Ancovoligo: Más allá de la sharing economy

Las empresas de la «sharing economy» en EEUU suman ya más de 110.000 millones de dolares en valoración accionarial. ¿Estás preparado para un nuevo mundo?

“La economía colaborativa no tiene fin del mundo”, “o nos adaptamos a este nuevo modelo o seremos infelices”. Son sólo dos frases de Juan Urrutia que me sirven de mapa de ruta para comenzar a contaros en unas líneas lo que fue para mí el encuentro “Ancovoligo” la semana pasada en Gijón.

Antes permitirme que el viaje lo comience en 2010, para situar a los tripulantes que me acompañan en este viaje por el mar del norte. La primera vez que pisé y disfruté de Badajoz fue en Octubre de 2010. Cuanto disfrutamos del casco viejo de Badajoz con el último The Coffee Break.

Y fue en la plaza alta donde me encontré por primera vez con los abrazos de Alma Natura. Nos desvirtualizamos! ya nos conocíamos, no recuerdo cómo se cruzaron en mis redes sociales pero lo que si estoy segura es que desde entonces les he seguido conociendo y compartiendo sus experiencias de innovación social. Hasta he pasado de ser fan a amiga. Me gustan por sus cómo y sus para qué. Unos metros por debajo de plaza alta, en el museo Luis de Morales en uno de los talleres conocí a David de Ugarte, para mi desconocido hasta entonces, el y todos los conceptos que no había escuchando ni en la facultad de psicología ni en las ONGs donde trabajaba. Ya entonces se hablaba de procomún, redes, proyectos comunitarios, cooperativismo, distribución de rentas,… y tantos otros conceptos que unos años después todavía están redefiniéndose y llegando a más personas. Desde 2010 leo a lasindias.com y gracias a ello cuando estos días en Gijón escuchaba a Juan Urrutia he podido entender lo que decía con aún más admiración.

Ancovoligo

Cuando recibí el email de David invitándome a un encuentro de gente de varios países con el lema “Más allá de la sharing economy; “¿estás preparado para cambiar el mundo? No me encontraba en ese momento con mucha fuerza para cambiar el mundo, estaba frustrada y con poca fuerza pero sabiendo que debía empezar con cambiar la brújula para situarme en otras realidades de este mundo. Invité a varios amigos entre ellos Alma Natura a quienes acompañé unas semanas antes en #BDayMadrid la presentación del movimiento global B Corporation.

Cómo mis amigos no han podido ir a Gijón y Juanjo me mandó un pajarito al norte, pues aquí estoy escribiendo unas líneas para hablaros de este “nuevo” mar.

En Madrid ya tuve unas horas para cargarme de buena energía, para continuar con mi propósito de “cambiar el mundo”. Aún no tengo desarrolladas mis estrategias ni la metodología para cómo conseguirlo pero ya sé que existen empresas responsables en rumbo con este cambio cultural. Me alegró sentir cómo se ilusionaban algunas personas al conocer que existe una certificación llamada sistema B que supone estar interconectada con una red de empresas responsables: económica, social y medioambiental.
Y en Gijón han sido dos días para sobrecargar de esa energía que me hace creer que hay posibilidades de cambiar el mundo, con una condición imprescindible, lo tenemos que cambiar juntos. Por separado no valemos nada, en comunidad es cuando adquirimos valor. Otro de los conceptos que lanzó Juan Urrutia y es de los que se clavan y se entienden perfectamente, aunque cueste llevarlo a la práctica.

El pasado jueves Natalia Fernández nos lanzó al mar del norte con la historia de amor, innovación social y emprendimiento de Giovanni Vella. Os animo a leer su post “El gran bocado, el nacimiento de la anchoa tal y como la conocemos”.

Si un evento sobre economía colaborativa empieza con una historia de amor y emprendimiento con éxito, ya tiene asegurada la sonrisa de todos los presentes y que quedara puesta durante los dos días y esperamos algunos más, aunque sólo sea de recordarlos con entusiasmo como el que trasmite Juan Urrutia.

