Hace unos meses algunos vecinos y vecinas de Arroyomolinos de León (Huelva) se sentaron para poner en común su sabiduría sobre la huerta y como conclusión sacaron que “Quien tiene un huerto tiene un tesoro”, lo desarrollamos bajo el paraguas de Fundación AlmaNatura gracias al programa cultural que desarrollamos en almanatura LAB. Estaban totalmente en lo cierto, un huerto, por pequeño que sea, es una fuente casi inagotable de recursos para una familia o grupo de personas. Frutas y verduras de primera calidad, de temporada y kilómetro cero.
Una parcela de tierra, semillas, algo de abono y agua son los ingredientes básicos para tener un huerto. Igualmente imprescindibles son los conocimientos acumulados de generación en generación. ¿Pero, si acabo de llegar al pueblo, como consigo todo esto? Lo mejor es recurrir a la tradición, a la sabiduría popular. A continuación compartimos algunas claves:
- La tierra
Miremos más allá de la compra o alquiler de un terreno y apostemos por otras fórmulas. Por desgracia en todos los pueblos hay terrenos abandonados, en muchos casos por la incapacidad de sus propietarios, debido a su edad, para cultivar ese terreno. Localiza a esa persona y plantéale un “vamos a medias”. Es decir, el propietario pone el terreno y la persona interesada en el huerto el trabajo. Los frutos se reparten entre las dos partes y ambos salen ganando. También en este trato sale ganando la tierra, una tierra labrada y cultivada es mucho menos sensible a incendios que una tierra abandonada a su suerte. Esta fórmula se lleva haciendo durante cientos de años y aún hoy en día sigue estando vigente en muchos pueblos.
- Las semillas
Es cierto que se pueden conseguir plantones y semillas a buen precio en cualquier vivero o invernadero, pero si queremos apostar por lo local, lo mejor es que nos pongamos en contacto con vecinos que cultiven la tierra en nuestro pueblo y les pidamos semillas o plantones de las variantes de la región. De esta forma conservaremos la diversidad de especies y nos aseguraremos que son propicias para el terreno en el que estamos sembrando. Ten en cuenta que las semillas del huerto de verano se deben sembrar en los criaderos de plantones en torno a finales de febrero y principios del mes de marzo. Siempre es mucho mejor hacerlo en luna creciente para favorecer el germinado de las semillas.
- Las plantas básicas de tu huerto
Con el paso del tiempo y cuando vayas perfeccionando tu técnica y conociendo a otros hortelanos, tu huerto irá creciendo en variedad y cantidad. Te damos algunas claves sobre los productos básicos que comenzar a cultivar.
- Patatas. El santoral ha tenido mucho que ver con los plazos y periodos de siembra de distintas especies. Un buen ejemplo es la siembra de la patata, que en el sur de la península en el que el Día de San José (19 marzo). Esta fecha era tradicionalmente el día elegido para la siembra de este tubérculo. Debes saber que lo que tienes que sembrar es un trozo de patata de siembra y que debes hacerlo aproximadamente dejando 1 metro de distancia entre cada una de las plantas. Así se favorecerá el correcto crecimiento, dejando espacio suficiente para que la planta se desarrolle. Calcula que a los 90 días es el momento perfecto para cosecharlas.
- Tomates. Los tomates son una de las hortalizas con más posibilidades ya que podemos conservarlos durante todo el año y la variedad de recetas en las que podemos utilizarlos es muy abundante. Podríamos decir que deben ser un básico de nuestro huerto. Hay una amplia variedad de especies de tomates y cada uno de ellos es el ideal para una receta diferente. Os animamos a sembrar tomates de pera, es fácil conseguir sus semillas en casi toda la península y es el tomate perfecto para la elaboración de gazpachos y salmorejos debido al sabor intenso de esta especie. Lo mejor sería compaginar esta siembra con otro tipo de tomate de piel fina como el tomate corazón, mucho más carnoso. Este tomate es perfecto para aliños, ensaladas y para la elaboración de conservas. Si aprendes a embotellar tomates podrás conservar este producto durante todo el año. Solo necesitas algo de tiempo y unos botes de cristal reciclados. Otra buena opción para tener tomates todo el año es sembrar tomates de cuelga. Deberás recolectarlos con parte del tallo para poder anudar una cuerda, hacer un racimo y colgarlos del techo. Las características de esta especie harán que tengas tomates naturales todo el año.
- Cebollas. El ingrediente básico de cualquier guiso es la cebolla, así que esta será una buena opción para incorporar a tu huerta desde el primer momento, puesto que la utilizarás en tu cocina casi a diario. Puedes sembrarlas en dos épocas distintas del año: entre finales de verano y principios de otoño o entre finales de invierno y principios de primavera. Estarán a punto para su recolección cuando el tallo y las hojas hayan empezado a secarse. Un consejo importante para su recolección y conservación tiene nuevamente que ver con los ciclos lunares. Si queremos consumirla a corto plazo, la mejor luna para su recolección es cuarto menguante. En el caso de querer conservar las cebollas el mayor tiempo posible, el momento ideal de su recolección será cuando la luna esté en cuarto creciente.
De aquella reunión entre vecinos sacamos un aprendizaje claro: el éxito de un huerto depende de compartir y del trabajo colectivo. De compartir saberes, plantas y semillas. De trabajar de forma colectiva tanto en la siembra como en la recolección y en los procesos de elaboración para la conservación. Esto va de hacer comunidad, de conocer a las personas que como tú, quieren auto abastecerse de la tierra.
Tengo una parcela con una casita camino de Las Navas y detrás un huerto un poco abandonado me gustaría ponerme en contacto con vosotros para que me informara
Hola Inés, muchas gracias por tu comentario. Puedes ponerte en contacto con nosotros a través del formulario de contacto: https://almanatura.com/hablamos/