Estamos de enhorabuena. El martes 22 de septiembre de 2020 se aprueba la nueva normativa sobre el teletrabajo a distancia, una ley que viene a regular y pautar el teletrabajo, tanto para los empresarios como para los trabajadores.
La norma, inicialmente, tiene un carácter voluntario. Esto significa que ambas partes deben establecer esas pautas que beneficien tanto al empresario como al trabajador. Por todo ello, la norma hace hincapié en la flexibilidad y la desconexión laboral, estableciendo límites en ambos sentidos.
Pero, ¿cómo define la Ley el teletrabajo? El trabajo a distancia será aquel que se preste durante “un mínimo del 30% de la jornada, en un periodo de referencia de 3 meses“. Es decir, en un contrato base de 40 horas y 5 días a la semana, se considerará teletrabajo cuando se realice, al menos, durante un día y medio a la semana.
Esto, sin duda, es una buena noticia para todos. Si bien el periodo de confinamiento nos demostró que es posible el teletrabajo desde cualquier lugar con una buena conexión a Internet, también es importante que haya una regulación que nos permita conocer los límites para evitar desigualdades entre el presencial y el trabajo a distancia.
Esta regulación, llevada al medio rural, es un hito esperanzador para contemplar los pueblos de España como lugares idóneos donde trabajar en todos aquellos empleos en los que el teletrabajo sea una realidad. Descentralizar el empleo de grandes ciudades es una gran oportunidad para el medio rural y para mejorar la calidad de vida de las personas.
Beneficios del teletrabajo al medio rural
A continuación, desglosamos aquellos beneficios que esta nueva ley del teletrabajo puede aportar al medio rural.
- Ocupación de vivienda vacía: en muchos casos, jóvenes que viven en la ciudad volverán a sus pueblos gracias a que sus empresas les van a permitir teletrabajar una parte importante de su jornada laboral.
- Reactivación del comercio local: el aumento de población hará en muchos casos que tiendas y bares reciban más clientes y, por tanto, los negocios sean más rentables.
- Reactivación de los centros escolares: en muchos casos esos trabajadores vendrán con niños que deberán escolarizar en el colegio del pueblo. Colegios muy amenazados en los últimos años por la pérdida de niños.
- Creación de servicios adicionales: cuanta más población, más necesidad de fortalecer los servicios de limpieza, reparaciones y un sinfín de necesidades de reparaciones tanto a nivel público como privado, que generarán empleo directo e indirecto.
- Sensibilización local: hacia nuevas profesiones relacionadas con la economía digital que generen divergencia en las personas autóctonas provocando una importante campaña sensibilizadora sobre las nuevas generaciones que pensaron abandonar el pueblo cuanto antes.
Sin duda, este paso es positivo si realmente creemos que el teletrabajo puede ser una buena herramienta para recuperar población. Aún así, no hay que olvidar que esto va a ser un reto para el medio rural. Las entidades locales deben actualizarse y ofrecer un pueblo abierto con buena conexión a Internet, con vivienda accesible y asequible. En definitiva, debe hacer atractivo al pueblo para recibir a todos esos teletrabajadores que están dispuestos a volver, pero sin perder calidad de vida.