¿Puede un libro infantil coloreado cambiar la vida de un niño?

El taller ocupacional ASPRODIQ junto a la editorial Códices Azules favorecen el desarrollo de habilidades en alumnos rurales.

Hace unas semanas recibía a mi correo electrónico referencias de una empresa que además de catalogar de economía social era claramente una apuesta firme por el emprendimiento desde el mundo rural gracias a Ángel Gomáriz. Se trataba de la empresa “Códices Azules” y de su proyecto “Cuentos de Picogordo“. Una nueva forma de pensar, hacer y leer libros ya que son coloreados a mano por alumnos del taller ocupacional de ASPRODIQ, dentro de programas destinados a favorecer el desarrollo de habilidades y a facilitar la visibilidad social de los alumnos. El coloreado manual de libros es una oportunidad de desarrollo humano y profesional para las personas con discapacidad intelectual, quienes ponen en práctica competencias directamente relacionadas con la destreza, el esmero y el compromiso personal por el trabajo bien realizado. A nosotros en AlmaNatura nos enamoró su trabajo y nos decidimos a entrevistarles en este blog, por cierto no te pierdas la cuenta de Picogordo en Pinterest.

1.- ¿Qué son Cuentos del Picogordo? ¿Cómo comenzó?

Desde 2003 la editorial Códices Azules venía publicando series cortas de libros singulares, a medio camino entre el libro objeto y la edición convencional. En 2013 pensamos que nuestro modelo de libro podía aplicarse al sector de la literatura infantil. Durante un tiempo se pensaron formatos y contenidos, si bien en todos los casos el coloreado a mano por personas con discapacidad intelectual se concebía como un elemento indispensable que sumaba valor a cada libro, tanto por su enriquecimiento estético como por añadir en cada ejemplar un significado solidario. Como consecuencia de ese proceso resultó Cuentos del Picogordo, una colección de libros inusuales provistos de ilustraciones entintadas a mano, en uno o varios colores, y textos seleccionados para lectores de siete años en adelante.

2.- ¿Cuál es el propósito de los cuentos coloreados a mano?

Nuestro planteamiento básico consistía en que el lector de menor edad dispusiera de un libro especial, irrepetible y único, adaptado a sus capacidades lectoras y que proporcionaran una experiencia de lectura especialmente enriquecedora y múltiple. Para lograrlo, el trabajo delicado y minucioso de nuestros entintadores singulariza la obra de una forma que ninguna otra editorial propone y ninguna industria gráfica actual consigue. De página en página, de ejemplar en ejemplar, en lentas sesiones de trabajo los cuentos se completan con imágenes coloreadas a mano que solicitan al lector una sensibilidad especial. Creemos que es necesario inculcar y preservar esa sensibilidad porque etapas posteriores de la educación y la formación académica oscurecen su beneficiosa influencia.
Por otra parte, para la elaboración de libros anteriores habíamos trabajado previamente con los miembros del área de Inclusión Laboral y Creación de Oportunidades de Asprodiq, Asociación Pro Personas con Discapacidad de Quintanar de la Orden y Comarca, en quienes descubrimos una serie de habilidades inherentes que podían adaptarse fácilmente a la creación de productos editoriales exclusivos. Para nosotros estas personas tienen un don: muchos de ellos poseen una actitud y una facultad únicas que les permite concentrarse en el trabajo de entintado exigiéndose el máximo esmero y demostrando una sensibilidad estética imprevista, virtudes ejercidas de una forma tan personal, que desde el principio se decidió incluir su nombre en cada ejemplar, junto con los del autor, el dibujante y el traductor. Añadir su nombre entre los creadores de la obras es una forma de reconocer su aportación a nuestro modelo de edición.

3.- Vuestra sede se encuentra en Quintanar de la Orden, ¿Qué opinión os merece emprender desde un pueblo?