Todo un lujo poder escuchar y conversar con Juan Urrutia. Estupendo escucharle hablar sobre “competencia fraternal” contándonos la competencia brutal que existía en el patio del colegio durante el partido de futbol que se jugaba en el recreo, y que acababa cuando acababa el partido. Me encanta como hilvana las historias y los conceptos. Ya en 2004 en su libro “El capitalismo que viene” hablaba de la lógica de la abundancia frente a la lógica de la escasez. Aunque nos advertía que ya entonces para un economista hablar de abundancia era un pecado. En realidad si la economía de mercado tradicional se basa en la escasez, las múltiples posibilidades que nos ofrece el mundo conectado a internet hacen que tengamos acceso a una abundancia de servicios y productos. En este nuevo modelo económico no tienen cabida los monopolios, por lo que se llegará a la disipación de rentas ligadas a monopolios.

Ejemplos reales de economía colaborativa

Juan nos anima a llenar nuestras cabezas de conocimientos y también nos anima a pasear, pues como nos dijo “las ideas innovadoras vienen en un paseo”. También tenemos que hacerle un hueco a la pereza en nuestros ajetreados días. Y por cierto que sepáis que lo nos hace productivos es tener una visión general de las cosas y no la especialización. Muchas gracias Juan Urrutia. Y para saber que es la #sharingeconomy o economía colaborativa que mejor que conocer unos ejemplos reales e internacionales. También hacemos bien en pasarnos por la wikipedia y dar una vuelta por internet para ilustrarnos un poco.

Empezaron los ejemplos con Gorka Julio que con un experimento con nuestros móviles y unos cascos pudimos comprobar cómo a través de la FM podemos tener una traducción simultánea. Y del software libre de Donosti nos fuimos hasta California para conocer las sharing city con Neal Gorenflo, cofundador de shareable. El desafío que nos planteaba era la ciudad como espacio de creatividad, espacio a compartir, para crecer como personas y a la vez cambiar el mundo. Me alegra mucho saber que las ciudades se están redefiniendo y lo están haciendo las personas que viven en ellas y que la comparten. El martes 14 tuvo lugar el MapJam, mapeado de los recursos colaborativos de Gijón y más de 50 ciudades en todo el mundo.

Si Neal ya nos vislumbra una realidad sobre el poder de las personas cuando comparten, conocer a Antonin Leonard es afirmar que el futuro es de las personas. Gran joven emprendedor francés, creador de Ouishare que con un perfecto español nos contagió su entusiamo por empoderar a la sociedad. Una idea muy interesante que planteó es la necesidad de “una narrativa alternativa a la de google pasando de la persona aumentada a la persona empoderada”. Se está produciendo un cambio cultural que hace que “a las grandes empresas les cueste entender cuál es su rol en este nuevo modelo”. Quiero que existan más Antonin y más Juan, jóvenes y veteranos que con su agilidad mental y sus competencias puedan superar las críticas de quienes tienen miedo al empoderamiento ciudadano.

Interesante unir las ideas de Antonin de empoderamiento ciudadano con lo que escribía Juanjo sobre empoderamiento social. Antonin nos comentó que cursó estudios universitarios para los que tuvo que solicitar un crédito y que no le aportaron lo que buscaba. Y como pasa cuando no quieres ser uno más en el mercado laboral se cierran muchas puertas porque “los que destacan no les quieren las empresas” y se abren otras oportunidades innovadoras y colaborativas. Viajó por Brasil utilizando la plataforma couchsurfing, empresa que también está certificada como BCorp y de la que soy fiel usuaria como anfitriona y como huésped. La mejor forma de conocer un lugar es con las personas que viven en ese lugar. También hablaba de la necesidad de renta básica y Antonio Fernández hace referencia a esto en su blog.

Y llegó la noche y la hora de cerrar la laboral para seguir el viaje, ahora en autobús, hasta la espicha asturiana. Como David nos había puesto como deberes hablar entre nosotros pues eso hicimos y estuvo genial poder brindar, dar abrazos, desvirtualizar, conocer, sorprender, sonreír y hacer unas cuantas preguntas.

