Desde que AlmaNatura se creó, hace ya 25 años, no hemos hecho otra cosa más que evolucionar, deconstruirnos y volvernos a construir para llegar a ser lo que somos ahora. Pero si hay algo que se ha mantenido constante durante este cuarto de siglo, es nuestro propósito. Cada decisión tomada a lo largo de los años, cada proyecto diseñado, ha sido con el objetivo de mejorar la calidad de vida de todas las personas que han decidido continuar sus proyectos de vida en un pueblo.
Algo que caracteriza nuestra forma de trabajar para conseguir nuestro propósito, es poner todo nuestro esfuerzo en crear las mejores y mayores alianzas posibles, alianzas que nos permitan acercar todos los recursos posibles a todos los pueblos y zonas rurales españolas. Cuando hablamos de aliados, nos referimos siempre a todas esas personas o entidades, ya sean públicas o privadas que, o bien se dedican a gestionar propiamente dicho los recursos (como Ayuntamientos, Grupos de Desarrollo, Diputaciones, etc), o bien simplemente desean poner sus recursos a disposición de la causa rural (como pueden ser las grandes empresas). Gracias a estas alianzas, conseguimos implicar a muchas organizaciones públicas y privadas, que se han sentado en la misma mesa y han trabajado juntos, consiguiendo así los mejores objetivos, como mejorar las vidas de miles de personas que habitan el rural, e incluso poner freno al abandono que sufren los pueblos.
Dibujado este contexto, en el día de hoy pondremos el foco en uno de nuestros aliados, las grandes empresas, quienes ponen su granito de arena en la consecución de nuestros objetivos.
Como bien sabrán todas las personas que nos siguen y nos leen, muchos de los proyectos que desde AlmaNatura llevamos a cabo, están amparados por grandes empresas que nos permiten conseguir que los recursos de los que disponemos, lleguen al máximo número de personas rurales. A modo de ejemplo:
- Contamos con el apoyo de Coca-Cola para llevar a cabo iniciativas como GIRA Jóvenes, un proyecto de capacitación personal y profesional para jóvenes estudiantes de F.P., y GIRA Mujeres, donde impulsamos la creación de empresas ideadas y dirigidas por mujeres rurales.
- En colaboración con Danone, ponemos en marcha el programa Relevo Generacional, que nace con el objetivo de facilitar la incorporación de jóvenes a las explotaciones familiares a través de la definición de planes de relevo eficientes.
- Gracias a la alianza creada con Red Eléctrica Española y Correos en una de sus ediciones, creamos Holapueblo, un proyecto que conecta pueblos que pierden población, con personas emprendedoras que tienen interés en comenzar un nuevo negocio y una nueva vida en un pueblo.
Gracias a estas alianzas, y a las realizadas unos años atrás con empresas y/o entidades como Fundación Vodafone, Enel Green Power o la Fundación Caja Rural del Sur, conseguimos poner solución a todas esas necesidades que el mundo rural y su población presentan.
¿Cómo puede una gran empresa implicarse en el reto demográfico?
Y es que, las grandes empresas, como parte fundamental de la economía del país, tienen el poder de cambiar las cosas, de revertir la tendencia de abandono de nuestros pueblos y mantener viva nuestra cultura y nuestra tradición. Pero, ¿cómo pueden hacerlo?
- Tomando conciencia del problema: Para poder abordar un problema, lo primero que hay que hacer es tomar conciencia sobre el mismo. Las grandes empresas afincadas en Madrid o Barcelona, terminan alejándose mucho de las realidades de las personas del rural. Al mismo ritmo que el planeta sufre el cambio climático y está ayudando a que todas las empresas se “reverdezcan”, es importante entender que el envejecimiento y la desaparición de los pueblos es un hecho, y que su implicación forma parte de la solución para hacer frente al cambio climático.
- Conociendo el potencial de la empresa: Las grandes empresas tienen un potencial que aún no ha sido explorado al máximo para resolver los problemas sociales. Y si hay un problema social que lleva azotando el país en los últimos años, ese es el de la despoblación. Son infinitas las opciones y las posibilidades que una gran empresa puede tener para poner su granito de arena contra la despoblación, solo hace falta preguntarse, ¿qué podemos aportar como empresa?
- Siendo una empresa aliada: Hoy en día casi todas las empresas grandes cuentan con sus propias iniciativas de Responsabilidad Social, sin embargo, en ocasiones se queda en el asistencialismo de la causa que esté de moda en el momento. En el caso del reto demográfico tiene que haber un cambio de mentalidad y debe compartirse un objetivo o propósito común si de verdad se quiere acabar con el problema. Aliarse con sentido y trascendencia con alguna entidad con experiencia, que conozca realmente las necesidades y las problemáticas de la población, ayudará a que la inversión tenga un verdadero impacto en la vida de las personas.
- Actuando de forma directa: Cuando plantear un programa de RSC o de Sostenibilidad en la empresa sea algo más difícil de ejecutar, siempre se tiene la opción de actuar de forma directa. Mejorar las condiciones de los clientes que viven en lo rural, puede ser una gran iniciativa que permitirá apoyar la causa, permitiéndoles que cuenten con los mismos servicios y asistencia que el resto de la población. Que los bancos mantengan sus oficinas en los pueblos, o que las empresas de telefonía apuesten por llevar la conectividad a las zonas menos pobladas, son gestos que no harán más que poner freno al problema demográfico del rural español.
Siguiendo estos pasos, o al menos algunos de ellos, las grandes empresas podrán ver el potencial que tienen para generar verdaderos cambios en nuestra sociedad. Mientras en AlmaNatura seguimos intentando que el problema de la despoblación siga estando en la agenda política y social del país, necesitamos que las empresas más grandes se sensibilicen y pongan la causa en la agenda económica española.