Por Daniel Bargalló;
“Ya está todo inventado” es una frase que todos hemos dicho o pensado alguna vez. Lo cierto es que hoy más que nunca la creatividad se cotiza al alza. Y cuando algo se vende caro suele ser porque hay poco. Entonces, ¿Estamos realmente faltos de ideas?
Para los que nos dedicamos al mundo de los eventos, la cultura y las acciones participativas la realidad pinta diferente. De hecho, hay una cantidad de ideas muy abundante, lo que ocurre es que la gran mayoría de estas no llegan a los oídos ni a los ojos de mucha gente y ocurre un segundo fenómeno aún peor en la mayoría de las ocasiones. Cuando encontramos una idea que funciona nos aferramos a ella como una lapa. Sin embargo, esto va en contra de ser competitivos, eficaces o sencillamente atractivos. ¿Entonces que podemos hacer? ¿Dónde están las ideas?
1. Todos/as somos creativos/as: No te engañes, ni tienes poca imaginación, ni eres tan malo para esto. Estamos continuamente creando, ¿O que crees que haces cuando coges un atajo o cuando decides que ropa vas a llevar puesta? Lo que ocurre es que lo hacemos de manera inconsciente. La clave está en conseguir crear de manera consciente y organizada.
2. ¿Que quieres encontrar? Pensar de antemano en adjetivos para un producto como; innovador, atractivo y diferente sin tener en mente que tipo de producto va a ser, es como intentar adivinar que hay dentro de un bote totalmente opaco y sin etiquetas. Le darás vueltas, vueltas y más vueltas y posiblemente no encontrarás nada, con lo que te desesperarás y se te quitarán las ganas de seguir trabajando en ese producto. Los adjetivos resérvalos para cuando tengas perfectamente perfilado lo que quieres encontrar.
3. Dedícale tiempo: Las grandes ideas no suelen salir del momento de inspiración de una sola persona. Cuesta tiempo, revisiones, críticas y trabajo en equipo llegar a la idea que deseamos, pero es la única manera. Las genialidades existen, pero son mucho menos comunes de lo que pensamos.
4. El éxito no es eterno: El hecho de que hayas triunfado con una idea no implica que esta permanezca infalible bajo todas las circunstancias y durante toda la eternidad. No te dediques a exprimir una idea, en principio exitosa, hasta desvirtuarla y convertirla en un absoluto fracaso. La mayor garantía de éxito reside en la capacidad para cambiar, adaptarse y reedificarse.
Y una vez dicho esto: ¿Haréis lo mismo de siempre con los regalos de Reyes? Quizás ha llegado la hora de regalar algo nuevo… ¿Experiencias tal vez? Felices Reyes 2010.