A veces me hacen esta pregunta, sobretodo esas personas que aún no han asumido el cambio de paradigma donde hacer las cosas bien y ganar dinero no está reñido. Donde no hace falta especular, engañar o destrozar el salario de tus trabajadores para seguir siendo economicamente viable.
Por eso he pensado que lo mismo a nuestros lectores les interesaba aprender sobre como funciona una empresa social. Pondré el caso de AlmaNatura, la empresa en la que trabajo y por la que me desvivo pero seguro podría ser replicable para muchos más modelos. A continuación comparto una foto que me inspira y que podría representar el “modelo isla” que en ocasiones se genera en torno a las empresas sociales. Modelos economicamente viables y sostenibles que dan respuestas al entorno de forma autosuficiente sin “la queja” como argumento para hacer funcionar la empresa en cuestión. No sé, ¿Qué os parece?
Tal y como indicaba en este anterior post sobre “Presente y futuro del emprendimiento social en Andalucía” comencemos desde el principio:
¿Qué es el emprendimiento social?
Según Wikipedia: “El emprendimiento social hace referencia a un tipo de empresa en la que su razón social es en primer lugar satisfacer necesidades de la sociedad en la que se desenvuelven. Si bien no es una típica empresa privada del sector capitalista, su lógica no encaja ni en el paradigma de las empresas públicas del sector estatal ni el de las organizaciones no gubernamentales”. A grandes rasgos estoy de acuerdo con esta definición, aunque añadiría, que el emprendimiento social es otra forma de hacer empresa, más humana y consciente de lo que nos rodea y a lo que indudablemente estamos conectados como organización: trabajadores, proveedores, medio ambiente, etc. La generación de una triple cuenta de resultados nos lleva a convertirnos en empresas sostenibles, con sentido y llenas de personas con talento donde la innovación es el eje vertebrador de las acciones.
1. Propósito
En el caso de AlmaNatura, nuestro propósito es la fijación de población rural, es decir apoyamos a las comunidades rurales para que entiendan las comarcas rurales como fuente de oportunidades y no como espacios de supervivencia. Para ello actuamos en cuatro frentes: empleo, educación, salud y alfabetización digital. Pero esto y mucho más puedes encontrarlo en nuestra página de “preguntas frecuentes de alma natura“. ¿Cúal es tu propósito como empresa social?
2. Escucha
De forma activa. Sal de la oficina, del centro de coworking e involucrate con las personas o el ecosistema donde has identificado una necesidad. Sólo de esta forma podremos crear soluciones con sentido donde el usuario se encuentre en el centro. Huye de las escuelas de negocio que sólo quieren vender tu impacto y obsesionate, si, obsesionate literalmente por el reto al que te enfrentas. Para nosotros, esta fase la cumplimos a diario escuchando a nuestra madre en el almuerzo, vivimos en Arroyomolinos de León (Huelva) y muchos de nuestros viajes los hacemos a otras comunidades rurales. Centrate en lo importante.
3. Busca soluciones
Junto al resto del equipo o si eres un emprendedor sólo, cocrea con las personas que conforman la comunidad. Las solucines en ocasiones no están en el modelo canvas. Las respuestas de nuevo están en la calle, todos/as sabemos que es lo importante, que cosas deben cambiar y como deben ser diseñadas las soluciones. En AlmaNatura, las soluciones las buscamos en equipo, dejando que las cosas pasen y utilizando la estadística como herramienta a nuestro favor. Es decir, siendo constantes con la búsqueda de clientes sin parar el ritmo ni un apice. Sólo así encontramos soluciones que son útiles y sostenibles economicamente hablando.
4. Crea un modelo replicable
Crea método replicable con capacidad de ser utilizado por otras organizaciones. Crearas un mayor impacto y provocaras que tu empresa social genere la confianza que precisas para la recurrencia de clientes. No es fácil y a nosotros pese a los 19 años que llevamos trabajando nos sigue costando. Pero hemos entendido que sólo así es posible dar respuesta al propósito como empresa social. Sin desmerecer el impacto local de determinados proyectos sociales, debemos ser conscientes que sólo una mínima estructura de triple impacto (social, económica y ambiental) te asegura la sostenibilidad económica del proyecto.
5. Monetiza
La sostenibilidad económica del proyecto es fundamental. En ocasiones vemos como emprendedores sociales enamorados con su idea y sin cobrar nada mantienen estructuras de años de trabajo pensando que algún día darán “el pelotazo”. Y si, quien sabe pero no nos gustan “los pelotazos”. Creemos en el equilibrio financiero donde cada persona y grupo de interés implicado obtiene su parte correspondiente. Este modelo de negocio no va de ser los mejores del mundo si no de ser los mejores para el mundo de una manera rentable y viable. Admito que hemos realizado grandes sacrificios en determinados momentos pero os aseguro que nunca pusimos un sólo euro más lejos del necesario para la constitución y puesta en marcha.
6. Evalua tú impacto
Es algo que en ocasiones se escapa. Cuando conseguimos que nuestro modelo funcione, de respuesta y monetice las acciones luego resulta que nos olvidamos del pilar fundamental para generar mayor impacto, poder medir y crear clientes fieles (o al menos lo suficiente hasta que el problema persista). Pues si, evaluar nuestro impacto es fundamental, existen infinidad de métodos, te lo explican muy bien los chicos de Vivergi en este post. Nosotros evaluamos desde hace dos años con estos resultados y con la metodología de desempeño social de B Impact Asessment y cada vez estamos más convencidos de la necesidad de hacerlo. Principalmente por dos motivos: para reportar a tu cliente y para repensar las soluciones alcanzando un mayor grado de respuesta.
¡Pulsa aquí para recibir más info sobre las empresas sociales!
