“Mirlo” o cómo llevar a cabo proyectos de restauración ambiental entre todos

Cambiar las cosas y dejar una “huella positiva” es la filosofía de esta empresa canaria que nos invita a construir un mundo mejor.

“Somos un grupo de amigos, procedentes de distintos ámbitos profesionales, con ganas de cambiar las cosas”. Así se definen los integrantes de “Mirlo”, una empresa que quiere “poner en manos de la gente la posibilidad de dar un giro positivo al mundo” porque, según la reflexión que hacen de la situación actual, “estamos viviendo una época en la que reina la insatisfacción y nosotros creemos que, si todos ponemos de nuestra parte, la situación puede transformarse”.

Iniciativa, positivismo, ilusión, pasión por lo que hacen y, sobre todo, ganas de un cambio es lo que irradia este proyecto nacido en Canarias de la mano de Yeray Martínez Montesdeoca (consultor forestal), Jesús de la Plaza (diseñador y desarrollador web), Lucía Rodríguez Corral (traductora y encargada del apartado de comunicación) y Jaime Micah Lawrence (consultor forestal internacional). “Huimos de las visiones catastrofistas y vemos el futuro como un campo enorme en el que plantar nuestras semillas”. Con esta idea bien clara comienza a andar Mirlo. Así lo narran sus integrantes, a quienes agradezco que hayan querido presentarme su proyecto, y así os lo cuento ahora, utilizando las propias palabras de los protagonistas de la historia.

Reme: ¿Qué proponen con esta iniciativa?
Mirlo: Proponemos que todo el mundo tenga la posibilidad de dejar una huella positiva en el planeta. Queremos que todo el mundo pueda establecer una relación positiva con la naturaleza como hace el mirlo capiblanco, que migra a Canarias todos los inviernos, se alimenta de las semillas del cedro canario —que está amenazado— y, gracias a eso, las semillas del árbol pueden germinar y multiplicarse. El mirlo obtiene alimento y además ayuda a recuperarse al cedro, es un intercambio en el que todos ganan. Nos parece que simboliza muy bien lo que nos gustaría conseguir a nosotros. Es la historia que contamos en nuestro vídeo

¿Qué objetivos persiguen al crear esta empresa?
Nuestro objetivo es sumar estas ganas que tenemos de cambiar las cosas en positivo con las ganas de otra mucha gente para crear sinergia; que el impacto positivo de cada uno se vea multiplicado por el hecho de sumarlo con el de los demás. Que uno más uno no sume dos sino tres, cinco o veinticinco.
Los proyectos de restauración ambiental son costosos y, para ser eficientes en generar huella positiva, se consigue mucho más si empleamos conjuntamente mucho dinero que si empleamos ese dinero mediante acciones pequeñas. Es el poder del crowdfunding o el concepto de economías de escala. Cada uno, solo, puede sacarle muy poco partido a su esfuerzo. Pero si juntamos el esfuerzo de muchos, el impacto es mucho mayor. Esto es muy importante porque las necesidades de restauración son muy grandes y de esta manera, optimizando costes, se puede avanzar mucho más rápido.

¿En qué proyectos están trabajando actualmente?
Nuestro primer proyecto consiste en la recuperación de una zona de la corona forestal de Tenerife. Es una zona que hace años se reforestó con pinos no autóctonos que no han resistido bien los vendavales de la zona; ahora está arrasada. El plan es reforestar la zona con especies autóctonas, favorecer la biodiversidad y establecer una relación de reciprocidad con las comunidades locales.
Esto último es también algo que queremos potenciar, que los proyectos beneficien a la gente de la zona. El hecho de ejecutar el proyecto ya supone un beneficio directo, por la mejora del paisaje, de la calidad del aire y el agua, etcétera. También porque la ejecución supondrá generar empleo local. No obstante, creemos que se puede llegar más lejos y buscamos que, mediante el proyecto ambiental, la gente pueda conocer también productos y servicios locales auténticos y cuidados. En el caso de este proyecto, hemos vinculado a la repoblación la producción de miel y el poder conocer actividades tradicionales del valle de la Orotava: la construcción de pajares y la elaboración de pelotas de gofio.

