Lo que puedes aprender de nuestros inicios si quieres emprender en el pueblo

Compartimos qué hemos aprendido en los hitos más importantes en la historia de AlmaNatura. ¿Cómo hemos conseguido llegar hasta aquí?

Hace más de 25 años que nos dedicamos a reactivar el rural, pero cuando empezamos nos enfrentamos a tantas dudas y dificultades como cualquiera. 

También teníamos un gran propósito, y es él que nos han acompañado hasta donde estamos ahora. 

En AlmaNatura creemos en el valor de lo que se comparte. Por eso hoy queremos hacer un repaso a nuestra historia centrado en lo que hemos ido aprendiendo. 

Esta es la historia de los aprendizajes de AlmaNatura, para que puedas aprender de nuestras experiencias si quieres emprender en el pueblo, especialmente si se trata de un emprendimiento social. 

¿Cómo conseguimos nuestra primera empresa aliada?

Desde nuestros comienzos, trabajamos durante muchos años con administraciones públicas llevando a cabo proyectos de juventud y reactivación rural. 

Sin embargo, llegó un momento en el que asumimos que los organismos públicos no podían hacer frente por sí solos a todos los retos que tenía por delante el medio rural, especialmente a la despoblación

El motivo era, en esencia, económico: tras los primeros años 2000, muchas corporaciones locales (de localidades rurales pequeñas) incluso pasaban apuros para cubrir algunos pagos básicos, y tenían muy pocos recursos. 

Llegamos a la conclusión de que lo público no podía hacerse cargo en solitario de un problema tan complejo como la despoblación rural. Un problema que, además, nos incluye a todos. Y comenzamos a llamar a las puertas de las empresas privadas. 

Aprendimos que AlmaNatura debía ser proactiva: no nos limitamos a lamentarnos por el abandono del rural, sino que buscamos una vía alternativa para poder seguir reactivando los pueblos y creando oportunidades. 

Gracias a eso ahora mismo estamos donde estamos.

Un emprendimiento social en el rural debe ser proactivo a la hora de buscar oportunidades y apoyos para seguir llevando a cabo su propósito”. 

¿Cómo comenzamos a desarrollar proyectos de reactivación rural?

En nuestros inicios, en 1997, éramos un colectivo de jóvenes de Arroyomolinos de León (Huelva). En aquellos años trabajábamos con usuarios de todas las edades y condiciones: niños, jóvenes y personas mayores. Llevábamos a cabo acciones de concienciación y sensibilización, y actividades sociales. 

Con el paso de los años, fuimos dando cuerpo a nuestro propósito hasta que tuvimos la oportunidad de dar con el modelo de proyecto que más se adaptaba a las necesidades del rural.

Con nuestra primera aliada privada, la Fundación Vodafone, llevamos a cabo un proyecto que nos ayudó a poner el foco donde necesitábamos: el proyecto Rural TIC, que resultó ser de altísimo impacto. 

  • Se trataba de un programa de alfabetización digital para personas mayores que vivían en los pueblos de España
  • Gracias a él pudimos ayudar a más de 5.000 personas que, debido a la brecha digital, tenían que depender de familiares más jóvenes para resolver los trámites más básicos
  • En los años que duró el proyecto Rural TIC (2013-2016) hicimos centenares de programas de alfabetización digital.
  • Participaron 152 municipios de Huelva, Sevilla y Huesca.  

Esto nos puso a prueba, pero nos demostró que podíamos enfocarnos en proyectos de reactivación rural que fueran realmente relevantes, siempre que contásemos con los aliados adecuados.

Quizá empieces tu emprendimiento ofreciendo varios servicios o sirviendo a diferentes perfiles de personas, pero llegará un momento en el que tengas que enfocarte en el servicio más acorde a tu propósito.

¿Cuándo supimos que este proyecto era viable?

Esta es una pregunta que se hacen muchos emprendedores del rural. 

¿Cómo sé que esto es viable y puedo quedarme en el pueblo, teniendo la seguridad de que podré ganarme la vida?

Para nosotros, irnos del pueblo no era una opción. No disponíamos de un plan B. 

Esto nos depararía una doble lección: 

Por un lado, que tendríamos que pivotar nuestro proyecto tantas veces como fuera necesario hasta encontrar el modelo que nos permitiera ser viables. 

Esto quiere decir: buscar oportunidades diferentes, comenzar nuevas formas de llevar a cabo nuestros servicios, encontrar otros aliados, etc. 

