Este es un capítulo de la serie de artículos “Esenciales AlmaNatura: Innovación rural desde dentro”. Con ellos queremos dar a conocer la manera de trabajar de AlmaNatura. Cada mes abordaremos un tema relacionado con el mundo rural vivo, y cuáles son las buenas prácticas que consideramos esenciales a la hora de trabajarlo en el rural.
Estos son los capítulos anteriores:
- Capítulo 1: La cultura
- Capítulo 2: Las mujeres
- Capítulo 3: El medio ambiente
- Capítulo 4: El empleo
- Capítulo 5: Las alianzas
- Capítulo 6: La salud
- Capítulo 7: La tecnología
- Capítulo 8: La juventud
- Capítulo 9: La escucha
- Capítulo 10: Los cuidados
Echar raíces
Es la locución que se utiliza cuando queremos decir que algo o alguien se ha establecido, se ha fijado en un lugar.
La raíz se utiliza como metáfora del agarre a un terreno, a una casa, a un paisaje, a un pueblo. Es una manera natural de expresar ese vínculo que nos une a un lugar.
Dónde esté la raíz de cada persona es otro asunto.
Lo que sí es seguro es que necesitamos una vuelta a las raíces para volver a los pueblos, para reactivarlos y crear esos pueblos vivos en los que vivir sea una opción igual de válida que las demás.
¿Se volvió a las raíces durante la pandemia?
En los meses que duraron las restricciones más duras de la pandemia, en 2020, algunos datos apuntaban a que mucha gente había vuelto al pueblo, a sus orígenes, para retomar una vida ya perdida o que en otro momento no pudieron sopesar.
La realidad, ya se dijo en 2021, es que esto solo fue un espejismo.
Las cifras muestran que aquello de “volver a las raíces” no arraigó, valga la redundancia.
En nuestra experiencia, decidir volver al pueblo y establecerse en él tiene miga, porque hace falta mucho más que un anhelo.
Según Juanjo Manzano, co-fundador y responsable de comunicación y RRII de AlmaNatura: “no sirve solo con tener servicios públicos de calidad en el medio rural, empleo u oportunidades, u otros servicios que cubran los derechos de las personas. Hace falta vida, vida cultural y un ocio que no tenemos. La mayoría de los pueblos tienen las ferias en agosto, pero cuando la gente vuelve a la ciudad en septiembre, el pueblo sigue apagándose. ¿Qué pasa cuando, en septiembre u octubre solo encuentras un bar abierto? Eso genera ese no querer quedarte”.
Las raíces tienen múltiples caras
Sea donde sea que tengamos nuestras raíces, la verdad es que para cada persona tienen un significado diferente.
Las raíces pueden ser:
- La familia o los antepasados, si han habitado durante generaciones, quizá siglos, la misma región.
- La vinculación que se tenga con un espacio concreto, por razones de nacimiento o de experiencias vitales.
- El amor por un territorio, que a veces aparece de manera sobrevenida, sin razón de nacimiento y sin que sospechemos, a priori, a qué se debe.
- Por el sentimiento de pertenencia, tras generaciones y generaciones.
- O puede tratarse de un sistema de valores o de una cultura, material o inmaterial, que se comparte.
La cultura es, precisamente, donde se encuentra la riqueza de un territorio y donde se enraízan muchas personas. En AlmaNatura la entendemos como un derecho, y por eso trabajamos en el proyecto “Regenera Cultura”.
Los obstáculos de volver a las raíces
Una vez que alguien decide volver a sus raíces en el pueblo, o echar raíces en un pueblo, no todo es de color de rosa. Aunque se tenga claro que hay un vínculo que se quiere mantener, o incluso crear, aparecen retos y obstáculos.
- El principal, la vivienda. En gran parte de los casos se trata de infraviviendas, no reformadas ni acondicionadas. “La mayoría de los neorurales deciden volverse a la ciudad porque no hay viviendas dignas”, señala Juanjo Manzano.
- La ausencia de redes de contacto: muchas personas se acercan al rural con la idea de formar parte de una comunidad, de un ecosistema de personas que tienen los mismos valores, pero a veces eso no llega a producirse.
- El papel de las entidades locales: los ayuntamientos necesitan actualizar sus estrategias para atender a aquellos nuevos pobladores que quieran echar raíces en sus pueblos.
