[Tweet ““¿Quieres cultivar tus propias frutas y verduras y no tienes dónde hacerlo?””]¿Tienes un terreno que puedas ceder?” Si tu respuesta a alguna de estas dos preguntas es “sí”, eres el perfecto candidato para formar parte de “Huertos Compartidos”.
Dicho de otra manera, esta iniciativa consiste en una red social que conecta a personas que quieren cultivar con propietarios de tierras en desuso. Según se definen ellos mismos: “Huertos Compartidos es la red social de los amantes de los huertos ecológicos”. Un punto de encuentro donde se mezclan la producción ecológica y la alimentación sana y natural.
Eso sí, todo huerto compartido que se ponga en marcha bajo esta mediación debe ser ecológico, la cesión de los terrenos tiene que ser gratuita y las cosechas obtenidas sólo pueden destinarse al autoconsumo, para ser compartidas por los hortelanos que las han trabajado y los propietarios que han cedido sus tierras.
Aunque estos principios básicos van evolucionando, porque éste es un proyecto vivo y, como tal, en continuo cambio y se va adaptando a las circunstancias de la sociedad y también de los usuarios de la plataforma. Así lo explica Santiago Cuerda, coordinador de esta iniciativa: “Nos pusimos en marcha hace dos años y medio. Nos llamó la atención el proyecto de Reino Unido “Land Share”, que nos dio la idea del gran potencial de internet, a lo que en España tenemos que añadir el carácter socioeconómico de la agricultura”. Así, “intentamos potenciar la horticultura ecológica como actividad de ocio para el autoconsumo”. De esta manera, “impulsamos formas de trueque, que forman parte de nuevos modelos de economía social, para paliar la crisis que vivimos, mientras cuidamos el medio ambiente y mejoramos nuestra salud”, explican en su web, que está en proceso de reforma para incluir novedades y facilitar la tarea a los usuarios.
Huertos Compartidos fomenta la horticultura urbana, la recuperación de huertas tradicionales, la agricultura ecológica, la soberanía alimentaria (autosuficiencia), la producción local de alimentos y la solidaridad, la cooperación y el voluntariado.
Actualmente la plataforma cuenta con más de 3.000 usuarios. Muchos de ellos solo actúan como simpatizantes de la idea, pero más de 600 son hortelanos con ganas de cultivar y unos 200 propietarios de terrenos (algunos de los cuales se dividen para que puedan aprovecharlos más de un agricultor).
Aunque el proyecto se inició con la premisa de “gratuidad”, como el tipo de espacios que se ofrecen “es cada vez más diverso”, según comenta Santiago, ya que cuentan con propietarios que quieren alquilar sus fincas, en Huertos Compartidos están preparando nuevas “categorías” de huertos para ofrecer a los interesados. También están modificando algunas condiciones para dar cabida a todos los interesados en cultivar, tanto si lo hacen por afición, para el autoconsumo, como si lo que pretenden es producir verduras y hortalizas para su posterior venta. Serán los huertos “comerciales” o “para el autoempleo” (están pensando el nombre), una nueva vía con la que seguir adelante porque “tenemos los elementos más importantes para tener recorrido”, dice Santiago: los propietarios de este tipo de terrenos y los usuarios interesados en cultivar y conseguir trabajo.
Huertos tutelados
Otra categoría serán los “huertos tutelados”, como el que ya se ha puesto en marcha en Cuenca, de donde es Santiago, una especie de “huerto escuela” para enseñar a cultivar la tierra y las técnicas de la agricultura ecológica a los usuarios.
Me llama la atención cómo con esta iniciativa, que también está relacionada con la de los huertos urbanos, y con el consumo colaborativo, se vuelven a unir las técnicas de producción más artesanales con el uso de las nuevas tecnologías, dando como resultado un proyecto con un triple impacto: ambiental, social y económico.
Participar en Huertos compartidos, poniendo en marcha un huerto ecológico, es positivo para el medio ambiente, porque la producción de plantas reduce el CO2 y favorece la biodiversidad; es positivo para la vida en comunidad, ya que fomenta las relaciones sociales y la cooperación, y beneficia también la economía de los participantes, ya que pueden ahorrar en sus gastos de comida. Además, es una forma de apostar por la soberanía y seguridad alimentarias, al potenciar el consumo de los productos locales, sin olvidarnos de los beneficios para la salud física y mental que puede aportarnos este tipo de prácticas.
Datos de interés
Huertos Compartidos partió de la Asociación Reforesta y que podéis encontrarlos en Facebook y también en Twitter. El Pinterest de Huertos Compartidos seguro os interesará. ¡Son muy interesantes las cosas que tienen que contarnos!
Buenos Dias, soy amate de las huertas, y tengo una hectarea de tierra en des uso y me agradaria hacer huertas compartidas que debo hacer y donde me debo dirigir
¡Hola Cristina! ¿De donde eres? Puedes ponerte en contacto con nosotros en el email info (arroba) almanatura (punto) com. ¡Gracias por comentar!
Buenos Dias, soy amate de las huertas, y tengo una hectarea de tierra en des uso y me agradaria hacer huertas compartidas que debo hacer y donde me debo dirigir
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