Hoy comienzo este post con una sensación agridulce. Por un lado, la satisfacción de dar por finalizada la parte formativa de uno de los proyectos “bandera” de AlmaNatura en los últimos años, GIRA Jóvenes, que por tercer año consecutivo se implica con los y las jóvenes rurales para dotarlos de las herramientas necesarias para detectar y aprovechar las oportunidades que su entorno les ofrece. Esta satisfacción viene dada además porque hemos conseguido llegar a más de 300 jóvenes de toda España, con un formato híbrido presencial y online que ha supuesto todo un reto, pero quizá por ellos los resultados me han parecido alucinantes (de los que en las próximas semanas seguramente hablará alguna de mis compañeras más profundamente).
Por otro lado, la parte “agria” de este post, viene por tratarse de ser mi último post en AlmaNatura. Después de más de 5 años de aventuras junto a mis compañeros y compañeras, nuestros caminos se separan. Durante todo este tiempo, me he sentido profundamente orgulloso y satisfecho de todo lo que hemos conseguido juntas.
Escribir hoy este post además no es casualidad pues, para mí, es como cerrar un círculo. A pesar de llevar poco más de cinco años en AlmaNatura como parte del equipo, mi vinculación con la entidad se remonta a muchos muchos años atrás. Yo mismo fui uno de esos jóvenes participantes que a sus 14 años tenía las inquietudes propias de la edad y que, poco a poco, gracias a AlmaNatura y la Casa de la Juventud de mi pueblo, fui consiguiendo encontrar mi lugar y mi propósito. Obviamente, en otros 20 años más de vida, he vivido un sinfín de experiencias, pero son esas las que han marcado en gran parte la persona que soy hoy.
Podemos estudiar una formación profesional, una carrera, o lo que queramos, pero el aprendizaje va más allá del currículum que cada gobierno considere apropiado en cada ley de educación. Aprender a ser es algo que no se da en una clase, es vivir la experiencia, es compartir con otros jóvenes, es enfrentarte a los retos que te marca tu entorno, es intentar hacer de tu pueblo el mejor sitio del mundo.
Para cerrar este círculo del que hablaba, aquel adolescente que comenzó a aprender con AlmaNatura, hoy habla con otros jóvenes, los que están viviendo ahora las aventuras de nuestros proyectos, en este caso, GIRA Jóvenes. En particular, he contactado con Claudia González, estudiante del ciclo medio de Formación Profesional de Técnico en Operaciones de Laboratorio en el I.E.S. Escultor Juan de Villanueva, en Pola de Siero (Asturias); y Raúl Cebrián, estudiante del ciclo medio de Técnico en Gestión Administrativa en el I.E.S. Alto Palancia, en Segorbe (Castellón). He charlado un ratito con ellos y aprovecho para señalar aquí algunas de las respuestas más reseñables.
Claudia, Raúl, antes que nada, ¿cómo ha sido para vosotros la experiencia de participar en un proyecto como GIRA Jóvenes?
Claudia: La verdad es que para mí ha sido algo muy divertido, es una experiencia en la que conoces gente y aprendes muchas cosas más allá de lo que vemos en clase y me resulta muy interesante que exista algo así que nos ayude a desenvolvernos mejor en nuestro futuro laboral.
Raúl: Para mí ha sido una gran suerte poder participar en este proyecto de GIRA Jóvenes, ya que gracias a él, a mí y a mis compañeros se nos ha enseñado a desarrollar nuestra autonomía, a potenciar nuestra creatividad, a reforzar nuestras capacidades sociales y, sobre todo, a fomentar el espíritu crítico y social, tan necesario hoy día.
Os doy la razón a ambos, la verdad es que la experiencia es transformadora sin duda y os ayuda además a reforzar vuestras habilidades y competencias. ¿Qué es lo que habéis aprendido gracias a vuestra participación que creéis que podéis aplicar a vuestra vida personal y profesional?
Raúl: Pues como te comentaba antes, gracias a este proyecto, se nos ha enseñado a desarrollar un montón de nuevas habilidades, pero además hemos aprendido a usar nuevas TICs y recursos digitales que no conocíamos, saber más sobre los ODS y cómo nos afectan a nivel local, pero sobre todo hemos aprendido a trabajar en equipo, la importancia de desarrollarse en grupo, no en solitario, lo que favorece mucho la oportunidad de encontrar nuestro lugar en el mundo laboral.
Claudia: Estoy totalmente de acuerdo con ello. La lista de cosas que he aprendido que me pueden venir bien en el mundo laboral es enorme, pero sobre todo me atrevería a decir que han sido esas habilidades y conocimientos nuevos sobre el mundo actual, y el cómo trabajar mejor en equipo incluso con gente que no conocía.
Me alegra mucho saber que gracias a que GIRA Jóvenes llega a vuestro instituto, tenéis la oportunidad de vivir experiencias que, de otro modo, habría sido más difícil. Y es que los jóvenes rurales por lo general parece que solemos tener menos oportunidades que los de la ciudad. ¿Cómo creéis que GIRA Jóvenes puede ayudar a que los jóvenes rurales tengan más oportunidades?
Claudia: Yo lo tengo claro, sobre todo enseñándoles de lo que son capaces de hacer, nunca somos conscientes del poder que tenemos y este proyecto nos lo muestra perfectamente.
Raúl: Yo también creo que gracias a este proyecto vemos que en las poblaciones pequeñas del mundo rural, verdaderamente hay oportunidades de tener un empleo y oportunidades para crear nuevas empresas, pero nos cuesta mucho verlas. Creo que aún tenemos que luchar mucho para conseguir que el mundo rural tenga la vida activa que las ciudades grandes pueden tener.
Rescatando los comentarios de Claudia y Raul, me doy cuenta como proyectos como GIRA Jóvenes y entidades como AlmaNatura, tienen aún mucho que aportar a los y las jóvenes rurales del país, son recursos muy necesarios para reducir esa brecha de oportunidades que hay entre la juventud urbana y rural. El caso de GIRA Jóvenes además lleva ya 10 años apostando por el impulso de los jóvenes, y lo celebró ayer en un genial evento en el que invitó a un sinfín de jóvenes y personas expertas para seguir construyendo juntos el presente y el futuro de los jóvenes.
Sin más, me gustaría despedirme dando las gracias. Gracias a todas las miles de mujeres, jóvenes, emprendedores y emprendedoras, personas mayores, granjas, Ayuntamientos y demás personas y entidades rurales por creer y confiar en mí con cada nuevo proyecto. Gracias a todos los aliados y aliadas de AlmaNatura por seguir apostando por el rural. Y, por supuesto, gracias a mis compañeros y compañeras de AlmaNatura, por este largo viaje de crecimiento y aprendizaje que hemos hecho juntas.