el cuidado del pueblo. Las empresas del municipio son las responsables de revitalizar lo que es el trabajo en el pueblo, dar los servicios necesarios a su población y, por qué no, traer la innovación al municipio, que sean los altavoces de lo que pasa fuera y apoyen la modernización del lugar, atrayendo así a nuevos pobladores o manteniendo a la población.
Como vemos, la cantidad de actores que pueden colaborar contra la despoblación rural desde el propio pueblo es grande. Ya tan solo es necesario ponerse manos a la obra, establecer nuevas alianzas entre todas y colaborar de forma unificada pues, con el esfuerzo de común es como conseguiremos revertir la situación tan precaria que viven nuestros pueblos.