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Por Alicia Tristancho;
Los amantes del mundo del cine, creadores de historias y de sueños están de enhorabuena. Gracias a Internet podemos disfrutar cada vez más de cortometrajes y series de bajo presupuesto hechas por jóvenes que están empezando en este difícil mundillo en el que no es fácil destacar.
El hecho de poder colgar en Internet cualquier proyecto agiliza la distribución, que antes era costosa y complicada, lo cual hacía que muchos productos audiovisuales realizados por jóvenes cinéfilos se quedasen guardados en un cajón sin poder ver la luz jamás, debido en la mayoría de los casos, a la falta de presupuesto.
Esto hoy día no pasa. Cualquier persona puede hacer uso de las nuevas tecnologías y ofrecer al mundo entero sus trabajos. Es toda una revolución que da muchas más oportunidades a aquellos que quieran hacer del cine su forma de vida. Ejemplo de esto que venimos hablando son los trabajos realizados por una pequeña productora sevillana, Mundo Ficción, que ha visto como simplemente por el boca a boca, centenares de personas han visto ya alguno de sus controvertidos cortometrajes, ‘Esto ya no es lo que era’ o ‘Eso es así’ no han dejado a nadie indiferente, convirtiéndose en uno de los videos más vistos en youtube en categoría de animación. En las historias intervienen sólo dos personajes, Alfonso Sánchez, director de la productora y Alberto López, actor. Con reducidos presupuestos de producción encarnan a un total de seis personajes que intentan mostrar, de forma un tanto exagerada, las realidades sociales de la capital Hispalense. Todo aparece interpretado en clave de humor pero las reflexiones de los controvertidos personajes encierran inteligentes críticas que harán pensar al espectador. Por un lado encontramos a los compadres, que reflejan al sector acomodado de la España más cañí, ‘El Rafi y el Fali’. En otro de los cortometrajes aparecen ‘El Culebra’ y ‘El Cabeza’ imitan al sector más humilde con estética ‘cani’. Y por último a los dos hippies de la Alameda de Hércules, Roque y Vladi. Todos ellos mantienen distendidas conversaciones con su manera particular de ver el mundo. Los videos han tenido una gran acogida cosa que no hubiese sido posible si no existiese Internet.
Por otro lado encontramos a otros jóvenes que han realizado una novedosa serie para emitirla íntegramente en Internet. Se trata de Malviviendo, que cuenta ya con seis capítulos realizados con pocos medios técnicos y económicos, pero que hacen las delicias de sus seguidores, gracias a unos divertidos guiones y a su estilo desenfadado.
Gracias a la Red, estos proyectos han traspasado fronteras, ¿será este el futuro para el sector audiovisual? Parece que por fin los espectadores vamos a poder disfrutar de alternativas a la televisión convencional con series y cortometrajes que rompen los esquemas.
