Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS a partir de ahora), son un conjunto de 17 objetivos y más de 160 metas dentro de ellos, que parten de la ONU y que pretenden resolver los problemas sociales, de salud, ambientales y económicos de todo el mundo para el año 2030. Realmente no es el primer intento de la ONU en arreglar los problemas mundiales, pues estos objetivos son los herederos de los anteriores Objetivos de Desarrollo del Milenio, que buscaba cumplir 8 propósitos para 2015 que, desgraciadamente, no llegaron a cumplirse como se esperaba.
Este nuevo conjunto de acciones y medidas que se inician en esta nueva etapa con los ODS, pretenden ser mucho más amplias y transversales entre unas y otras, dotando de mayor sentido a los objetivos, apoyándose el cumplimiento de unos en los otros.
Como ya nos contó Juanjo hace un tiempo, este marco de acción puede suponer una gran oportunidad para que empresas de todo el mundo, apoyen estas iniciativas y colaboren en el cumplimiento de los objetivos. Y hoy, quería mostraros como nuestro propósito, la fijación de población rural, puede aportar un grano de arena a esta iniciativa.
Objetivo 1: Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo
La pobreza es una realidad que va mucho más allá de falta de recursos económicos, pues también se enmarca dentro la ausencia o escasez de otros recursos básicos como la alimentación, vivienda, educación y salud. Como comenté hace unos meses, más del 40% de las personas rurales viven en situación o riesgo de pobreza, y esta situación es debida principalmente a la despoblación que lo rural está sufriendo. Si la gente se va, los recursos dejan de llegar, y las pocas personas que se queden en el lugar dejará de tener recursos con los que vivir, por eso fijar población rural, ayudará a que la economía de los pueblos aumente y, por ende, los recursos sociales, educativos y de salud irán también en ascenso.
Objetivo 2: Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible
La agricultura y el mundo rural siempre han sido inseparables. España es el tercer país productor agrícola en Europa, y primero en producción sostenible, y precisamente este sector económico es el principal de las zonas rurales. Perder los pueblos nos llevará al abandono de las principales explotaciones agrarias, sustento de miles de familias y alimento de millones de personas. Como varias metas de este objetivo indican, la agricultura ecológica es una de las principales soluciones a los problemas de nutrición del mundo, por eso mantener a nuestra población rural productora, ayudará a cumplir un objetivo tan importante.
Objetivo 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades
A todos y todas nos sonarán las medidas que en los últimos años los Ayuntamientos de grandes ciudades tienen que poner en marcha para reducir la contaminación. La vida en las zonas rurales, alejada de la polución e incluso el estrés, es una vida que ya de por sí es saludable. La vida en las ciudades aumenta el riesgo de padecer enfermedades graves como el cáncer, por esa razón, hemos de fomentar la vuelta a los pueblos y el mantenimiento de los mismos, para que miles de personas puedan tener un lugar donde vivir fuera de peligros para la salud.
Objetivo 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos
En las áreas rurales nos encontramos con una realidad educativa bastante preocupante, cada vez más colegios van desapareciendo por falta de alumnado, lo que provoca no sólo la futura desaparición de los pueblos, sino la pérdida de esos derechos para las personas que viven en ellos. Fijar a la población rural será mantener nuestros colegios, será garantizar una educación de mayor calidad para los niños y niñas que viven en lo rural.
Objetivo 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas
Aunque ya la semana pasada ya os comenté la importancia de mantener a las mujeres en los pueblos, nunca está de más recordar el papel que desempeñan en las sociedades rurales. Precisamente es el área rural donde nos encontramos con un mayor arraigo de roles tradicionales, en gran parte debido a la elevada media de edad y la masculinización de estos lugares. Fijar a la población al ámbito rural, especialmente a la población joven, aportará el aire fresco que la tradicionalidad y mentalidad rural necesita, se facilitará una apertura hacia nuevos movimientos que luchen por la igualdad, y garantizará así el logro de este objetivo.
Objetivo 6: Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos
Quizás el agua sea un recurso un tanto polémico en las zonas rurales de nuestro país por la cantidad de embalses, trasvases, presas hidroeléctricas y demás infraestructuras que al final han respondido más a las necesidades de agua de las grandes aglomeraciones urbanas que barajar las consecuencias de dichos proyectos sobre las zonas naturales y rurales. Casos como el de la cuenca del Segura, hacen palpable las tensiones entre regiones por el aprovechamiento de los recursos hídricos que casi siempre, debido a la despoblación de las zonas rurales, en este caso los pueblos del sur de Castilla-La Mancha, ven minados sus derechos sobre dichos recursos en favor de la concentración de población en zonas más pobladas, como Murcia. Por lo tanto, una mejor distribución de la población y un aumento de la misma en áreas rurales, ayudaría a una negociación y explotación sostenible del agua más justa y democrática.
Objetivo 7: Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos
Las nuevas políticas europeas inciden mucho en el cambio climático y la necesidad de modificar el paradigma de un modelo económico intensivo en la explotación de recursos naturales hacia uno mucho más responsable y sostenible basado en la economía circular. Los recursos naturales de los cuales son fuentes de energía renovable se localizan en su mayoría en el entorno rural, parques naturales o zonas más aisladas del territorio, donde se dispone del espacio suficiente para sus instalaciones. El incentivo de la energía renovable en los pueblos ayudaría al cumplimiento transversal de todos los objetivos medioambientales, además de convertirse en una industria próspera para las comarcas más rurales, mediante la creación de puestos de trabajo cualificados, la especialización económica, la inversión en las zonas e incluso como el pueblo alemán de Wildpoldsried (Baviera), ser capaces de quintuplicar la energía que necesitan. Sin olvidar, claro está, que el objetivo de preservación del medioambiente debe primar en el desarrollo de dicha industria.
Hasta aquí, con tan sólo el estudio de los primeros siete objetivos, podemos comprobar cómo la fijación de la población rural, ayudará en mayor o menor medida al cumplimiento de los mismos. En mi próximo post podremos comprobar cual puede ser el aporte del mundo rural a los diez restantes.