Cuando abrimos las puertas de Fundación AlmaNatura sabíamos que no queríamos hacerlo sin nuestra gente. Porque entendemos la regeneración como un camino transformador que potencia las capacidades de los territorios y sus comunidades para mejorar su bienestar, vitalidad, cohesión y resiliencia. Y eso solo es posible cuando caminamos junto a otras personas y organizaciones en un proceso de co-evolución que reconoce el valor de cada voz y cada vínculo.
Una escucha que nos llevó a la cultura
Por eso, al momento de diseñar los primeros pasos de nuestra Fundación, el punto de partida fue (como siempre) salir de las oficinas y sentir el territorio: conversarmos con más de 50 personas clave de nuestra comarca y especialistas en reactivación rural. Durante seis meses, este proceso de escucha y co-diseño nos permitió identificar algo que hoy se ha convertido en nuestro propósito y eje de intervención en la Fundación: “Impulsamos el bienestar de las personas a través de la innovación cultural“.
Una y otra vez, la cultura era el centro en las conversaciones apareciendo desde su fuerza dinamizadora, como nutriente que prepara el suelo donde la vida florece.
En definitiva, la cultura es mucho más que eventos o exposiciones, es un lugar seguro y compartido donde las personas se encuentran, se reconocen, aprenden, sanan y se proyectan hacia el futuro.
Regenera Cultura, nuestra palanca de transformación
A partir de esas primeras ideas nació “Regenera Cultura”, nuestro programa cultural permanente que ha ido evolucionando para ser hoy el alma y corazón de la Fundación AlmaNatura.
Una iniciativa que no responde solo a una programación de actividades, sino a una estrategia viva de mediación, arraigo y creación de comunidad. Desde 2023, hemos acercado 56 propuestas culturales a cerca de 3.000 mil personas y contado con la complicidad de más de 200 artistas (del pueblo, la comarca, España y ¡el mundo!) generando nuevas experiencias en territorio a través de exposiciones, teatro, música, talleres, encuentros intergeneracionales y actividades educativas que abrazan la diversidad y la inclusión.
Y sí, estas cifras importan. Pero lo que realmente estamos transformando no es tan fácil de medir: es cómo una comunidad se reconoce, se cuida y se atreve a cocrear. “Regenera Cultura” se convierte en un punto de encuentro que se mantiene en el tiempo e invita a permanecer desde acciones que nacen de retos y sueños. Como dice Alejandro Aparicio, nuestro mediador cultural:
“Estamos tejiendo comunidades diversas…, de abuelas y nietos, de jóvenes y empresas, de escuelas y vecinos/as. Hablamos de múltiples intereses que se unen en un espacio común que invita a ser protagonistas de su propia historia y de la comarca. Porque cuando nos sentimos parte, todo cambia: el territorio deja de ser un lugar que habitamos y se convierte en un lugar que cuidamos y transformamos.”
Democratizar la cultura es el rural
En los pueblos pequeños, muchas veces no existen infraestructuras culturales estables. La oferta es escasa y la inversión pública desigual. Además, la narrativa dominante tiende a urbanizar el sentido de la cultura, desconectándola de las expresiones del territorio rural.
Por eso, desde Fundación AlmaNatura decidimos ir más allá de los formatos tradicionales. Queremos construir un programa cultural que sea reflejo del sistema que habita, y a la vez una palanca para transformarlo. Porque sin transformación, no es posible regenerar. Buscamos dar lugar a una propuesta cultural amplia que dialogue con las escuelas, los centros de mayores, las empresas y las asociaciones locales. Que naciera de las necesidades y los sueños de la comunidad.
Así han nacido proyectos que hoy dan vida y sentido a la Fundación:
- Club de ajedrez: un espacio intergeneracional con más de 10 personas participantes donde jugando mejoramos la concentración, la memoria, la lógica y el razonamiento estratégico. El ajedrez nos ayuda a fortalecer capacidades cognitivas y mejorar la autoestima de quienes participan.
- Clubes de lectura comunitarios: en un pueblo de apenas 900 habitantes, contamos con dos clubes de lectura activos donde participan cerca de 30 personas. Uno de ellos, en colaboración con el centro de mayores, reúne a personas de más de 55 años. Estas iniciativas contribuyen a reducir el aislamiento social, mejoran la salud mental y fortalecen la conexión y sentido de pertenencia.
- Mutantes, arte y acción: proyecto que articula escuela y Fundación utilizando las exposiciones temporales que suceden en la Fundación para crear contenido educativo de la mano del profesorado. Mutantes propone conectar el arte con la educación y el territorio.
El verdadero impacto se mide en las miradas que delatan emociones, en los silencios que se rompen o se prolongan, en los abrazos después de una obra de teatro o en el orgullo de verse reflejado en una exposición.
La cultura tiene un poder regenerador que actúa desde lo cotidiano. Permite imaginar futuros, tratar heridas, hacer comunidad y desafiar el aislamiento. Nos devuelve a la vida colectiva. Por eso, para AlmaNatura y nuestra Fundación, la cultura no es “algo más”, es una política del cuidado.
En palabras de Juanjo Manzano, presidente de la Fundación:
“La cultura es el pegamento invisible que une a una comunidad. Una fotografía antigua, una historia compartida o una partida de ajedrez son bálsamo para un territorio que se enfrenta a los retos de la despoblación. Porque regenerar el rural es sanar lo simbólico, reconstruir los vínculos y revalorizar lo propio.”
Nuestros mayores aprendizajes
En estos años, desde Fundación AlmaNatura hemos aprendido que una estrategia cultural efectiva en el rural:
- Se construye con y para la comunidad.
- Es flexible y se adapta a los ritmos y polaridades del territorio.
- Democratiza el acceso, pero también los procesos de creación.
- Apuesta por la diversidad de formatos, edades y temáticas.
- Articula lo educativo, lo artístico y lo comunitario.
- Requiere inversión, pero sobre todo confianza en las capacidades locales.
Durante 2025, consolidamos nuestra sede en el antiguo cine del pueblo —ahora AlmaNatura Home— y ampliamos nuestros espacios culturales y educativos en más de 500 m². Esta infraestructura nos permite seguir creciendo y soñando con nuevas propuestas. Y para marcar el inicio de una nueva línea de trabajo que combina cultura y gastronomía, el viernes 30 de mayo inauguramos la cocina del espacio con el taller “Yo me lo guiso, yo me lo como”.
Queremos seguir explorando cómo la cultura puede contribuir a la regeneración de los territorios. Porque sabemos que un pueblo con vida cultural es un pueblo que respira, que se proyecta, que se queda.
¿Te sumas a regenerar desde la cultura?
Si formas parte de una empresa u organización que quiere transformar su entorno, te invitamos a conocer nuestros proyectos y acompañarnos a regenerar desde lo rural.