Febrero de 2020. España vive con dudas, incertidumbre y miedo el avance de un virus hasta entonces desconocido.
Semanas más tarde la OMS declara la pandemia y el país entero se confina, dando lugar, sin que sus habitantes lo supieran, a un cambio de paradigma que les haría vivir y relacionarse de una manera muy distinta a la acostumbrada.
Y es que estos dos años de pandemia han provocado un cambio de paradigma que ha afectado a todos los aspectos de nuestras vidas.
Pero también al mundo rural.
Por eso en este artículo te contamos los cuatro cambios más importantes que ha experimentado el mundo rural desde el inicio de la pandemia.
Cómo ha cambiado el mundo rural en dos años de pandemia
- El aumento de la población rural provocado por la pandemia
Durante el confinamiento, atrapadas en pequeños pisos de ciudad, no fueron pocas las personas que soñaron despiertas con una vida en la naturaleza, un huerto al sol o un pedazo de tierra donde posar los pies y respirar aire limpio.
Y muchas de ellas, pasaron a la acción.
Según el Instituto Nacional de Estadística, a 1 de enero de 2021, los municipios de menos de 10.000 habitantes sumaban 56.732 vecinos más que el año anterior, mientras que la población de las grandes capitales caía ligeramente.
De hecho, solo hay que fijarse en el incremento de la demanda de vivienda en el medio rural para comprobarlo.
En 2020, los precios del alquiler en los pueblos cercanos a Madrid subieron un 30% mientras que, en portales inmobiliarios referentes, las búsquedas de casas en municipios de menos de 5.000 habitantes subieron 4’7 puntos entre enero y diciembre del mismo año.
Este aumento de la población ha provocado que pueblos de decenas de habitantes reciban moradores permanentes y tengan la oportunidad de contar con mejores servicios.
Como Arrabalde, un pequeño pueblo zamorano que reabrió su escuela en el curso 2020-2021 gracias a la llegada de nuevas familias. Sin embargo las noticias nos cuentan que el cambio no se ha sostenido en el tiempo, el ‘gran retorno’ a los pueblos desde las ciudades por la pandemia era un mito.
- La oportunidad histórica del teletrabajo y su huella en un mundo rural más diverso
Si algo ha demostrado esta pandemia es que hay otra manera de trabajar. Una más flexible que no requiere estar presencialmente en la oficina para obtener los mejores resultados.
Y eso ha sido un regalo para las personas que quieren vivir en los pueblos, porque solo han necesitado una buena conexión para poder realizar su labor, sin tener que renunciar a profesiones que poco tienen que ver con los sectores habituales del medio rural.
Así, diseñadoras gráficas, ingenieros informáticos o asesoras de comunicación tienen la posibilidad, por primera vez en la historia, de convivir cada día con agricultores, pastoras o maestros artesanos.
Lo que supone un paso de gigante para aumentar la diversidad en los pueblos y crear sinergias positivas tanto para las personas que ya habitan el medio rural como para quienes llegan a él.
- La visión de los pueblos como oportunidad para emprender y hacer negocios
Gracias, entre otros, al auge del teletrabajo, la visión del mundo rural como un lugar fundamentalmente agrario o al que acudir desde la ciudad para desconectar durante unos días se está quedando obsoleta.
De hecho, cada vez más empresas y emprendedores son conscientes de las oportunidades que ofrece el mundo rural:
- Alquileres más baratos.
- Mayor espacio.
- Entorno de trabajo tranquilo.
- Acceso a financiación pública.
- Población con necesidades y retos específicos por solucionar.
- Etc.
Según el Estudio de percepción de los avances realizados en la españa despoblada desde el 31 de marzo de 2019, más de la mitad de las personas encuestadas (agentes rurales) asegura que conoce alguna iniciativa de emprendimiento reciente que ha creado empleo en su territorio.
Una estadística que refleja la realidad que apoyamos desde Holapueblo, un proyecto en el que ayudamos a emprendedoras y emprendedores que quieren crear negocios en el medio rural.
Y además, por si esto fuera poco, un 20,3% de la población identifica a las empresas rurales como empresas socialmente responsables, lo que facilita el posicionamiento en el mercado de cualquier negocio en una era en la que las empresas con propósito son cada vez más valoradas.
- La puesta en valor de los pueblos
Durante demasiado tiempo, desde las ciudades los pueblos se han asociado con ignorancia, incultura o retroceso.
Pero, por suerte, a esa imagen (la boina calada y las gallinas en la cesta de Paco Martínez Soria) cada vez se le ven más las grietas.
Esto no solo se debe al trabajo sin descanso del mundo rural para abastecer a las grandes ciudades durante el confinamiento, sino también a una nueva consideración del pueblo como un lugar donde disfrutar de la vida buena.
Y es que la pandemia deja una España en la que el 5% de la población convive con la ansiedad y en la que la ciudadanía de grandes ciudades como Madrid y Barcelona es consciente de que ha perdido calidad de vida.
Por eso los pueblos se han convertido en la alternativa al estrés, la inseguridad o las dificultades de conciliación de la ciudad y un refugio en el que disfrutar de la vida cada día.
Grandes oportunidades pero mucho por hacer
Aunque la pandemia ha traído grandes oportunidades, todavía queda mucho por hacer para fijar población y garantizar un medio rural vivo y sostenible.
Por eso desde AlmaNatura creamos oportunidades en los pueblos a través de alianzas público/privadas para empoderar a las personas, como:
- Holapueblo: dirigido a personas que quieren emprender en el pueblo.
- Gira Mujeres: destinado a mujeres con proyectos de emprendimiento.
- Gira Jóvenes: orientado a jóvenes rurales estudiantes de Formación Profesional.
- Relevo Generacional: enfocado en apoyar el relevo generacional de las granjas lecheras tradicionales.
¿Quieres conocer todo nuestros proyectos? Haz clic aquí y descúbrelos.
