Hace unos meses ya, mi compañero Juanjo, nos escribía sobre los estereotipos rurales, señalando la importancia de identificarlos para poder deshacernos de ellos. Carentes de cultura, con poca educación o analfabetos, “de campo”, brutos y chapados a la antigua, etc., son los estereotipos que, por lo general, se nos vienen a la cabeza cuando pensamos en las personas de pueblo. Aunque ya he hablado alguna vez sobre cómo deshacernos de ellos a través del entrenamiento del pensamiento crítico, hoy quiero poner el punto de mira en sus principales reproductores y mantenedores: los medios de comunicación, y en especial, la televisión.
Seguro que todos y todas recordaréis el bienintencionado programa de Salvados (La Sexta) de la pasada temporada titulado “Tierra de nadie”. En él, se adentraban en los pueblos a punto de desaparecer, entrevistando a sus últimos habitantes, recordando tiempos mejores en los que en la vida en el pueblo no existía la desesperanza que hay ahora. A pesar de que consiguió visibilizar el gravísimo problema contra el que intentamos luchar en AlmaNatura, la imagen proyectada fue triste y negativa, reforzando algunos estereotipos negativos, como si ya no hubiera remedio para la situación de los pueblos.
Pero si hay productos televisivos que no hacen más que reproducir e incluso crear más estereotipos hacia las zonas rurales, estos son las series de ficción y los pseudo-realities. Desde Macu de “Aída”, hasta Amador y Teodoro de “La que se avecina”, pasando por todos los candidatos a buscar pareja de “Granjero Busca Esposa”, vemos como la representación de las personas rurales en televisión, no hace más reproducir, exagerar y mantener los estereotipos tradicionales que desde siempre se nos ha achacado a las personas de pueblo.
Repercusión del uso de estereotipos rurales en televisión
En este escenario, en el que los ejemplos son muy numerosos, nos encontramos con graves problemas con respecto a la imagen de lo rural que toda la población tiene en la cabeza. Las repercusiones, al igual que ocurre con los estereotipos de género, de etnias, de procedencia, etc., son muy negativas, tanto para las propias personas que viven en los pueblos, como para el propio medio rural en sí. ¿Cuáles son esas repercusiones?
1. Problemas de identidad: Cuando una persona tiene que desplazarse a una gran ciudad, como por ejemplo los y las estudiantes que van a hacer una carrera en la universidad, tienden a negar su procedencia, a esconder el lugar de donde procede, no llegándose a identificar como alguien de un pueblo. Esto es principalmente debido a la imagen que se tiene de las personas rurales, intentando así evitar que se le pueda adjudicar alguno de esos estereotipos tan perniciosos.
2. Freno a la repoblación: Quienes, hartos de la ciudad, quieren plantearse una nueva vida en el pueblo, al buscar información para ver donde se va, no hará más que encontrar noticias y referentes tan negativos, tantos contras, que terminarán por hacerles descartar la idea.
3. Infravaloración de los “supervivientes”: Casi todas las personas que vivimos en un pueblo, tendemos a pensar que los familiares o amistades que se han ido a la gran ciudad, es porque ha tenido éxito en la vida. Lo urbano es sinónimo de éxito, de realización, de “cumplir los sueños”, haciendo ver al superviviente, a quien se queda en el pueblo, que está donde está porque no ha tenido suerte en la vida, porque no tiene más remedio.
4. Problemas de autoestima: El punto anterior, necesariamente conlleva a que la autoestima de las personas que viven en zonas rurales, termine minado. Achacar el éxito a salir del pueblo, es dejar en quien se queda, la sensación de valer menos que alguien de la ciudad.
5. Desconexión entre la población rural y la urbana: Al igual que pasa con otras comunidades del resto del mundo, el desconocimiento o las ideas desvirtuadas que tenemos de “el otro”, hace cada vez más y más grande la brecha entre la población rural y urbana. Igual que alguien de pueblo es señalado en la ciudad, el urbanita también lo es en el pueblo, y todo provocado por los estereotipos que unos y otros tienen de los demás.
6. Homogeneizacion de todas las comarcas rurales: Los estereotipos hacen que generalicemos los conceptos que tenemos sobre un determinado colectivo, cuando se pone el ámbito rural en el punto de mira, se tiende a meter en el mismo saco todos pueblos de España, como si una tradición o un elemento cultural de un pueblo de la sierra de Grazalema, fuera exactamente igual en un pueblo de los Picos de Europa. Esto hace que se pierdan las características únicas tan ricas que se conservan en los entornos rurales.
Los medios de comunicación, y en especial la televisión, el medio más consumido, tiene una gran responsabilidad con respecto a los contenidos e imágenes que proyectan sobre todos los colectivos, e incluso sobre algunos lugares. La imagen negativa, triste y cargada de estereotipos que se ofrece sobre los entornos rurales, afecta no sólo a la imagen que las demás personas se forman sobre ello. También hace mella, y mucho, en el sentir y el vivir de los y las habitantes de los entornos rurales.
Una comunicación más humana, más positiva en la que se muestre un cierto orgullo rural, no hará más que revitalizar los pueblos y a su gente, ayudando a que las zonas rurales y su gran labor, permanezcan en el tiempo. Solo comunicando con sentido, creando personajes más realistas, y mostrando la otra cara de la moneda, es como se podrán revertir las repercusiones de los estereotipos que los medios de comunicación provocan en nuestros pueblos. Y para esto, desde AlmaNatura tenemos preparado un proyecto audiovisual que te encantará, mientras tanto puedes seguirnos en el cana de AlmaNatura en YouTube.