Por Daniel Bargalló;
En este año 2010 se celebra el 50ª aniversario de The Second City. Una iniciativa surgida a finales de los años 50 en Chicago. Por aquellas fechas, tres estudiantes de la universidad de Chicago, Bernard Shalins, Paul Sills y Howard Alk se hicieron con una lavandería y una tienda de sombreros que posteriormente transformarían en un café teatro, The Second City. El 16 de Diciembre de 1959 este lugar comenzó sus representaciones y con ellas comenzó su éxito. Cincuenta años después The Second City es una institución con teatros, no sólo en Chicago, sino en Toronto y Los Ángeles. Un canal de televisión, llamado second city televisión y una escuela, The Second City training center.
¿Pero que se hace en The Second City? Lo que se trabaja fundamentalmente es el humor y a pesar de que los estilos van cambiando el formato sigue siendo similar. Se presentan una mezcla de sketches semi improvisados y escritos, pero tras el segundo acto se hacen sesiones de improvisación pura y atendiendo a las sugerencias del público se va planteando el resto del espectáculo. Una innovación de The Second City fue también la inclusión de música improvisada durante las representaciones.
La importancia de The Second City en el humor podemos medirla si nos hacemos eco del nombre de algunos de sus alumnos. Para empezar, buena parte del elenco de los cazafantasmas salió de aquí. Harold Ramis, Dan Aykroyd y Bill Murray. Pero podemos ampliar la lista de conocidos mundiales, Rick Moranis, (El Dr. Szalinsky en cariño he encogido a los niños), Mike Myers (Conocido por su personaje de Wayne´s world y Austin Powers), John Candy (Hizo tantas películas que me cuesta citaros algunas, pero me decantaré por la loca historia de las galaxias). Ellos son sólo algunos de los alumnos que pasaron por The Second City, pero las listas son inmensas. En una reciente entrevista a Público, Andrew Alexander, actual propietario de The Second City, declaraba que habían tenido influencia en el humor de casi todas las décadas. Durante los años setenta porque se convirtieron en una de las principales vías de abastecimiento de cómicos del Saturday Night Live. En los ochenta fueron las películas de Harold Ramis. En los noventa le tocó el turno de hacer películas a Mike Myers, y finalmente tenemos a Tina Fey como la representante de los tiempos actuales.
En resumen, un templo del humor con medio siglo de vida y que continúa con espectáculos todos los días excepto los lunes. Aunque las comparaciones son odiosas, resulta asombroso pensar que cosas como la improvisación teatral, que en nuestro país se ve como algo revolucionario, lleve cincuenta años funcionando al otro lado del charco. ¿Sería posible crear aquí una entidad de características similares? Personalmente creo que si, aunque también creo que tenemos que quitarnos de encima algunos prejuicios sobre el humor. He escuchado a más de una persona decir que si sólo te dedicas a hacer humor puro y duro la gente no te llega a tomar completamente en serio. Que hay que hacer drama, que hay que remover conciencias, etc, etc… Pero lo que yo creo que hay que hacer es quitarnos de la cabeza frases hechas como “el humor es de derechas” o “el humor es para hacer crítica”. Las dos afirmaciones son comprensibles, pero no son absolutas. El humor está para hacerlo y usarlo como más guste y punto. ¿Alguien se decanta políticamente por algo cuando ríe a carcajadas?