Nadie con quienes tuve ocasión de sacar el tema conocía la certificación BCorp y me sentí bien al poder explicar que yo lo entiendo como algo más que una certificación, como esas empresas que responsablemente conocen cómo navegar por el nuevo mercado de la economía colaborativa porque ya en sus raíces tienen como propósito el procomún.

El viernes empezamos con muchas ganas de irnos todos a Burdeos a trabajar a una antigua fábrica. Dicho así no suena muy atractivo pero sí lo es cuando te lo cuentan Jean-Pierre Brossard y Chrisstiann Weiler. Darwin-Ecosyteme ha conseguido gracias a alianzas público-privadas, que una antigua fábrica se haya convertido en “un ecosistema lleno de cultura, bienestar saludable, economía y arquitectura”. Un entorno muy atractivo para el coworking y más vida. Iremos a sorprendernos, aunque antes espero encontrarles en próximo evento en Lisboa. 😉

Como estábamos en el puente del pilar pues que oportuno era hablar de Zaragoza. Carlos Alocén nos habló de las posibilidades de la “tarjeta del ciudadano” que se utiliza para usar los servicios públicos del ayuntamiento de Zaragoza. Reivindicaba entre otras cosas, dar la vuelta a las ciudades, las comunidades para conectar a los ciudadanos y los “ciudadanos programadores”. Y resaltó la importancia de considerar “la información como un bien público”

Ya a estas alturas del encuentro nos permitimos hacer un agujero al mapa y comprobar cómo Adelaida (Australia) está más cerca de Gijón que otras ciudades. Desde Adelaida llegó hasta el Cantábrico Matt Scales con el proyecto Share N Save, una plataforma que permite visualizar todas las actividades disponibles de una ciudad, barrio a barrio, para compartir, intercambiar, ahorrar, reparar y conectar con las comunidades locales. Plantearon liberar Share N Save para que sea el software de muchas ciudades. De nuevo se hace referencia al ciudadano empoderado, una de las pistas claves de lo que supone una economía colaborativa. Dos claves importantes que Matt señaló sobre el “consumo colaborativo”: #estápasando , es real que se está produciendo un cambio cultural y de consumo, y necesitamos #tiempo, para explicar, conocer y que funcione.

Cuando ya estábamos más dispuestos a brindar por la economía colaborativa que a quedarnos sentados, llegó Malena Fabregat para que con toda su energía nos convenciera de que los bichos son buenos o por lo menos no son tan malos. Oda a las viñas con hierbajos y los vinos naturales que llevan nombre de persona y cepa.

¿Qué echamos en falta?

Nos hubiera gustado que continuara más y también algunos echamos de menos el turno de preguntas y abrir el debate a los que escuchábamos desde los asientos. Si es verdad que se ha fomentado mucho la conversación entre los asistentes y ponentes. Cumplimos cuando David nos arengó ahora os toca a vosotros hablar entre vosotros y eso fue lo que hicimos y lo que espero seguir haciendo.

Otro detalle que suelo echar en falta cuando voy a otras ciudades a algún congreso, curso o jornada, es conocer la ciudad, pisarla. Siempre recordaré cómo en The Coffe Break el evento que nos unió en Badajoz, nos unió también a su casco antiguo (actualmente mi barrio). Los talleres fueron en varios espacios y las cenas con ticket en los bares, llenamos las terrazas de gente de muchos lugares que pisaron varias calles de la ciudad.
Lo comentábamos saboreando los vinos naturales que con mucho gusto nos presentó @marela. Llevábamos dos días en Gijón sin pisar la ciudad, algunos se irían sin pisarla. La Universidad Laboral impresiona y se encuentra a las afueras de la ciudad. El martes 14 mapearon los recursos comunitarios de la ciudad de Gijón junto a Neal en el mapjam, estos proyectos harán más visibles los proyectos comunitarios de las ciudades. Sólo nos falta pisarlos una vez encontrados.

¿Y ahora qué?

