Durante el mes de noviembre de 2012 tuve ocasión de impartir una acción formativa interna para CEFO, sobre Redes online para las diferentes áreas administrativas de la Mancomunidad de Islantilla en Huelva. Participaron cerca de veinte personas entre las que participaron concejales/as, directores generales, técnicos de diferente áreas, etc.
Fue un disfrute poder enseñar a personas que creían que esto de “las redes sociales” tan sólo era para adolescentes o que difícilmente materializarían lo aprendido en sus entornos de trabajo. Es curioso como en la mayoría de los cursos sobre redes sociales los primeros días se convierten en un “tira y afloja” sobre si las redes sociales están o no para quedarse. No responderé a esta cuestión, pues es más que evidente.
Pero vamos a la cuestión que me gustaría abordar en este post, ¿Realmente creemos que las redes sociales ayudan en la Administración a hacer mejor su función? Si pensamos en la transparencia como principio básico, la corresponsabilidad y el conocimiento abierto como ejes para el desarrollo social me parece fundamental la implementación de herramientas que acerquen al ciudadano y viceversa. Lástima que muchos/as piensen en las redes sociales como nuevas plataformas de comunicación unidireccionales donde, como pasaba antes, uno/a era el que hablaba mientras un pueblo callado simplemente asentía.
A continuación expondré algunos principios básicos para una buena implementación de las redes sociales en los servicios de la Administración Pública:
1. Si se usan las redes sociales durante la jornada laboral, utilicémoslas para orientar a una mejora del servicio que ofrecemos y por el cual nos pagan.
2. Para registrar cuentas personales utilicemos correos no corporativos. Claro.
3. Lo que publicamos en Internet tiene un importante efecto multiplicador. Responsabilicémonos de las fotos que se suben, pues influimos en miles de personas, de forma positiva y negativa.
4. Los motores de búsqueda muestran nuestras actualizaciones en redes sociales, incluso para aquellas personas que no están en ellas. Utilicemos esto como ventaja competitiva a la hora de hacer llegar nuestro mensaje a los ciudadanos.
5. Debemos generar un entorno constructivo y participativo en las redes sociales. El mensaje debe ser auténtico, sin maquillar nada y ofreciendo valor real al ciudadano.
6. La comunicación debe ser ingeniosa y atractiva para que llegue al mayor número de personas. Estamos en redes para responder de forma ágil, si el teléfono de nuestra oficina suena constantemente y nadie lo coge, el interlocutor nos trataría como una organización poco seria. En redes sociales ocurre igual, con la salvedad de que todo queda escrito.
7. Las redes sociales son un instrumento más, no olvidemos ni aplacemos el resto de tareas administrativas. Una buena atención al cliente y una información bien presentada son ejes de nuestro trabajo diario.
Algunas de las ideas expuestas las encontré en esta presentación de Jordi Graells que os paso a continuación y en el que puedes encontrar mucha información relevante a cerca de este asunto.
Para terminar quiero dejar de manifiesto la importancia de trabajar la actitud 2.0 en una implementación de las redes sociales en entornos de la Administración Pública. Pues, si pretendemos emular los entornos conocidos en las estructuras online, sin una verdadera transformación del paradigma que impera, difícilmente obtendremos los resultados esperados. Y para ello nada mejor que la “cesión de poder” y la “confianza compartida” en las organizaciones. De esto nos habla nuestro colega Amalio Rey en el video que os dejo a continuación. Disfrutadlo.
Inprendedores from adegitv on Vimeo.