Viernes por la tarde. Voy camino de la oficina y me encuentro con ellos en la calle. Es un encuentro inesperado. En la ciudad. Encontrártelos en la ciudad es algo poco habitual. Se encienden enseguida los sentimientos que siempre nos brotan al vernos: amistad, confidencias, cariño, inquietudes, algunas inconformidades, ganas de mejorar, ganas de cambiar a algunas personas, ganas de cambiar el mundo, ganas de más… Ellos son Alma Natura, para mí una empresa que encarna la Responsabilidad Social, y que tiene éxito en mi opinión por dos claves que cuento ahora.
Cuando me los encontré el otro día, me dirigía precisamente a ver si me inspiraba y escribía el post para el hueco que me prestan en su web mensualmente, y decidí dedicárselo a ellos por varias razones de peso. ¿Me dejáis?
La primera razón es que Alma Natura ha merecido ser reconocida como una de las mejores empresas PARA el mundo. Es fruto del trabajo de muchos años y lo merecen sobre todo porque, en mi opinión, ellos son la Responsabilidad Social Corporativa o Responsabilidad Social Empresarial hechas carne… Uy, qué bíblico me ha quedado eso… Pues mejor, porque de compromiso va todo esto.
Nos conocimos un mes de marzo de hace trece años, y ya entonces destacaban por su compromiso. De hecho, supe de ellos porque les propusieron como candidatos y además ganaron el premio Comprometidos 2003 que impulsaba la empresa para la que yo trabajaba en ese momento. Ahí estaba un Juanjo muy jovencito recogiendo el premio. Desde ese instante me atrapó el enfoque de empresa, de negocio y de vida que los hermanos Manzano imprimían en aquel proyecto que estaban construyendo.
Yo creo que ni siquiera ellos sabían en esos primeros momentos explicar bien a qué se dedicaban, pero en cada encuentro que teníamos, en cada trabajo compartido, en cada idea que surgía, siempre me quedaba diáfano lo que para Alma Natura era indispensable: fuera lo que fuera, tenía que ser útil al mundo. Y en mi opinión, justo ésta es una de las dos claves del secreto de su éxito.
Pero mantener el objetivo claro y el norte bien orientado para ser útiles al mundo no es nada fácil. De hecho, suele ser lo más difícil en una empresa. Para conseguirlo se necesita algo que, y ahí va la segunda clave de su éxito, a Alma Natura le sobra: la coherencia.
Así que no he descubierto nada. Lo siento. Las dos claves que en mi opinión han llevado al éxito a Alma Natura son dos obviedades de la gestión empresarial desde la RSC: tener el propósito claro, y ser coherente.
Llegados a este punto del post deberíamos consensuar el concepto que cada cual tenemos de éxito. Me encantaría que comentárais y compartiéramos qué entendemos cada uno. Para mí tener éxito es llegar a tener capacidad de influencia, de contagio positivo, y poder vivir de lo que hago constatando la utilidad para los demás de eso que hago e inspirando a otros.
En las empresas de éxito el sentido de la utilidad social está claro, y la osadía y templanza de sus líderes les permiten mantener en el tiempo la coherencia, y por eso el propósito que guía el negocio no hace otra cosa que afinarse y ganar potencia con el tiempo.
Alma Natura fija población rural. ¿Y tu empresa qué propósito tiene?
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