Este es un capítulo de la serie de artículos “Esenciales AlmaNatura: Innovación rural desde dentro”. Con ellos queremos dar a conocer la manera de trabajar de AlmaNatura. Cada mes abordaremos un tema relacionado con el mundo rural vivo, y cuáles son las buenas prácticas que consideramos esenciales a la hora de trabajarlo en el rural.
Estos son los capítulos anteriores:
- Capítulo 1: La cultura
- Capítulo 2: Las mujeres
- Capítulo 3: El medio ambiente
- Capítulo 4: El empleo
- Capítulo 5: Las alianzas
El escritor estadounidense Ralph Waldo Emerson escribió:
“La primera riqueza es la salud”.
Muchas personas asentirán ante esta afirmación, pero la realidad es que en las zonas rurales la riqueza de la salud es una moneda con sus dos caras.
Por un lado, son lugares que proporcionan innumerables ventajas para la salud física y mental. Por otro, en esas zonas, especialmente en las más despobladas, es mucho más difícil acceder al sistema sanitario.
Con este artículo pretendemos arrojar luz acerca de cómo pueden revitalizarse los pueblos potenciando la salud y los servicios médicos.
Las ventajas que ofrece el medio rural para la salud
En AlmaNatura sabemos por experiencia que vivir en el pueblo tiene beneficios para la salud. Pero no nos bastaba con saberlo: hemos recabado algunos datos.
- Menos contaminación acústica
En los pueblos el cuerpo se expone a mucho menos ruido. El ruido constante en las ciudades, especialmente en las más grandes donde el 80% lo genera el tráfico, puede conllevar riesgos para la salud cardíaca, ya que aumenta la tensión. Según los expertos, parece que el cuerpo se acostumbra al ruido constante, pero no es así.
- Menor tiempo de desplazamientos
En el pueblo se reduce el tiempo de desplazamiento hasta el trabajo o la escuela. Es decir, se libera tiempo para dormir un poco más, o conciliar la vida laboral con la personal o familiar. Además, se evita el cansancio que producen los atascos en las grandes carreteras, o del transporte colectivo en hora punta.
En España, el tiempo medio de desplazamiento hasta el lugar de trabajo es de 36 minutos, lo que supone más de una hora entre ida y vuelta, cada día de la semana.
- Vida activa al aire libre
En el pueblo, la calle y los espacios públicos son más seguros para los peatones. Los menores de edad y las personas mayores pueden pasar más tiempo en la calle y, por tanto, llevando una vida activa al aire libre.
Esto tiene varias consecuencias positivas para la salud, entre ellas que se puede realizar mayor actividad física, mejor vida social u obtener mejores niveles de vitamina D (aunque los expertos en salud precisan que aún son necesarios más estudios sobre sus beneficios).
- No existe el efecto “isla de calor”
Aunque las condiciones climáticas de cada pueblo serán muy diferentes según el territorio en el que se encuentren, en general en los pueblos no se sufre el efecto “isla de calor” que sí se da en las ciudades.
Este efecto consiste en un aumento de las temperaturas en las zonas urbanas respecto a las zonas rurales que las rodean, debido a la alta densidad de edificios, a la utilización de hormigón y asfalto y a la falta de zonas verdes y superficie arbolada.
La disminución o ausencia del efecto “isla de calor” suaviza las temperaturas en verano, especialmente durante las noches, lo que permite un mejor descanso.
- Es más fácil alimentarse de temporada
El rural nos está dando lecciones para combatir el cambio climático, y una de ellas es que en el pueblo es mucho más sencillo consumir alimentos de cercanía. Comer de proximidad y de temporada también redunda en la salud, y tenerlos al alcance de la mano disminuye el riesgo de comer otros productos menos sanos.
- Mejor calidad del aire
En el pueblo se respira aire limpio, con unos niveles de polución muy alejados de los que se respiran en las ciudades. Los menores son los más perjudicados por los altos niveles de contaminación que respiran camino de la escuela cada mañana en ciudades como Madrid o Barcelona.
- Hay menos estrés y mejor salud mental
Lo que en general mencionamos como “menos estrés” se traduce también en que en las zonas rurales hay menor prevalencia de ciertas afecciones mentales.
Según el informe Salud mental en datos, del Sistema Nacional de Salud (2020), la anorexia nerviosa y los trastornos del sueño son más frecuentes a medida que aumenta el tamaño del municipio. Los problemas de salud mental en la niñez y la adolescencia también son más frecuentes en medios urbanos: problemas de alimentación, síntomas de comportamiento o problemas de aprendizaje.
No podemos decir si el rural arroja mejores indicadores de salud, lo que sí sabemos es que la calidad de salud percibida puede aumentar por todas estas razones.
¿Es más longeva la población que vive en el medio rural?
Para este “Esenciales AN” hemos contado con la opinión de la doctora Laura Carbajo. Además de ser una de las fundadoras de AlmaNatura, es médica de familia y docente universitaria especializada en Medicina Familiar y Atención Primaria.
Ella nos señala que la población de la sierra norte de Huelva, donde desempeña su actividad profesional, es muy longeva. En su práctica diaria se encuentra con personas de más de 90 años totalmente autónomas.
También sabemos que en algunas zonas de Orense hay más personas centenarias que en la isla de Okinawa, Japón, que hasta ahora era el lugar del mundo con el récord de personas más longevas. No se conocen las causas a ciencia cierta.
Entonces, ¿es más longeva la población que vive en las zonas rurales?
Esta misma pregunta se hacen en la Universidad de Teruel, donde se está realizando un estudio para esclarecer si se envejece mejor en el medio rural.
Es normal preguntarse si estas ventajas para la salud derivan en un aumento de la longevidad en las zonas rurales. De momento lo que sabemos es que traen consigo una mejor percepción de la salud que en las zonas urbanas.