Delante de nuestros ojos y nuestras manos, a veces a unos click #estápasando un mar de oportunidades para compartir con un mundo lleno de personas maravillosas. No sé si encontraré una mina de oro alguna vez en mis trayectos pero lo que me encontré fue lo que queda de la antigua mina de Lumeres de hierro (mineral que en los últimos meses está demasiado presente en mi vida). Amanecer en Gijón viendo como una antigua fábrica en ruinas de las afueras del Burdeos se transforma en un ecosistema de vida compartida y que el atardecer me llevara hasta estas ruinas en la bonita costa asturiana hace que algunos días sean capaces de pensar que sí, que el mundo cambia y que lo cambiamos las personas.

Yo quiero adaptarme, ser feliz y seguir navegando por un mar de posibilidades comunales, aunque el mar esté bravo y con mucho oleaje espero que nos encontremos como ciudadanos empoderados en este nuevo modelo de economía colaborativa. Hasta el próximo puerto.
;O) Gracias Juanjo por ofrecerme compartir esta experiencia en el blog de alma natura, os quiero.

Now Let´s go TO SHARE ;O)

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  1. Fantástico pedazo de resumen!! Es verdad que tenemos, a la próxima, ¿en Bilbao? ¿en Santiago? ¿en nuestra Extremadura del alma? que sacar un pasito más para ligar con lo que está ocurriendo en el lugar. Hacer el mapjam en vivo, tener oportunidad de enamorarse de la ciudad -o del campo, que fue otro de nuestros vacíos- y de la gente que lo hace.

    En fin, aprendimos un montón y personalmente, a pesar de los nervios, lo disfruté mucho por eso. Ganas ya de hacer un segundo e incorporar todas esas cosas. Mis ganas mayores: saltar a lo comunitario en el campo -algo vimos con los vinos naturales, que pueden ser una base excelente para el relato.

    Mi balance fue que fue un excelente primer paso, mejorable, pero enriquecedor ya. Mis ganas: ir a más, entrar en lo rural, en lo artesano, en el campo, y si es en una ciudad, meter a la ciudad dentro. Lo mejor: la conversación y sus espacios (espicha, catas, almuerzo, salidas por Gijón), mucho más enriquecedor el cara a cara con los ponentes que las tradicionales preguntas. Y creo, mucho mejor las entrevistas que las tradicionales presentaciones de diapositivas.

  2. Fantástico pedazo de resumen!! Es verdad que tenemos, a la próxima, ¿en Bilbao? ¿en Santiago? ¿en nuestra Extremadura del alma? que sacar un pasito más para ligar con lo que está ocurriendo en el lugar. Hacer el mapjam en vivo, tener oportunidad de enamorarse de la ciudad -o del campo, que fue otro de nuestros vacíos- y de la gente que lo hace.

    En fin, aprendimos un montón y personalmente, a pesar de los nervios, lo disfruté mucho por eso. Ganas ya de hacer un segundo e incorporar todas esas cosas. Mis ganas mayores: saltar a lo comunitario en el campo -algo vimos con los vinos naturales, que pueden ser una base excelente para el relato.

    Mi balance fue que fue un excelente primer paso, mejorable, pero enriquecedor ya. Mis ganas: ir a más, entrar en lo rural, en lo artesano, en el campo, y si es en una ciudad, meter a la ciudad dentro. Lo mejor: la conversación y sus espacios (espicha, catas, almuerzo, salidas por Gijón), mucho más enriquecedor el cara a cara con los ponentes que las tradicionales preguntas. Y creo, mucho mejor las entrevistas que las tradicionales presentaciones de diapositivas.

  3. Gracias David por el comentario y por hacernos vibrar a todos con conversaciones tan enriquecedoras.
    Mi balance también fue positivo y con muchas ganas de más.
    Suena genial saltar al campo. Nos encontraremos compartiendo ciudades, pueblos, campos y vinos ;O)

  4. Gracias David por el comentario y por hacernos vibrar a todos con conversaciones tan enriquecedoras.
    Mi balance también fue positivo y con muchas ganas de más.
    Suena genial saltar al campo. Nos encontraremos compartiendo ciudades, pueblos, campos y vinos ;O)

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