Hace algunas semanas me crucé navegando con el informe ‘Innovar para el cambio social. De la idea a la acción‘ publicado por ESADE. Me gustó especialmente descubrir cómo hablan de lo que llaman el ADN de la innovación, aquellas características que definen a empresas, personas u organismos que apuestan por las ideas nuevas y las convierten en acciones, convencidos de su potencial para cambiar el mundo.
Cada vez parece estar mas claro que la innovación es el único camino hacia el éxito para nuevas y viejas empresas. Para las nuevas porque ya nacen en un escenario en el que las reglas han cambiado y en el que es imprescindible proponer algo novedoso para triunfar; para las viejas porque están obligadas a reinventarse para seguir sobreviviendo. Y al final eso termina suponiendo que tanto unas como otras tengan que desarrollar ese adn innovador.
Pero ¿qué es la innovación? Innovar es transformar, hacer algo de una forma diferente y mejorar con ello el mundo, aunque sea en un aspecto mínimo. Y en esa innovación ¿cuánto hay de trabajo y cuánto de inspiración? Depende. En ocasiones, la idea transformadora puede venir de años de trabajo, investigación o esfuerzo. En otros casos, la inspiración o una idea genuina e inesperada pueden ser el detonante de un proceso transformador que te lleve al éxito. Pero, en cualquier caso, lo importante no es el proceso sino que el resultado sea la materialización de la idea en una acción.
Desde esta perspectiva, la innovación puede entenderse como el motor que transforma las ideas en valor, en algo que consigue generar resultados positivos para todas las partes implicadas. Así que si eres una empresa, ya puedes empezar a transformarte si no quieres quedarte atrás. Y la pregunta clave es ¿estás preparado? ¿está preparada tu empresa? ¿está preparado tu jefe? Si la respuesta es ‘no’, ya puede ponerte las pilas porque van a adelantarte sin que ni siquiera seas capaz de darte cuenta. Asume que el mundo no es el que era y que, o te adaptas, o vas a quedarte fuera del negocio.
Atrévete y corre el riesgo. Y hazlo sin miedo, porque sales con ventaja. Sabes lo que te gusta y lo que no de tu presente, y también lo que te gustó y lo que odiaste de tu pasado. Y eso te hace tener perspectiva para saber qué cambio quieres y necesitas. Sueña y trabaja para alcanzar ese sueño. Seguro que tienes una idea para hacer el mundo un poquito mejor. Así que sal de tu zona de comfort e instálate en tu zona de aprendizaje. Puede que te salga mal pero ¿y si te sale bien?
Recursos.-
Sobre Innovación e Innovación abierta por Julen Iturbe
Libro “Innovar en la era del conocimiento. Claves para construir una organización innovadora”
Encuentros de iniciativas de Innovación Social
¿Qué nos pueden enseñar unos monos sobre la innovación en la empresa?
Foto destacada de Wiertz Sébastien en flickr.