Así lo hizo Raquel: Cómo fundar una empresa artística y cultural en un pueblo segoviano de 520 habitantes

¿Qué ventajas y desventajas tiene emprender un negocio en el rural? Nadie mejor que una emprendedora para contárnoslo.

A menudo trabajamos con personas que quieren comenzar un emprendimiento en el pueblo, pero se enfrentan con la duda de qué es, de verdad, emprender en el rural. 

De eso precisamente hemos hablado con Raquel Bartolomé, una de las participantes de la Gira Mujeres con AlmaNatura

Raquel puso en marcha El Telar, arte y naturaleza, hace poco más de un año en Prádena (Segovia), un pueblo de 520 habitantes al pie de la sierra de Guadarrama. 

Aunque en la actualidad este municipio se dedica mayoritariamente al sector servicios y al turismo, no siempre fue así. Desde el siglo XV, una buena parte de la población se dedicaba a la lana de oveja y a los telares, y precisamente de ese oficio, ahora minoritario, viene el nombre y el lugar del negocio de Raquel. 

A finales del siglo XX, el espacio que ahora ocupa El Telar, arte y naturaleza era un centro de artesanía y cultura que había comenzado como un proyecto para conservar las formas de tejer tradicionales. Pero en 2005 ese negocio dejó de funcionar. 

Sobre ese legado tan poderoso comenzaron a rehabilitar el espacio, y en 2021 Raquel puso en marcha su negocio acompañada por su familia. 

Se trata de un lugar donde propiciar la creación artística, donde se ofrecen talleres de diferentes disciplinas, se acerca el arte contemporáneo a lo rural y se vive de manera sostenible

Además, este espacio es lugar para hacer residencias artísticas y también ofrecen alojamiento a visitantes que quieren conocer la zona. 

Nos ha contado las ventajas y desventajas de emprender en el pueblo, las similitudes con cualquier emprendimiento de ciudad, y la posibilidad de crear un impacto positivo en el rural a través de emprendimientos sociales como este

Pero, sobre todo, lo que se desprende del rato que hemos hablado con Raquel es su deseo de hacer las cosas bien. Nos lo contaba al final de la entrevista: “Hagas lo que hagas, hazlo bien”. Una máxima prometedora en cualquier ámbito, pero más aún en los pueblos, donde es más necesaria que nunca. 

Y no se nos ocurre mejor aperitivo que ese para comenzar a relatar lo que nos contó. 

Pregunta – ¿Cuál fue tu experiencia participando en Gira Mujeres y cómo te ayudó a poner en marcha el proyecto de El Telar, arte y naturaleza?

Respuesta – Fui finalista en la Gira Mujeres 2021 (la V Edición).
Yo tenía un proyecto que relacionaba arte y naturaleza, y tenía tantas cosas que hacer que estaba un poco aturullada. Lo que me proporcionó AlmaNatura con el programa Gira Mujeres fue organizar la idea de negocio y ver qué viabilidad había. Me sirvió para ordenar y para empezar a asentar las bases de lo que ahora es El Telar, arte y naturaleza

P – Has llevado a cabo tu proyecto en Prádena (Segovia), un pueblo de 520 habitantes, ¿cómo acabaste allí? ¿Estás vinculada con Prádena anteriormente?

R – Soy de un pueblo de 150 habitantes. Acabar aquí fue como una suerte del destino, tiene más que ver con esas cosas que a una se le presentan en el camino. Fue el lugar el que nos eligió a nosotros para continuar con un proyecto que ya había sido un referente en el territorio. 

Yo vengo del mundo de las bellas artes. Antes de montar El Telar, arte y naturaleza, tenía mi estudio en Matabuena (también en la provincia de Segovia), donde ya me dedicaba a la pintura. Esto ha sido una continuación a esta primera fase. 

P – ¿Qué es lo más complicado de haber emprendido en un pueblo, lo más difícil? 

R – Ahora mismo es demasiado pronto para hablar de lo más complicado, porque esto se ve a cinco años y yo llevo solo uno con este emprendimiento. 

Aquí una de las cosas que tienes que tener clara es que tienes que captar a gente que está a 100 km de ti, o mínimo a 50 km. Por mucho que me encante tener a gente de mi alrededor es muy poco probable que con lo que tengo aquí pueda mantener el negocio: tienes que saber que tienes que buscar otras líneas de negocio para atraer a la gente de fuera.