Por otro lado, aprendimos el valor de ser resilientes

La resiliencia, término de moda en estos tiempos, es la capacidad de resistir en situaciones adversas. Una cualidad aún más importante en negocios rurales y en emprendimientos sociales. 

En el pueblo hay menos oportunidades que en la ciudad: hay menos consumo, es más complicado encontrar clientes y ciertos proyectos, como era nuestro caso, son más complicados de sacar adelante. 

Pilotar un negocio resiliente, resistente a las dificultades, es clave para que un proyecto de vida sea viable en el rural. 

Para llegar al punto de ser viable a veces es necesario pivotar un emprendimiento. Mientras tanto, ese proyecto debe ser resiliente, capaz de hacer frente a las adversidades (económicas, sociales, laborales, legislativas, etc). 

¿Qué forma jurídica elegimos?

En 1997 comenzamos nuestra andadura como colectivo. 

Poco después ya éramos asociación y alguno de nosotros trabajaba como autónomo.

En 2004 dimos el salto y nos convertimos en sociedad limitada laboral. 

Ahora mismo, AlmaNatura es una sociedad limitada y una fundación

¿Qué aprendimos de esto? Que la forma jurídica es algo adaptable, y que con el tiempo puede ir cambiando de forma, adaptándose a las necesidades y al propósito de cada emprendimiento. 

La forma jurídica que escojas al inicio es importante, pero no definitiva. Puedes modificarla con el tiempo para adaptarla a las nuevas circunstancias. 

¿Es importante pertenecer a una comunidad de empresas?

En 2013 AlmaNatura se convirtió en la primera empresa española con certificación BCorp

Llegamos al movimiento BCorp por nuestra obsesión de pensar de manera sistémica: no podemos llevar a cabo este propósito solos. 

También nos costaba mucho explicar en qué consistía ser una empresa social (o de triple balance o de triple impacto: económico, social y medioambiental), y a raíz de eso, dimos con el movimiento. 

Ser una empresa certificada BCorp nos ha ayudado a ser parte de una comunidad que tiene valores comunes, incluso a nivel mundial. Somos empresas con un propósito claro, comprometidas con el talento joven, con el bienestar de los equipos de trabajo, y con unos objetivos medioambientales y sociales. 

Aprendimos también que la comunicación de un hecho como este es muy importante: muchos medios se interesaron por AlmaNatura, se hicieron eco de nuestro trabajo y nuestra certificación, así que ganamos proyección y eso nos ayudó a seguir llevando a adelante nuestro propósito

Los emprendimientos rurales, especialmente los sociales, son más fuertes cuando están rodeados de una red de personas que los apoyan. El movimiento BCorp es una de esas redes, pero hay otras asociaciones locales o comarcales que también pueden ser de ayuda. 

¿Cómo puedo enfrentar los costes de ser una empresa social?

Una de las grandes preocupaciones de emprendedores y empresarios es cubrir los costes. En el caso de empresas y emprendimientos sociales en el rural, a esto hay que añadirle el ingrediente del propósito.

Cuando tienes un propósito claro y ambicioso en el que el medio ambiente y la sociedad también juegan un papel fundamental, siempre aparecen las dudas acerca de la utilización de ciertos servicios, o de contratar a determinados proveedores que no encajan con tus valores. Las alternativas, por lo general, tienen un precio más alto. 

Con nuestra entrada en la comunidad BCorp comenzamos a contratar servicios de empresas de la economía social y a comprar productos que respondieran a los criterios medioambientales y sociales que queríamos. 

Tras más de 10 años con la certificación BCorp, nuestra experiencia es que con estos productos y servicios reducimos costes. Quizá el primer desembolso sea mayor que si se tratara de un proveedor convencional. Sin embargo, a la larga hemos bajado los costes y descubierto que ciertos productos nos permiten ahorrar debido a su calidad. 

Si hablamos de un emprendimiento social, no sólo es importante cuánto gastas sino en qué y en quién lo gastas. Contratar servicios y consumir productos de otras empresas sociales puede hacerte ahorrar costes a la larga, y además es otra manera de llevar a cabo tu propósito. 

Hemos repasado los hitos fundamentales de la historia de AlmaNatura para que puedas aprender de nuestros inicios como empresa en el rural. ¿Quieres emprender en el pueblo? Podemos ayudarte.
Estos son nuestros proyectos.

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