Por descontado, cualquier iniciativa empresarial se enfrenta a una dificultad añadida cuando surge en una población pequeña, lejos de las empresas de distribución nacionales y de los proveedores industriales de primer nivel, ubicados en las grandes ciudades. Para compensar esa lejanía adaptamos los diseños editoriales a las posibilidades del entorno estableciendo una red de proveedores locales que nos suministran, en algunos casos de forma artesanal, los elementos que componen nuestros libros y nuestros cuentos. La impresión, el serigrafiado, la encuadernación y la elaboración de soportes inusuales se llevan a cabo en Quintanar de la Orden siempre que se puede. Se trata de encontrar recursos cercanos, compartir apoyos y crecer juntos para facilitar que el emprendimiento siga teniendo soporte en el futuro. Un componente de apuesta en forma de innovación será necesario. Vivir en un pueblo ya no significa vivir con retraso. Los emprendedores rurales debemos aportar al mercado productos o bien con un complejo grado de elaboración o bien extremadamente atractivos, o ambas cosas a la vez. Aunque la implantación de grandes empresas foráneas en los pueblos pequeños siempre es de agradecer, las poblaciones rurales solo tenemos una vía de futuro mediante una diferenciación drástica de su nuestra capacidad de trabajo.

4.- ¿Cómo pueden colaborar las marcas con vuestro proyecto?

Los cuentos de la editorial Picogordo son un soporte especialmente adecuado para acciones de patrocinio publicitario diseñadas en el marco de la responsabilidad social de empresa. Con el fin de dar a conocer las oportunidades y ventajas de nuestros cuentos, la editorial ha preparado un espacio de comunicación propio denominado «Una Publicidad Digna». Lo llamamos así porque nuestro modelo de publicidad dignifica la comunicación publicitaria al compartir sus beneficios con un amplio conjunto de personas, que en nuestro caso son lectores de menor edad escolarizados en colegios rurales y las personas con discapacidad intelectual que forman el equipo de entintado. En este momento ofrecemos las páginas de nuestros cuentos a aquellas empresas que buscan un soporte alternativo a los medios publicitarios habituales. Estamos convencidos de que la publicidad incluida en los cuentos patrocinados por las empresas convive amigablemente con el lector, que devuelve aprecio social a la inversión del patrocinador. Nuestro modelo de Publicidad Digna se ofrece para, a cambio de un espacio publicitario digno, llevar los cuentos a los niños de colegios rurales agrupados, centros educativos de pequeñas poblaciones que en muchos casos están salvando a los pueblos del grave problema del despoblamiento, el abandono y el descuido medioambiental. Defendemos la escuela pública y muy especialmente la escuela rural.

Ilustraciones de los cuentos de la editorial Picogordo, coloreados a mano por personas con discapacidad intelectual dentro de programas de inserción laboral y social

5.- ¿Cuál es vuestra revolución?

Con respecto a nuestra apuesta por las personas con discapacidad, día tras días se confirma que las labores de entintado de nuestros cuentos mejoran las destrezas y las habilidades de los miembros del equipo. Mientras dichas labores se ejecutan, los participantes en la mesa de coloreado ganan confianza y autoestima, se reconocen eficaces y útiles dentro un proceso de trabajo, mejoran la concentración y obtienen instantes de relajación beneficiosos para su equilibrio emocional y físico. Es obvio que estas personas pueden trabajar si se les solicita el cometido correcto, que no merecen quedar fuera de los procesos de selección laboral y que precisan ofertas profesionales con las que demostrar las competencias especiales de que están dotadas.

En el terreno editorial y educativo, puede que nuestra revolución sea mayor. Los Cuentos de Picogordo recuperan para la lectura valores amenazados por las actuales soluciones estandarizadas de la tecnología digital y la potente industria editorial. Dicho de una forma grosera, ambos sectores tratarán de imponer sus productos sin pensar si dejan atrás hábitos consolidados por la tradición y la experiencia. Actualmente, lo más avanzado y disruptivo es favorecer en el niño lector el ejercicio de esa privilegiada capacidad de percibir los detalles que se deja atrás cuando se produce el avance hacia la madurez. Hemos rediseñado el formato editorial y sus procesos de producción convencidos de que el niño no aprende de la actual sobresaturación de estímulos visuales, que debe volver a tocar las páginas de los libros con una calma de observador bien educado, apreciar la textura del papel, percibir el color como un estímulo real de naturaleza física, distinguir los reclamos más pequeños y a la vez comprender la totalidad del libro como objeto complejo.

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