Las raíces también sustentan AlmaNatura
El origen de una organización como AlmaNatura pasa por las experiencias de miles de familias rurales, que transitaron las carencias de vivir en un pueblo, todas las desigualdades y las calamidades de vivir en el rural de hace décadas.
Familias como la de Juanjo e Israel Manzano, cofundadores de AlmaNatura, que poco a poco vieron cómo, pese a su esfuerzo, sus oportunidades mermaban por el hecho de vivir en un pueblo.
De esa raíz surgió una de las preguntas que están en el ADN de AlmaNatura: ¿por qué la gente de pueblo tiene que conformarse?
“De ciudad o de pueblo, todos tenemos los mismos derechos”, señala Juanjo Manzano. Y desde ahí es de donde parte AlmaNatura para reactivar el rural sin recurrir a la queja.
Conoce más sobre el origen de AlmaNatura escuchando este episodio de pódcast.
4 buenas prácticas para que los pueblos vuelvan a sus raíces
En AlmaNatura trabajamos para reactivar el rural, y por eso conocemos de primera mano la importancia de que los propios pueblos vuelvan a sus raíces.
Israel Manzano, cofundador y responsable de recursos de AlmaNatura, nos ayuda a identificar las buenas prácticas en las que creemos a la hora de revitalizar las raíces sociales y culturales de los municipios rurales.
- Cambiar el discurso
Es necesario hacerlo en dos ámbitos fundamentales: la familia y los centros educativos.
Nos referimos a ese discurso tan instaurado de que quedarse en el pueblo es un fracaso, y para prosperar hay que salir de ahí e ir a la ciudad.
A veces esta aspiración se une a la de encontrar trabajos o alojamientos más cómodos en un entorno urbano, así como mayores posibilidades de consumo.
Esta creencia, que no tiene fundamento, cala en la mente de los habitantes desde la infancia, haciendo que abandonen el rural en una suerte de profecía autocumplida (ya lo señalamos cuando hablamos del empleo).
- Empezar por la base: las escuelas
Para cambiar el discurso conviene empezar por los centros educativos.
En Arroyomolinos de León, por ejemplo, la bienvenida al personal docente al inicio del curso escolar se celebra en las instalaciones de AlmaNatura LAB. De esta manera, aquellas nuevas incorporaciones al claustro comienzan a conocer el pueblo y se transmite el valor del municipio.
Esto, que es solo el comienzo del curso, es fundamental hacerlo durante el resto de año escolar, “para que los alumnos se sientan orgullosos de vivir en el pueblo”, comenta Israel Manzano.
Las corporaciones locales también tienen este papel educador y de cambio de paradigma, igual que los centros escolares.
A medio y largo plazo se generan diferentes narrativas sobre qué es vivir en el pueblo, y eso afecta positivamente a la hora de mantener la población en el rural.
- Recuperar la sensación de pertenencia
Para repoblar los municipios rurales despoblados es esencial que aflore el sentido de pertenencia. “Refundar el pueblo y rescatar todo aquello que hacía que se quisiera vivir allí”, comenta Israel Manzano.
Los pueblos necesitan, y mucho, que se recuerden todos los hilos que nos unen a ellos. Solo de esta manera se podrán habitar de nuevo.
- Dejar atrás los estereotipos
De un tiempo a esta parte han cambiado mucho aquellos estereotipos asociados al pueblo y a sus gentes. Es un hecho que existe una nueva identidad rural que ya no se identifica con la imagen más cliché del habitante de pueblo.
En el campo de la innovación, por ejemplo, es donde se están dando mayores avances en el rural. “Precisamente por estar en un sitio sin muchos recursos se acaban dando soluciones innovadoras y creativas”, comenta Israel Manzano.
Y gracias a eso también se están rompiendo estereotipos, “que ya no son el presente, ni mucho menos el futuro del rural”.
Los pueblos son la raíz de muchas personas.
Y en esa raíz hay cultura, hay familia, hay vínculo.
“Estar en el pueblo es vivir en la naturaleza, es calidad de vida, es una comunidad que comparte tus valores”, señala Israel Manzano, “y justo eso es lo que se está perdiendo en las ciudades masificadas. Hay más desarrollo económico, pero no hay sensación de pertenencia”.
Por eso, a veces, volver a la raíz es volver al pueblo.
En AlmaNatura llevamos más de 25 años trabajando en la reactivación rural.