Retos del sistema de salud en las zonas rurales
Hasta aquí la cara de la moneda de la salud en el rural. La cruz es bien distinta.
Según la doctora Laura Carbajo, en las zonas rurales existen inequidades en el acceso al sistema de salud.
Por un lado, en las zonas rurales no está garantizada la atención médica en lo que respecta a:
- Atención primaria: los consultorios médicos no están abiertos todos los días de la semana, incluso algunos han cerrado.
- Especialidades médicas: lo que hace necesario el desplazamiento de los pacientes a ciudades más grandes para tratar sus problemas de salud.
- Urgencias: en caso de emergencia también deben desplazarse decenas de kilómetros, a veces por sus propios medios si la ambulancia no va a llegar a tiempo.
- Dispensa de medicamentos: sin conexión a internet, en algunas zonas no funciona la tarjeta electrónica, o no hay farmacia donde puedan obtener los tratamientos prescritos.
- Atención telefónica para pedir cita: en una población envejecida, la atención por teléfono es crucial para mantener el sistema sanitario y la autonomía de estas personas.
Por otro, también faltan médicos en el rural: según los datos de 2022, un 28 % de los médicos rurales de España tienen más de 61 años, y un 60 % más de 50.
Esto implica que es necesario un relevo generacional también en este ámbito, un asunto de difícil solución que se suma a los retos ya consabidos a los que se enfrentan las zonas rurales: ausencia de servicios, transporte, conexión, etc.
En su opinión, es necesario investigar si estos datos generan mayor morbimortalidad entre la población de las zonas rurales. Lo que sí está claro es que hay una desigualdad en el acceso y en la atención recibida.
5 buenas prácticas para fijar población y fomentar la salud en las zonas rurales
AlmaNatura, conocedora de la importancia de la salud y del sistema sanitario en el medio rural, ha trabajado desde 2015 ayudando en la estructura organizacional de centros sanitarios de la sierra de Huelva.
En colaboración con la doctora Carbajo, recopilamos estas pautas para trabajar por la salud en las zonas rurales.
- Fomentar el autocuidado
En un tiempo en que la salud se ha convertido en un bien de consumo, debemos recordar que hace tiempo teníamos las capacidades para solucionar ciertos problemas. No todos, claro, pero contábamos con recursos y conocimientos.
Es importante tener en cuenta este factor en lo que respecta al cuidado activo de la salud individual.
No obstante, la doctora Carbajo señala que, en muchos casos, ahora mismo es necesario recurrir al centro de salud. No solo por motivos estrictamente relacionados con dolencias, sino para trámites administrativos también (por ejemplo, para obtener un parte de baja con el que justificar un día de ausencia por motivos de salud en el trabajo).
- Elaborar un Plan Local de Salud
Pese a la distribución de competencias en materia de sanidad que actualmente está en vigor, los ayuntamientos y entes locales tienen mucho que decir en lo que respecta a la salud de sus vecinos.
Una manera de contribuir a la salud en los municipios rurales es elaborar (o actualizar) un Plan Local de Salud. Este documento es un marco que planifica, organiza y coordina las actuaciones relativas a la salud pública de un municipio o agrupación de municipios.
Existen guías para la elaboración de planes locales de salud, que cubren todas las fases, desde el inicio hasta la comunicación de dicho plan.
En planes como el de Aracena (Huelva) para los años 2018-2022, se recogen objetivos, medidas y acciones a llevar a cabo en ámbitos como la actividad física, la alimentación, el ocio saludable, la salud emocional o la diversidad funcional.
- Tener en cuenta la salud poblacional
La salud no es solamente tener acceso a una consulta médica cuando sea necesaria. Los profesionales de la salud solo tienen acceso a un pequeño trozo de lo que entendemos por “salud”, ya que la salud poblacional va mucho más allá de las consultas médicas.
El Plan Local de Salud, cómo se estructuran las áreas comunes, el urbanismo del municipio, la accesibilidad… la suma de estos y otros factores da una idea más exacta de la salud de un grupo de personas, y pueden aplicarse igualmente a la salud de la población rural.
- Promocionar y mantener las ventajas para la salud de las zonas rurales
El Plan Local de Salud debe tener en cuenta las ventajas para la salud de las que ya parten los pueblos, para incentivarlas y no perderlas.
También deben tenerlo en cuenta en sus acciones y actuaciones el gobierno local, las empresas de la zona y todas las personas que habitan el pueblo.
Por ejemplo, es importante mantener el silencio en los ambientes naturales, en contraposición a algunas formas de “turismo activo” que ruedan motorizadas por los bosques; o llevar a cabo solo aquellas prácticas turísticas que puedan mantener la calidad de vida del pueblo y los servicios que ofrece para sus habitantes permanentes (hay más información sobre este tema en el Esenciales AN sobre el empleo).
- Incentivar la llegada de profesionales de la salud
En el Esenciales AN que dedicamos a las alianzas (capítulo 5) ya comentamos que muchos proyectos salen a la luz cuando cooperan entes privados, públicos, locales, autonómicos y de diversa índole.
Es necesario crear alianzas para incentivar el relevo generacional de los médicos que atenderán las zonas rurales que estarán desatendidas en unos años.
Uno de los incentivos puede ser contar con un medio rural vivo, revitalizado, que atraiga a estas profesionales o les haga volver a sus lugares de origen. Y para ello son necesarias otras alianzas que aseguren que los pueblos son localidades atractivas para vivir.
Estas son las pautas con las que AlmaNatura trabaja el tema de la salud en el rural. De manera global y sabiendo que es un pilar fundamental, no solo para la vida, sino para crear pueblos vivos.
En AlmaNatura buscamos alianzas para reactivar el rural. ¿Hablamos?