¿Cómo puede participar la gente en estos proyectos?
Ofrecemos varias posibilidades de participación. Cualquiera que tenga ganas de transformar su huella medioambiental en positivo, puede contribuir directamente con una aportación económica, en función de lo que desee transformar (el uso de su coche, un viaje en avión, etc.). Nos comprometemos a plantar un número determinado de árboles por cada cantidad.
Para nosotros es primordial que la huella positiva repercuta también en las comunidades locales de las zonas de los proyectos. Como nuestro primer proyecto es en Canarias, hemos creado alianzas de colaboración con asociaciones y empresas de la zona. Por eso, para quienes vayan a viajar por las zonas del proyecto o estén ya allí (en el caso del proyecto actual, en Tenerife), ofrecemos la opción de multiplicar la huella positiva comprando un paquete prémium. Quien elija estos paquetes, además de contribuir a la reforestación de la zona, tiene la posibilidad de degustar vino y miel locales, o conocer mejor la cultura autóctona. No solo se favorece la naturaleza, sino que se favorece la economía local y se mejora el paisaje. Eso es lo que llamamos huella positiva.
En todos los casos, el 70% de la aportación va directamente destinada al proyecto y a generar huella positiva. El 30% restante lo emplearemos en hacer posible la viabilidad de la empresa, actividades de difusión, etc.
Otra manera de participar es proponer proyectos medioambientales. Todo aquel que desee proponer un proyecto, dentro de poco podrá hacerlo. Si cumple algunos requisitos, haremos todo lo que esté en nuestra mano para ponerlo en marcha.
La última manera de participar es contarles a otros que existe Mirlo y divulgar nuestra información lo máximo posible. De esta manera, nos aseguramos de que nuestras semillas se esparzan mejor. Todo aquel que participa en el proyecto pasa a ser «mirlo» automáticamente, porque ha empezado a esparcir la semilla y a generar una espiral positiva en su entorno.

¿Está la ciudadanía convencida de la importancia del concepto de sostenibilidad y actúa en consecuencia?
Existe bastante sensibilidad hacia estos temas, pero quizás no siempre se dan las herramientas adecuadas para que la gente pueda actuar en consecuencia o incluso saber cómo hacerlo. Por otra parte, el bombardeo informativo relacionado con la situación económica y política parece que difumina el hecho de que afrontamos un enorme reto en relación con el medio ambiente y la sostenibilidad. Arreglar la economía no servirá de nada si el planeta en el que vivimos, nuestra gran casa, se sigue deteriorando. El dinero no sirve de nada si no tienes dónde comprar lo que necesitas.

¿Qué debería cambiar en la sociedad para que se tuvieran más en cuenta estos aspectos?
Nosotros creemos que tiene que haber un cambio en la mirada que tenemos sobre el mundo y la naturaleza. La mirada actual es que la naturaleza está ahí para que nos sirvamos de ella. Nos da recursos y nosotros los cogemos. Con el tiempo hemos aprendido que tenemos que ser cuidadosos y procurar reducir nuestro impacto negativo, también que tenemos que cuidar por que esos recursos no sean esquilmados de forma tan intensa que no puedan regenerarse. Nosotros creemos que es el momento de dar un paso más: no se trata de reducir nuestro impacto, de resultar menos tóxicos para nuestro medio ambiente. De esta manera no vamos a lograr que el planeta nos proporcione recursos para una población que no para de crecer.

Y ¿cómo se debería trabajar para conseguirlo?
Creemos que tenemos que empezar a pensar de qué forma nuestra manera de vivir produce un impacto positivo. Que nuestra economía, nuestra actividad, no sea degradante, no reste al planeta capacidad de albergarnos, sino lo contrario, que cada vez esa capacidad sea mayor. Es lo que hace el mirlo de nuestra historia, su forma de vivir, de alimentarse, genera un impacto positivo y en el futuro tendrá más comida porque hay más árboles produciendo fruto. Es un cambio conceptual.
Nosotros, como empresa, también queremos demostrar que ser una empresa, generar economía, puede ser algo positivo para el planeta. Ese es el mensaje más importante: busquemos formas de vivir que mejoren nuestro entorno, no que lo deterioren o que lo deterioren menos. Eso es ser mirlo, dejar una huella positiva.

¿Cómo está siendo la experiencia del trabajo de Mirlo hasta el momento?
De momento está siendo una experiencia muy positiva. Estamos trabajando mucho, pero tenemos mucha ilusión por sacar el proyecto adelante. Estamos contentos, porque vemos que es una idea que engancha y entusiasma a la gente. Ahora mismo estamos dando los primeros pasos. Hemos hecho ya una experiencia piloto con turistas alemanes en Canarias y ellos nos dieron muchas ideas para mejorar. Por eso precisamente ahora estamos depurando la información de la web, para contar mejor las cosas.

¿Qué perspectivas tienen de cara al futuro?
Ahora estamos centrados en buscar las vías de comunicación adecuadas para llegar a mucha gente, en España y en el extranjero. Cuando nuestro enfoque esté depurado, esperamos conseguir dinero suficiente para sacar adelante el proyecto Corona forestal de la mejor manera posible. A medio plazo, nos gustaría llegar a ser una plataforma desde la que podamos hacer posibles nuevos proyectos medioambientales, propuestos por otras personas que se preocupen por el planeta y por dejar una huella positiva.

Las fotos que aparecen en este post son cedidas por Mirlo Positive.

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