Cada día nos llega información acerca de la gran cantidad de basura que va a parar a los mares y océanos del planeta. Los que vivimos en entornos naturales podemos, en un simple paseo, encontrar por doquier basura de lo más variada. El abandono de residuos, tanto en entornos costeros como del interior, es conocido como littering. Este problema no sólo ensucia campos, ríos y océanos sino que afecta a la supervivencia de su fauna y supone una grave amenaza para nosotros mismos.
Aunque existen muchas y variadas campañas para concienciar sobre las consecuencias del desecho indebido de pajitas, bolsas, envases de plástico y toallitas higiénicas que provocan atascos en las cañerías de la ciudad, no parece que el ser humano vaya a cesar de generar este tipo de basura. Desde que comencé a transitar los caminos de la sierra en la que vivo me suelo llevar la basura que me encuentro en mis paseos y conozco a muchas personas que hacen lo mismo. Tan sólo hay que acordarse de llevar una bolsa y es seguro que volveremos a casa con la misma repleta de basura. El problema es que estas iniciativas individuales, aunque responden a una educación y responsabilidad ambientales esenciales en los tiempos que vivimos, no son suficientes.
De esta responsabilidad y de la educación como pegamento entre el desarrollo rural y el desarrollo sostenible escribía hace algunas semanas mi compañera Conce Macías. La educación es, una vez más y como en otros tantos ámbitos de la vida, la única solución hacia el cambio real.
Con este propósito nace Libera “naturaleza sin basura”, la primera campaña nacional para evitar el littering en nuestro territorio. Se trata de un proyecto de SEO/BirdLife y Ecoembes que tiene como objetivo concienciar a la población para evitar esta mala práctica que supone un impacto tan negativo en la naturaleza.
Un ejemplo de las acciones que componen el proyecto Libera es la campaña #SeTeHaCaido, que trata de concienciar del impacto del littering y de cómo podemos actuar para evitarlo:
Ejes del proyecto Libera
- Conocimiento: Para poder abordar el problema de la basura en los espacios naturales, debemos conocer más sobre su cantidad, composición, origen, comportamiento y áreas de acumulación. De esta manera, podremos identificar soluciones eficaces para su prevención.
- Prevención: Para cambiar hábitos, informar y educar en el cuidado y el respeto de los espacios naturales.
- Participación: A través de diversas acciones colaborativas, se pone a los ciudadanos en contacto directo con el problema en el terreno, en el ecosistema, haciéndoles ver la necesidad que existe en nuestros espacios naturales de que se recoja lo que otros tiraron y nunca se molestaron en retirar.
En la página web del proyecto Libera puedes encontrar toda la información sobre el proyecto, tanto para participar como para difundir esta iniciativa. Algunas acciones están dirigidas a colectivos constituidos o asociaciones como la Ciencia Ciudadana, en la que se organizan recogidas en diferentes entornos (campos, bosques, montes, ríos, embalses, pantanos, playas y mares) con el objetivo de caracterizar las basuras encontradas en los ecosistemas correspondientes. También se destinan ayudas compuestas por asesoramiento técnico y dotación económica a proyectos de conservación en entornos naturales.
Un metro cuadrado por la naturaleza
Otra iniciativa muy interesante en la que se puede participar a título individual es 1m2 por la Naturaleza, un encuentro anual colaborativo para recoger basura de nuestros espacios más cercanos. En esta experiencia compartida se demuestra que si cada persona se ocupa de limpiar un solo metro cuadrado, el impacto positivo en nuestro entorno natural más próximo será más que notable.
Además de conocer, difundir y participar en este gran proyecto medioambiental cada uno de nosotros podemos aportar (o mejor dicho, retirar) nuestro granito de arena para mitigar este problema. Aquí van una serie de consejos para reducir el consumo de plásticos y envases que se convierten tan rápidamente en basura:
- Llevar a la compra tu propia bolsa reutilizable, de tela o un carrito.
- Obtener todos los productos que podamos sin embalajes plásticos innecesarios.
- Reciclar una botella de agua o conseguir una que puedas rellenar indefinidamente.
- Usar tarteras para transportar comida en vez de envases desechables y llevar nuestro cubiertos y taza para evitar el plástico si consumimos bebidas o comidas “para llevar”.
- Los envases de los productos de higiene como el champú y el jabón pueden sustituirse por pastillas sólidas que no llevan plástico.
- Reutilizar los envases que usemos: latas, tarros de cristal y muchas bandejas de plástico pueden tener más de una vida.
- Reciclar los envases que no podamos reutilizar.
- Conocer y aprender más sobre alternativas al uso del plástico en nuestra vida diaria.
Ojalá que uno de nuestros propósitos para el nuevo año que se avecina sea el de intentar reducir la basura y residuos que hay en la naturaleza a cero.