No es lo mismo montar un negocio en una ciudad en la que es más fácil que tengas público que atraerles a 100 o 50 km para que vengan a tu espacio. 

Lo más difícil de emprender en el medio rural es precisamente que, como tienes muchas opciones para emprender, a veces lo complicado es encontrar la adecuada para atraer a la gente y que funcione. 

P – ¿Y cuál ha sido el lado positivo? ¿Qué ventajas tiene haber emprendido en el medio rural?

R – Las ventajas son casi las mismas que los inconvenientes. Como hay pocos negocios, cuando lo haces bien, funciona. En nuestro caso, hacer una fusión entre arte, vida en el campo y alojamiento turístico, nos está funcionando bien. 

Por resumir, para mí lo que significa emprender en el medio rural no dista mucho de lo que significa emprender en cualquier otra parte, todo tiene sus complicaciones. Las cosas positivas y negativas son las mismas. 

Que haya poco y que haya pocas cosas hechas es positivo, pero también es negativo porque no hay gente. Cuesta mucho mover el emprendimiento.
Tienes que hacer las cosas muy bien para hacer que la gente vaya a tu casa o se desplace para ver lo que estás haciendo.

P – Sabemos que la labor de los cuidados a veces es complicada en el rural. ¿Cómo es la conciliación personal-profesional en el pueblo? ¿Hay algún impedimento, sobre todo en un negocio como el tuyo en el que tienes que estar presente?

R – Como esto es un estilo de vida y está todo unido (nuestra casa, el proyecto, la pintura, los animales, la vida en el campo) lo que hemos creado es un proyecto en el que podemos conciliar nuestra vida y nuestras inquietudes, nuestras actitudes saludables y el interés por enseñar todo eso. 

Y nos pasa que muchos de nuestros amigos vienen al proyecto y al revés: conocemos gente y hacemos amistad con personas que se interesan por nuestro proyecto.

Por supuesto ha habido momentos difíciles en que te encuentras que no tienes tiempo para nada, y los niños y las personas a mi cargo están por aquí y tienes que estar a todo, pero precisamente porque lo tengo todo unido, al final funciona bien. La libertad de horarios hace que todo encaje. 

Y mi compañero de vida, que está apoyando en todo.

P – ¿Cuál crees que ha sido el impacto de El Telar, arte y naturaleza, en Prádena? ¿Crees que ha impactado de alguna manera en el pueblo? 

R – Creo que ha tenido un impacto positivo. Porque era un espacio que llevaba deteriorándose y sin utilizarse 15 años. Nosotros somos una familia joven que hemos apostado por reanudar ese proyecto de tejeduría, darle nuestra visión y nuestro cariño, y amasarlo a nuestra manera, para iniciar un nuevo camino en un espacio que estaba muerto. 

Al final es verdad que se generan alianzas con otros negocios de alrededor, y eso es un impacto positivo. Las personas que vienen a nuestra casa buscan conocer un poco más el entorno, compran allí, consumen ahí, hacen estancias de corta y media duración y al final se convive. 

Nosotros buscamos una vida sostenible, y de la misma manera buscamos el consumo de kilómetro cero y las actividades de cercanía. 

P – ¿Alguna recomendación para aquellas personas que quieren crear o poner en marcha un proyecto en un pueblo?

R – Tengo dos recomendaciones. La primera es para cualquier persona que quiera emprender: empezar poco a poco y con lo que uno sabe hacer, y haciéndolo muy bien, muy bien, para que empiece a coger consistencia. 

Hagas lo que hagas hazlo bien, hazlo poco a poco, sin utilizar demasiado dinero de inicio para ponerle una imagen estupenda, porque al final la imagen se crea al hacer las cosas bien, con cuidado, con cariño y poco a poco. 

Otro consejo es que, si un proyecto se tiene que sujetar con una subvención, es mejor no empezarlo. Eso tiene toda la pinta de que no va a funcionar. Las cosas tienen que funcionar solas y luego, si hay ayudas, bienvenidas serán. Pero tiene que funcionar sin necesidad de ayudas. 

Queremos quedarnos con estos consejos de Raquel, con este amor por las cosas bien hechas que tanto se necesita para dar vida a los pueblos. 

¿Estás pensando en emprender en el rural? En AlmaNatura tenemos más de 25 años de experiencia ayudando a poner en marcha negocios como el de Raquel. Conoce nuestros proyectos.

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